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Problemas de Tiroides: reconociendo síntomas y actuando a tiempo Salud

Problemas de Tiroides: reconociendo síntomas y actuando a tiempo

Daniela Adonis
Por : Daniela Adonis Estudiante de Periodismo, Universidad Santo Tomás
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Un diagnóstico temprano es fundamental, especialmente en el hipertiroidismo. Los antecedentes familiares y la presencia de otras enfermedades autoinmunes aumentan el riesgo de padecer problemas tiroideos.


Los trastornos de la glándula tiroidea son a veces muy difíciles de identificar, esto se debe a la variabilidad de síntomas que pueden asemejarse a otras afecciones. Reconocer señales clave y actuar a tiempo es importante y, sobre todo, crucial para abordar estos problemas de manera efectiva, permitiendo el desarrollo normal de nuestra cotidianidad y una salud óptima.

Nicole Lustig, jefa de Diplomado de Enfermedades endocrinas del adulto en la Universidad Católica de Chile, señala que el “hipotiroidismo puede presentar muchos síntomas que, además, pueden traslaparse con los de otras enfermedades, como cansancio, fatiga, caída de pelo, piel seca, intolerancia al frío, constipación, alteración de memoria, y un aumento leve de peso”.

Por otro lado, el hipertiroidismo se relaciona directamente con la pérdida de peso, sudoración, palpitaciones, temblores en las manos, insomnio, crisis de ansiedad. También menciona que pueden existir algunas manifestaciones oculares, como hinchazón de párpados, enrojecimiento ocular y sensación de presión ocular.

Identificar los síntomas asociados a la fatiga general y aquellos trastornos tiroideos puede ser complicado y difícil. La instructora del Departamento de Endocrinología enfatiza que se deben buscar otros síntomas acompañantes, y al realizar el estudio, descartar enfermedades tiroideas, así como solicitar otros estudios de enfermedades asociadas a la fatiga, como anemia o insuficiencia renal, por ejemplo.

Diagnóstico y factores que pueden influir en un trastorno tiroideo

Los antecedentes familiares y la presencia de otras enfermedades autoinmunes aumentan el riesgo de padecer problemas tiroideos. La especialista señala que “padecer otras enfermedades autoinmunes aumenta el riesgo de enfermedad tiroidea de este origen” y manifiesta que “existe un componente genético heredable, por lo que tener familiares con enfermedad tiroidea aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad”.

La profesional indica que “si se sospecha una enfermedad tiroidea, se debe buscar siempre atención médica” y enfatiza que “el diagnóstico solo se puede confirmar con exámenes de laboratorio compatibles”.

Exámenes como los de “TSH o hormona tiroestimulante, T4 o tiroxina y, en ocasiones, T3 o Triyodotirosina” pueden ayudar a determinar la enfermedad. También hay ocasiones en las que “es necesario complementar con estudios de anticuerpos específicos” o ecografías en caso de sospecha de alteración anatómica, como nódulos tiroideos.

Estilo de vida y cuidado preventivo

Un diagnóstico temprano es fundamental, especialmente en el hipertiroidismo. Lustig manifiesta que “es relevante el diagnóstico temprano ya que los efectos adversos en nuestro cuerpo pueden ser muy negativos, sobre todo en el riesgo cardiovascular y en la probabilidad de tener osteoporosis y fracturas”. Añade que, a la inversa, en el hipotiroidismo existe el “hipotiroidismo subclínico, una entidad que rara vez es una urgencia, pero en casos de embarazo o planes de embarazo, requiere tratamiento precoz”.

La presencia de nódulos tiroideos puede complicar un poco más el panorama, principalmente porque pueden derivar en cirugía. La experta señala que, en el caso del hipertiroidismo, “es difícil pero resulta ser un tratamiento definitivo”, no así en el caso del hipotiroidismo, en el cual “genera aún más descompensación de la enfermedad, por lo que requiere ajuste en el tratamiento y mayor seguimiento”.

Mantener un estilo de vida saludable, peso equilibrado, dieta balanceada y ejercicio puede ayudar a reducir las probabilidades de desarrollar problemas tiroideos. Sin embargo, Lustig señala enfáticamente que “ayudan a tener menos probabilidades de desarrollar enfermedades tiroideas, pero no anulan su probabilidad al 100%”.

Por ello, lo fundamental y más importante es controlarse, estar en seguimiento y prestar atención al cuerpo si presentamos sintomatología que podría derivar en un problema tiroideo importante. 

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