La mayor cadena de indumentaria de los Estados Unidos ha aumentado este año 37 por ciento, a US$25,48, y el 26 de marzo llegó al cierre más alto en 10 años. Los analistas incrementan sus objetivos de precios a niveles –US$28 y más- que no se veían desde que una de las compañías de mejor desempeño de la década de 1990 empezó a perder pie en 2001.
La euforia se motiva en parte en las ventas de febrero y marzo de locales que tienen como mínimo un año de operaciones, que superaron las estimaciones de los analistas y constituyeron los mejores resultados consecutivos desde 2010. Luego de abandonar Gap por firmas como Hennes Mauritz AB y Forever 21 Inc., los consumidores estadounidenses han comprado jeans de colores vivos en los locales de Gap y vestidos inspirados en la década de 1960 de la colección “Mad Men” de Banana Republic. Los artículos de la cadena infantil de Diane von Furstenberg aparecen en el sitio web de EBay Inc. a alrededor del doble del precio minorista original.
Hasta los analistas que en momentos anteriores del año eran menos alcistas en relación con Gap han cambiado de opinión. Dos meses de ventas comparables robustas llevarán a más gente a “sumarse al coro positivo” sobre Gap, escribió Dorothy Lakner, de Caris Co. en Nueva York, en una nota del 5 de abril. Por primera vez desde mayo, Lakner cambió su recomendación a “por encima del promedio” y elevó su objetivo de precio de US$27 a US$32.
La gran pregunta es si los aumentos de Gap son sostenibles, dijo Dave Weiner, un analista de Deutsche Bank AG en Nueva York.
“Es prematuro decirlo”, señaló Weiner, que tiene un objetivo de precio de US$19 y recomienda conservar las acciones de Gap. “Lo que la marca tiene que hacer es demostrar que puede vender productos a precio completo. Aún es una marca muy promocional”.
Los aumentos de Gap se producen en momentos en que los estadounidenses siguen gastando con prudencia. Las ventas en locales que llevan más de un año en operaciones en los Estados Unidos crecieron 3,9 por ciento el mes pasado y superaron la estimación de un incremento de 3,3 por ciento porque muchas cadenas utilizaron descuentos para atraer compradores. Si bien las ventas de Gap treparon 8 por ciento, un tiempo cálido no habitual para la estación y la Pascua temprana pueden haber llevado a los compradores a aprovisionarse de ropa de primavera con anticipación.
Cuando Glenn Murphy, que tiene 50 años, se convirtió en el máximo responsable ejecutivo de Gap en 2007, se concentró en las ventas internacionales y online, al tiempo que reducía o cerraba locales en el país. Desde 2007, las ventas en los Estados Unidos y Canadá han caído 6,6 por ciento, y algunos inversores empezaron a buscar crecimiento en el exterior. En los últimos 12 meses, Murphy ha vuelto a hacer hincapié en América del Norte, que el año pasado generó el 85 por ciento de las ganancias de US$14.500 millones de la compañía.