Experta ante crisis de lectoescritura: “El ausentismo es un problema nacional para resolver”

Cuando hablamos de educación, y en específico sobre la lectoescritura, Alix Anson es una de las voces autorizadas para tratar el tema. La experta inglesa es la creadora de Alfadeca, un método de enseñanza de la lectoescritura especialmente creado para las y los estudiantes de Chile, el cual recoge las mejores prácticas internacionales, basada en el aprendizaje multisensorial.

Implementado hoy en 59 escuelas con índices de alta vulnerabilidad de 20 comunas del país, su apuesta para 2023 es responder también a las y los estudiantes con Necesidades Educativas Especiales, que forman parte del Programa de Integración Escolar (PIE).

Bajo este contexto, la Fundación Sara Raier de Rassmuss (FSRR) impulsa proyectos e iniciativas en Escuelas Públicas de diversas comunas, con el propósito de que los estudiantes cuenten con las herramientas necesarias para enfrentar y construir su futuro.

Actualmente la fundación se encuentra presentando su nuevo texto “Trampolín Alfadeca”, el que pretende ser un trampolín para los estudiantes PIE, ofreciendo una ruta de aprendizajes integradora y práctica con un nivel de profundización que les permita alcanzar sus objetivos.

“Nuestro sueño como Fundación Sara Raier de Rassmuss es ofrecer y facilitar la mayor igualdad posible utilizando la educación como un trampolín”, afirma Alix Anson, quien explica en detalle cómo se unifica la metodología de los profesionales del programa Alfadeca y los docentes de aula regular, permitiendo un trabajo articulado que potencia aún más los aprendizajes.

¿Por qué se decide desarrollar esta nueva publicación y de dónde surge la idea? 

En Chile existen 6.091 escuelas que poseen Programa de Integración Escolar (PIE), los cuales abordan las necesidades educativas especiales que poseen los estudiantes, entregándoles herramientas necesarias para lograr las metas propuestas.

Para nosotros es prioritario trabajar con todos y todas las estudiantes de primero y segundo básico, aportando a la inclusión, teniendo presente la neurodiversidad que existe dentro de las salas de clases. 

Este libro nace por la necesidad de unificar la metodología a utilizar para la enseñanza de la lectoescritura de los estudiantes de primero y segundo básico, abordando la neurodiversidad presente en cada sala. Es así como se pensó en crear un recurso que pudieran trabajar los estudiantes pertenecientes al proyecto de integración (PIE). 

¿Cuál es la respuesta que viene a dar este nuevo libro?

En cada escuela existe un cupo máximo de 7 estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE), que son atendidos por profesionales del Programa de integración Escolar (PIE). Muchos de estos niños y niñas aprenden a leer y escribir con Alfadeca. Sin embargo, algunos de ellos y ellas necesitan más tiempo, más actividades e incluso nuevas estrategias para viajar en el desarrollo de las habilidades de lectoescritura. 

Con el libro Trampolín Alfadeca, ofrecemos un ritmo ligeramente diferente e inclusivo en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura, uno que proporcione más profundidad y pueda ir un poco más lento con un énfasis más práctico. 

Lo importante es que el camino recorrido sea inclusivo y así, todos y todas logren llegar a la meta de aprender a leer y escribir.  La Fundación se dio cuenta de que había una necesidad específica de proporcionar materiales más detallados para los y las estudiantes del PIE , que potenciará sus habilidades y les permitiera trabajar con una metodología unificadora junto al resto de sus compañeros y compañeras, y así ser incluidos en las lecciones y no aislados haciendo algo muy distinto.

¿Por qué es un aporte importante para la enseñanza de la lectoescritura?

La reciente investigación de 2022 de la Universidad de Los Andes destacó que el 96% de los alumnos de primero no conocen todos los sonidos de las letras. Si éste es el caso, es muy difícil para ellos y ellas leer y escribir. 

La forma individual y las conexiones con el sonido de cada letra se enseñan en profundidad con ejercicios creativos, todos basados en las imágenes de Alfadeca. El libro está diseñado de manera integradora con el programa principal, cuyo objetivo es ofrecer un conocimiento temprano muy seguro a los estudiantes de primero básico de las correspondencias grafema-fonema. 

¿Cuáles fueron los principales resultados de su implementación piloto en 2022? 

Creamos un grupo de trabajo conformado por profesionales especialistas del PIE y docentes de escuelas especiales y regulares para formar un equipo piloto en 2022. Los resultados fueron muy positivos en la elaboración del material. Además, durante el segundo semestre de 2022 se realizó una intervención piloto con este material en la Corporación Educacional Lo Hermida, de la comuna de Peñalolén en la Región Metropolitana, en el nivel correspondiente a quinto-sexto básico.

Este integra a 15 estudiantes de entre 9 y 12 años con Síndrome de Down, Trastorno del Espectro Autista (TEA), Discapacidad intelectual leve moderada y parálisis cerebral. De este grupo, cinco estudiantes aprendieron a leer en solo cuatro meses. Un resultado reconocido por Rocío Pardo, educadora diferencial del establecimiento que trabajó en esta intervención y quien destacó sus logros como un avance importante para toda la comunidad, considerando especialmente el poco tiempo transcurrido.

El proceso nutrió considerablemente el desarrollo de esta nueva publicación y significó un avance importante para toda la comunidad escolar, lo cual valoramos profundamente como Fundación. 

¿Cuáles son los próximos desafíos 2023 para la Fundación?  

Nuestro desafío para el 2023 más que nada será recuperar el ritmo que exigen las clases, para poder aprender el abecedario en el primer semestre de primero. Para nosotros como Fundación Sara Raier de Rassmuss, y para todo Chile, los índices de ausentismo son un problema nacional para resolver. Debemos hacer todo lo posible para comunicarnos con las familias sobre la importancia de llevar a sus hijos a la escuela. 

Con frecuencia, les contamos a nuestras escuelas sobre el cableado en el cerebro de los niños que enseñamos, porque si las conexiones necesarias no se hacen antes de los 10 u 11 años, el cerebro podará lo que no ha usado, dejando al niño o niña con un déficit potencial para la vida.