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El animal que puede vivir en un ambiente que mataría a cualquier otra criatura Naturaleza

El animal que puede vivir en un ambiente que mataría a cualquier otra criatura

Es microscópico, parece una medusa, y hace vida en condiciones verdaderamente extremas, como la falta de oxigeno. Y podría ser determinante para entender cómo surgió la vida en el planeta.


En 2010 parecía que los libros de texto de biología tendrían que ser reescritos.

En el fondo del mar Mediterráneo, en uno de los ambientes más extremos de la Tierra, un equipo de investigación encontró evidencia de un animal capaz de vivir toda su vida sin oxígeno.

Ninguno de los otros millones de especies animales conocidas puede hacer eso.

Los diminutos animales mediterráneos pertenecen a un grupo llamado loricíferos, tan inusual que no fue descubierto hasta la década de los 80.

Los loricíferos son del tamaño de una ameba grande. Viven en sedimentos fangosos en el fondo de los mares.

Supuestamente, ese barro debe contener algo de oxígeno para permitir que los animales respiren, pero el barro en la cuenca de L’Atalante en el fondo del Mediterráneo no lo tiene.

50.000 años sin oxígeno

Durante un período de una década, Roberto Danovaro, de la Universidad Politécnica de Marche, Italia, y sus colegas barrieron las profundidades de la cuenca de L’Atalante. Se encuentra a 3,5km bajo la superficie, a unos 200 km de la costa occidental de Creta.

El spinoloricus parece poder vivir sin oxígeno.

La parte interior de la cuenca está completamente desprovista de oxígeno, ya que los antiguos depósitos de sal enterrados bajo el fondo marino se han disuelto en el océano, haciendo que el agua se vuelva más salada y densa. Ha estado sin oxígeno durante más de 50.000 años.

Debido a esto, el equipo no esperaba encontrar «formas de vida más complejas» -animales- viviendo allí. Pero encontraron tres nuevas especies de loricíferos, aparentemente prosperando en el barro.

Las criaturas no sólo deben afrontar niveles de oxígeno cero.

Los loricíferos están rodeados de sulfuros venenosos y viven en aguas saladas tan extremas que las células normales se convierten en cáscaras secas.

«Cuando los vimos por primera vez no podíamos creerlo», dice Danovaro.

«Antes de este estudio sólo se habían encontrado dos ejemplares en el Mediterráneo profundo. ¡Había más organismos en 10 centímetros cuadrados de cuenca anóxica (sin oxígeno) que en el resto del mar Mediterráneo!».

Incredulidad

La mayor sorpresa, por supuesto, fue el hecho de que los diminutos animales parecían sobrevivir sin ningún tipo de oxígeno.

El oxígeno cambió la vida sobre la Tierra.

Esto hizo que su descubrimiento fuera difícil de creer para otros científicos.

«Realmente no lo creímos al principio, nos tomó 10 años confirmar a través de experimentos que los animales realmente estaban viviendo sin oxígeno», señala Danovaro.

Esos experimentos fueron difíciles de realizar.

Los científicos no podían llevar a los animales vivos a la superficie, porque el viaje los mataría instantáneamente. Lo que podían hacer era poner a prueba a los pequeños animales para detectar signos de vida en el fondo marino.

Además, algunos de los loricíferos parecían tener huevos en sus cuerpos, sugiriendo que se estaban reproduciendo.

Otros encontraron en el proceso de desprendimiento y mudanza de su cubierta, un indicio adicional de que estaban vivos.

Finalmente, los loricíferos en L’Atalante estaban completamente intactos y no se descomponían en absoluto, a diferencia de otros animales microscópicos que los investigadores encontraron en el ambiente salino, ausente de oxígeno.

Después de este cuidadoso trabajo, Danovaro y sus colegas hicieron públicos sus hallazgos: los loricíferos vivían en un ambiente completamente desprovisto de oxígeno.

Su artículo de 2010, publicado en la revista BMC Biology, fue una sensación científica.

Más escepticismo

Aun así, algunos otros investigadores no están convencidos.

Hay algo extraño viviendo en lo profundo del Mediterráneo.

Un segundo equipo visitó el Mediterráneo en 2011 para examinar los loricíferos y su entorno inusual. Sus hallazgos, publicados a finales de 2015, desafían la idea de que realmente viven sin oxígeno.

Joan Bernhard, de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts, lideró este segundo equipo. Bernhard y sus colegas recolectaron muestras de barro y agua justo encima de las piscinas anóxicas de L’Atalante.

El equipo encontró la misma especie de loricíferos descubierta por Danovaro. Pero estos vivían con niveles normales de oxígeno, y en las capas superiores del sedimento por encima de las piscinas anóxicas.

Cuanto más se acercaban las muestras de los investigadores a la cuenca anóxica del agua, menos loricíferos vivos encontraron.

Bernhard sostiene que es extremadamente improbable que los loricíferos se adapten a vivir tanto en áreas totalmente sin oxígeno y altas en sal, como con oxígeno abundante y niveles normales de sal.

En lugar de eso, su equipo sostiene que cadáveres de loricíferos podrían haber flotado abajo en los sedimentos fangosos de la cuenca de L’Atalante, donde fueron habitados por bacterias.

Sin embargo, en junio de 2016 Danovaro y su equipo volvieron a rebatir este escenario alternativo.

No había oxígeno cuando la vida comenzó en la Tierra.

Dicen que, debido a que el equipo de Bernhard no recolectó muestras de barro de las áreas de la cuenca que están permanentemente sin oxígeno, no pueden estar seguros de que los loricíferos no vivan allí.

El equipo de Danovaro también señala que, si los diminutos animales estuvieran realmente muertos y habitados por bacterias, esto habría sido obvio cuando los loricíferos fueron examinados bajo un microscopio.

«Hemos podido demostrar que estos animales estaban presentes en diferentes capas dentro del fango», dice Danovaro.

«Algunas de las capas son de varios miles de años de edad y por lo tanto, si estos animales estaban muertos y conservados, es un poco increíble que animales en barro de 3.000 años de edad se mantengan como los que se encuentran en la superficie».

Por qué tantas dudas

Pero ¿por qué existe tal controversia sobre si los animales pueden sobrevivir sin oxígeno?

Nadie duda de que las bacterias puedan sobrevivir así, por ejemplo.

Toda la vida depende de la electricidad.

Todas las formas de vida en la Tierra deben generar energía si quieren comer, reproducirse, crecer y moverse.

Esa energía viene en forma de electrones, las mismas partículas cargadas negativamente que fluyen a través de cables eléctricos.

Los animales obtienen sus electrones del azúcar en los alimentos que comen.

En una serie de reacciones químicas que suceden dentro de las células animales, estos electrones se liberan y se unen al oxígeno. Ese flujo de electrones es lo que energiza los cuerpos animales.

Cuando la chispa de la vida se encendió por primera vez, había poco oxígeno alrededor.

Y muchas de estas formas de vida -como bacterias y arqueas- siguen viviendo felices sin oxígeno hoy en día.

Cuando los niveles de oxígeno aumentaron, hace cientos de millones de años, fue como si se hubiera quitado un freno a las ambiciones de la evolución.

Un grupo de formas de vida llamadas eucariotas -que incluye a los animales- se aprovecharon, adaptándose para aprovechar la nueva sustancia en su metabolismo y haciéndose mucho más complejas como consecuencia.

Los animales que dependen del oxígeno han crecido en forma descomunal.

«La teoría es que la evolución de la vida aumentó cuando el oxígeno se hizo disponible en la atmósfera y el océano», dice Danovaro.

Entonces, ¿por qué los loricíferos pueden sobrevivir sin oxígeno cuando otros animales no pueden?

«Son muy pequeños, del tamaño de una ameba grande», dice Danovaro.

«El pequeño tamaño ayuda, ya que son pequeños, sus requerimientos energéticos son menores».

Esto tiene importantes ramificaciones para entender cómo y en qué condiciones apareció la vida en primer lugar.

Por ahora la comunidad científica espera con el aliento contenido más pruebas que confirmen o refuten el hallazgo original.

«Creo que hay un estancamiento actualmente», dice Martin. «Lo que se necesita son más muestras para un estudio más detallado».

 

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