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El nuevo y esperanzador tratamiento que podría reparar los daños de la esclerosis múltiple FT Weekend

El nuevo y esperanzador tratamiento que podría reparar los daños de la esclerosis múltiple

“Las terapias actuales pueden limitar o detener los brotes de EM, pero no pueden reparar el daño”, indica Yvonne Dombrowski, una de las investigadoras. “Nuestro enfoque podría reparar el daño, así como también reducir los ataques”, afirma.


Por Clive Cookson*

Un equipo internacional de científicos establecidos en la universidad Queen’s University Belfast descubrió un potencial tratamiento para reparar el daño nervioso causado por la esclerosis múltiple (EM).

Los investigadores afirman que este “importante descubrimiento” puede producir los primeros tratamientos que reviertan el curso de la EM y de otros desórdenes neurológicos debilitantes.

“Las terapias actuales pueden limitar o detener los brotes de EM, pero no pueden reparar el daño”, indica Yvonne Dombrowski, una de las investigadoras. “Nuestro enfoque podría reparar el daño, así como también reducir los ataques”.

Este estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, muestra cómo las células inmunes llamadas linfocitos T reguladores (“Tregs”) liberan una proteína conocida como CCN3, la cual estimula la reconstrucción de la mielina, una membrana protectora que cubre las fibras nerviosas.

Los ataques autoinmunes pueden destruir a la mielina, lo que causa los síntomas de la EM como la pérdida de visión, dolor y parálisis.

Si bien la investigación se realizó en ratones de laboratorio y no ha habido una prueba en humanos del procedimiento, los investigadores de Queen’s dicen que un tratamiento basado en Tregs y CCN3 podría “revolucionar” la terapia de EM.

La esclerosis múltiple es la enfermedad neurológica más común entre los adultos jóvenes, afectando a aproximadamente 2,3 millones de personas en todo el mundo. Una docena de fármacos, con ventas anuales de US$20 mil millones (unos 665 mil millones de pesos chilenos), se encuentra disponible para aliviar los síntomas de la EM, ralentizar su progreso o reducir tanto su gravedad como la de los brotes. Algunas de las empresas que producen tratamientos para la EM son Biogen, Novartis, Teva y Sanofi.

“El presente estudio nos proporciona un importante entendimiento de cómo se puede estimular la reparación de la mielina, lo que podría abrirnos a nuevas áreas para el desarrollo de tratamientos”, nos cuenta Sorrel Bickley, jefe de investigación biomédica de la MS Society (“Sociedad de la Esclerosis Múltiple”), una organización caritativa británica que se concentra en la investigación y el apoyo a personas afectadas por esta enfermedad.

“Damos la bienvenida a esta colaboración internacional liderada por Irlanda del Norte, donde las cifras de afectados por EM se encuentran entre las más altas del mundo”, añadió. Más de 4.500 norirlandeses padecen de esta enfermedad.

Los científicos de Queen’s, en conjunto con investigadores de universidades de Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia y los Estados Unidos, condujeron una serie de experimentos con ratones genéticamente modificados o tratados con químicos para desarrollar el equivalente de la EM en roedores.

Primero descubrieron que al trasplantar células inmunes Treg en ratones con EM, la mielina dañada comienza a crecer de nuevo. Esta recuperación se produce gracias a que las Tregs estimulan a que las células madres en el cerebro maduren hasta formar oligodendrocitos, células especializadas en la formación de la mielina.

En otra investigación, los científicos descubrieron que las Tregs logran este efecto al secretar CCN3, y este tratamiento con la proteína solamente ayudó al resurgimiento de la mielina en los ratones. La proteína CCN3 se conocía como una de las moléculas que regulan el crecimiento celular, pero no era reconocida como estimulante de la mielinización.

Aún se necesitan más estudios con células Tregs humanas para alcanzar la etapa de pruebas clínicas con CCN3 u otro fármaco derivado de ésta, dice la doctora Dombrowski añadiendo que “no queremos crear falsas esperanzas en los pacientes con EM”.

*Traducido por Nickolás Lillo, Traducción Inglés/Español Universidad Arturo Prat (UNAP).

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