FT Weekend
*Por Richard Waters
Este domingo, el Director Ejecutivo de Uber Travis Kalanick intentó apaciguar una controversia de acoso sexual en la compañía de servicios de taxi, luego de que una ex ingeniero declarara que habían intentado ocultar su queja de insinuaciones sexuales no deseadas por de parte de un gerente.
En una extensa publicación de su blog, Susan Fowler, quien dejó la empresa en diciembre para unirse a la compañía de pagos Stripe, dijo que había recibido una propuesta sexual de un jefe en el primer día que estuvo en el equipo. Se quejó en el departamento de recursos humanos, y la única respuesta que obtuvo, según cuenta, fue que el jefe no iba a ser despedido y que si ella quería podía cambiarse a otro equipo.
La señorita Fowler comentó que más tarde, otras mujeres en la compañía situada en San Francisco le habían confesado que habían tenido experiencias similares con el mismo jefe, y que le habían dicho que era la primera vez que se había realizado una queja de ese tipo en su contra.
En un tuit, Kalanick describió esta acusación como “aborrecible y en contra de todo lo que nosotros creemos”, y dijo que ordenaría una investigación inmediata.
Arianna Huffington, una empresaria de los medios online quien es también miembro del directorio de Uber, se acopló a Twitter más tarde para decir que Kalanick le había pedido que analizara las declaraciones y se hiciera cargo de ellas en “una investigación completa e independiente que comenzara de inmediato”.
Las demandas por acoso sexual son otro golpe a una empresa que se ha visto cuestionada continuamente en el pasado respecto a su cultura corporativa.
Kalanick promovió deliberadamente una cultura agresiva en los primeros días de la compañía, combinando un plan de negocios disruptivo que desafía tanto a la industria de taxis establecida y a los reguladores. Pero el estilo ofensivo de Uber ha traído controversia, por ejemplo, cuando un ejecutivo superior amenazó con investigar la vida personal de un periodista que criticó a la empresa.
Uber está también tratando de recuperarse de una controversia política de principios de este año, cuando fue culpado por apoyar la controversial restricción de viaje de la administración de Trump. Cuando los conductores de taxis de Nueva York se fueron a huelga por la prohibición, Uber anunció de que no cobraría su alta tarifa para aquellos que viajaran al aeropuerto – un gesto que fue ampliamente visto como una manera de mejorar su negocio, aunque Uber acusó un malentendido.
Eventualmente Kalanick abandonó su postura en el consejo asesor de negocios el Presidente Donald Trump para intentar silenciar las denuncias.
En su blog, Fowler dice que la proporción de mujeres en el área en que ella trabajaba en Uber ha caído de más del 25 por ciento a menos del 6 por ciento cuando intentó ser transferida a un área diferente de la empresa.
“Las mujeres fueron trasladadas fuera de la organización, y aquellas que no pudieron ser trasladadas renunciaron o se prepararon para hacerlo,” dijo. “Hay dos razones importantes para esto: existe un caos organizacional, y existe también sexismo dentro de la organización.”
*Traducido por: Daniela Monsalves, traducción Inglés-Español, Universidad Arturo Prat (UNAP).
