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Escuela contra machos: la alternativa mexicana para acabar con la violencia de género Destacado

Escuela contra machos: la alternativa mexicana para acabar con la violencia de género

La Secretaría de Salud de la Ciudad de México ofrece talleres exclusivos para hombres que son violentos con su pareja. Existe una propuesta para aplicarlo en más zonas de ese país.


En México existen altos índices de violencia de pareja -en promedio 22 mil mujeres son atendidas en centros de salud en la capital por esa razón- y a pesar de las medidas implementadas por las autoridades locales no han logrado mejorar el problema.

Por eso surgió una alternativa distinta a los programas tradicionales que comúnmente se centran en las víctimas: desde hace un año y medio, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México optó por la creación de una escuela para reeducar a los hombres que han agredido a sus parejas.

El creador de esta iniciativa es se llama Antonio Morales, quien relató a El Universal que la primera vez que se acercó a las autoridades para presentarles su proyecto, éstas se rieron y le respondieron “No pierdas el tiempo Toño, eso no funciona. Los hombres son un caso perdido, detenerlos o encarcelarlos es la única alternativa”.

Pero Morales tenía un enfoque distinto, pues no entendía por que las mujeres debían abandonar su hogar para dejar de ser agredidas. Para él, era el hombre quien se tendría que educar para evitar que el problema siguiera. Por eso con el tiempo comenzó a trabajar en algunos talleres con los victimarios.

“Este proyecto se fundamenta en la ley federal de acceso a las mujeres por una vida libre de violencia, la cual también incluye a los hombres, por lo tanto, al trabajar de forma preventiva con cada uno de estos hombres, estamos coadyuvando a la no violencia acabando con el problema de raíz en lugar de esconderlo”, explicó.

La escuela contra “machos” está conformada por 24 psicólogos. Su objetivo es hacer que ellos entiendan cómo sus actitudes afectan a sus parejas a través de talleres grupales donde se habla de la masculinidad y se les explica que la violencia no forma parte de esa característica.

“El reto es que ellos se acerquen y cuando lo hacen lograr, que permanezcan. Tiene mucho que ver con la forma en la que se aborda el tema, pues en su mayoría en cuanto escuchan la palabra violencia se alertan sus defensas y se cierran al tratamiento”, aseguró el fundador de la escuela.

Según los expertos, la clave es lograr que los usuarios entiendan que su violencia es una conducta aprendida y no algo con lo que se nace o una forma de ser.

“Les hablamos del futuro y de las consecuencias que la violencia trae consigo. Varios de los hombres que acuden a la escuela lo hacen cuando ya se encuentran completamente solos después de haber destruido sus relaciones por sus conductas agresivas”, comentó uno de los doctores que trabaja con Morales a El Universal.

Pablo, uno de los asistentes al taller, señaló a Televisa que los talleres “van encaminados a darnos cuenta de toda la violencia que pueden sufrir no solo las mujeres sino también los hombres”. Además asegura haber aprendido que cosas como los quehaceres del hogar no son exclusivo de las mujeres: “Ahora, en estos momentos de reflexión, nos damos cuenta que no es así, que el hombre no por el hecho de ser hombre no puede apoyar a su pareja”.

 

 

“Es un proceso de trabajo con ellos, muy arduo, con respeto a un aspecto de psicoeducación”, explicó Morales.

 

El curso dura un año con sesiones semanales gratuitas de dos horas y media,y pueden asistir voluntariamente quienes se asumen como violentos con sus parejas. El problema es la constancia: de los mil seis que se inscribieron solo 62 terminaron el primer año. Muchos se sienten confrontados y no reconocen que son violentos y agresores.

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