El senador socialista Pedro Muñoz dio a conocer este martes su «irrestricto respaldo» a la propuesta efectuada por la Federación de Trabajadores del Petróleo (Fenatrapech) que busca bajar los precios de las bencinas, a través de la redistribución del impuesto específico a los combustibles.
Asimismo el legislador fustigó al Gobierno del Presidente Sebastián Piñera por modificar el anterior fondo de estabilización de los precios de los combustibles, reemplazándolo por uno denominado Sipco que, según su opinión, «ha fracasado rotundamente pues el mecanismo está pensado para tramos largos y no logra atenuar los incrementos casi semanales de precios que se han producido».
Muñoz precisó que esto agrava las deficiencias del sistema de impuestos a los combustibles existentes, pues contiene exenciones y créditos a favor de empresas que terminan siendo soportados casi exclusivamente por pequeños usuarios y automovilistas.
«Hoy unos pocos usuarios de combustibles, los automovilistas, pagan casi 300 pesos de impuesto, mientras muchos otros usuarios, entre ellos las grandes empresas, no pagan porque lo recuperan. Necesitamos un nuevo esquema que distribuya la carga entre todos. Siguiendo el mismo ejemplo, podríamos todos pagar 30 pesos, en lugar de que algunos paguen 300 y otros nada», señaló el senador Muñoz.
Por su parte, el presidente de los trabajadores del petróleo, Jorge Fierro, sostuvo que «los grandes industriales no están pagando impuestos. Hoy un ciudadano paga 6 UTM por metro cúbico de petróleo, nosotros decimos que con esta nueva propuesta van a pagar 2,4 UTM, sólo redistribuyendo el impuesto específico, manteniendo al mismo tiempo la recaudación fiscal».
Según Fierro este documento fue entregado en diciembre al ex ministro Rodrigo Álvarez, sin obtener respuesta, por lo que nuevamente ingresó al gabinete de Energía, pero esta vez con copia al nuevo titular, Sergio del Campo.
En tanto Miguel Márquez, economista que participó en la propuesta, indicó que los beneficios de esta iniciativa representarían una disminución significativa para el presupuesto familiar, junto con actuar en el corto y mediano plazo ya que contempla crear una fuente para financiar medios alternativos de energía.
Márquez también indicó que si se disminuyera en los porcentajes estimados, podría significar al menos un 30 por ciento menos, es decir, se podría alcanzar los 600 pesos en el caso de las gasolinas en vez de los 800 ó 1000 que pueden alcanzar en regiones extremas.
upi/so
