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Parto en casa: la cuestionada alternativa para dar a luz que gana adeptos ante la violencia obstétrica Embarazo

Parto en casa: la cuestionada alternativa para dar a luz que gana adeptos ante la violencia obstétrica

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
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El caso de la muerte de un recién nacido luego de que sus padres decidieran que el parto fuera en casa y sin asistencia profesional, nuevamente planteó el debate en la seguridad de esta opción. Sus defensores aseguran que no se recomienda para todas las mujeres y que hay que considerar varios factores, pero que es la mejor opción ante la violencia obstétrica que se da en muchos de los centros de salud de nuestro país ante la falta de regulación.


Dos hechos en los últimos días han puesto nuevamente el tema de la regulación de los partos y la violencia obstétrica en el ojo del huracán. Por un lado, The Clinic dio a conocer como Antonia y Eduardo (no son sus nombres reales) fueron formalizados por infanticidio por el Ministerio Público luego de que decidieran tener a su hijo en casa sin ninguna asistencia y el menor terminara muerto.

Paralelamente, el Servicio de Salud de Arauco suspendió por dos meses la realización de partos en el Hospital de Contulmo, luego de que una mujer muriera tras un procedimiento irregular que buscaba forzar la salida de la placenta, lo que le provocó una hemorragia.

La opción por alejarse de los centros de salud para evitar procedimientos irregulares y no consentidos al momento de dar a luz, ha hecho que tanto en Chile como en el mundo, las madres o ambos progenitores busquen alternativas para evitar ciertos vicios que se dan durante el trabajo de parto y han llevado a que crezca la tendencia de hacerlo en casa. Sin embargo, también existen detractores de esta tendencia que creen que es irresponsable que madre e hijo se expongan innecesariamente considerando los avances médicos que existen en la actualidad.

Pero lo primero es… ¿es ilegal dar a luz en casa? Que el parto sea en el hogar o en un centro de salud depende de la elección de la madre o ambos progenitores. De hecho hay países como Holanda donde existen hasta hoteles para tener un hijo, entre otras alternativas.

En el caso de Chile “no hay ilegalidad en principio, se puede tomar como una opción de los padres. Los problemas pueden ser posteriores en el sentido de que se pueden generar responsabilidades por eventuales consecuencias negativas de la decisión. No hay posibilidad de atención de emergencia en casa por mucho que el parto sea asistido profesionalmente, pero quienes toman la decisión de que sea así deben conocer de antemano todos los pro y contras de esa decisión”, explica el abogado Carlos Durán.

En ese sentido, “podría darse (y ha pasado) el caso en que el hijo nace vivo y presenta una emergencia médica al momento de vida y por ser un parto en casa no hay posibilidad de acceder a una infraestructura médica de urgencia adecuada para salvarle la vida. Respecto de esa muerte se podría entender de que hubo responsabilidad de quienes tomaron la decisión voluntaria de realizar un parto así, pero siempre será discutible”.

De todas maneras, el abogado cree que es “muy difícil que haya una condena porque tendría que ser por homicidio por omisión y la discusión va a estar en la omisión”.

Actualmente se estima que menos del 2% de los partos se dan en casa, según las partidas de nacimiento del Registro Civil, es decir, una cifra cercana a 3 mil alumbramientos anuales. Es por eso que para muchos está práctica es desconocida y casi clandestina, pese a que hay varias organizaciones y profesionales que se dedican a promoverlo.

“El parto en casa no es algo clandestino. no hay ninguna norma que prohíba el parto en casa -tampoco que lo permita- pero está dentro del ejercicio de la autonomía de la libertad de la mujer consagrada en la Constitución”, señala Naihomi Gálvez, fundadora de Cría Iguales y vocera de la Coordinadora por los Derechos del Nacimiento-Chile.

«Las ventajas de un parto en casa en el caso de mujeres de bajo riesgo, que estén saludables y que sean planificados y  por lo tanto sean atendidos por un profesional de la salud (matronas) son, por ejemplo, que hay menos intervención, hay una mayor tasa de parto vaginal y menor traumatismo perineal», explica Galvez.

Pero los beneficios a los que apuntan no son sólo físicos, al tener «una mejor experiencia de parto para la mujer y esto va a repercutir en una gran esfera, no solamente en el momento sino en el bienestar emocional y en el estado psicológico que va venir después en el puerperio».

«Además no existe la separación madre e hijo por lo tanto se van a respetar los tiempos que hacen posible un buen apego. Por otro lado el padre o el acompañante afectivo que elija la madre puede acompañarla en forma continua y no hay interrupciones ni pausas ni protocolos por los cuales deben separarse. También se favorece la lactancia materna porque no existe separación porque no hay intervención, por lo tanto tenemos mayor contacto con la piel y apego prolongado», señala la vocera.

En cuanto a las desventajas que existen, «tienen que ver con las opciones del manejo del dolor: las opciones farmacológicas no existen, no se puede poner la epidural ni ningún tipo de anestesia».

Y el principal motivo es la posibilidad de reaccionar ante algún evento adverso que requiere cuidados avanzados con respecto al bebé o a la mamá: «Hay que hacer un traslado al hospital el cual puede ser con mayor complejidad que cuando nos encontramos en el lugar y muchas veces el tiempo es importante. Éste es el principal argumento, sin embargo, ante esto existen estudios con mejor evidencia ante este tema y que han revelado que la tasa de eventos adversos y complicaciones graves en mujeres de bajo riesgo, atendidas por profesionales de la salud adecuados, es similar a lo que se puede esperar en un hospital o en una clínica, por lo tanto no habría mayor diferencia»

Otro de las desventajas de un parto así es el costo económico que significa, ya que ni Fonasa ni las isapres dan cobertura a esta alternativa.

Marisol Larraín es doula (mujeres que acompañan a otras en el proceso de la gestación) hace 17 años y ha asistido diversos partos en casa. Ella misma ha tenido a sus cinco hijos de esta manera, sin complicaciones. Las dos primeras veces una matrona estuvo con ella, pero en la tercera ocasión la profesional no alcanzó a llegar y realizó el proceso solamente acompañada de su pareja. Sin embargo, sostiene que ella pudo hacerlo gracias a su experiencia y que no es factible para quienes no tienen los conocimientos.

«Es muy importante tener en cuenta que para dar a luz en casa primero la pareja debería estar informada y asistir a cursos, talleres , charlas, etc., y buscar a otras madres que hayan vivido una experiencia similar a lo que buscan. También es esencial que la madre tenga muy buena salud y que se pueda comprobar a través de sus exámenes, y elegir un equipo de médicos (obstetras y matronas) con experiencia en partos sin intervención y más ideal aún, que además tengan experiencia de partos en casa», señala Larraín.

Marisol recomienda que la madre sea acompaña por una doula o partera con mucha experiencia en partos en casa, e idealmente que haya dado a luz a sus hijos sin intervención para que la pueda guiar y acompañar en este proceso. Y es enfática: «Jamás deben dar a luz solos si no tienen la experiencia. Jamás deben dar a luz en una situación de abandono total o acompañarse de parteras o doulas sin experiencia.. La contención es muy importante para que todo salga bien. Si hay miedos o inseguridades, las hormonas que afloran en un parto exitoso serán inhibidas por el miedo o por la incertidumbre. Y esto puede ser muy peligroso, porque las hormonas de la madre que está en el proceso de dar a luz se ven inhibidas y esto puede traer complicaciones en el parto».

Larraín explica que el espacio que elige la madre para dar a luz en casa tiene que cumplir con ciertas condiciones en que la pareja o la mujer se sienta protegida. «No pueden ser lugares llenos de gente, que pueda interrumpir el proceso. El ambiente que lo rodea debería ser de mucha intimidad, paz y calor. No puede ser un espacio frío, con corrientes frías, hay que tener mucho cuidado con la temperatura. Y tener comida idealmente lista», señala.

Y expresa que siempre hay que tener un plan B, y tener la clínica o el hospital visto en caso de que surja una emergencia. «Hay que avisar con tiempo al médico o a la matrona que el trabajo de parto se inició para que estén preparados», manifiesta.

Por su parte, Nahiomi Gálvez eplica que no cualquier persona puede parir en casa. «Las condiciones básicas son un embarazo de término, es decir, que sea mayor de 37 semanas de gestación. Los partos prematuros no pueden atenderse puesto que es más probable que el recién nacido necesite cuidados neonatológicos que no los va a poder tener en la casa», sostiene.

¿Por qué una mujer preferiría un parto en caso?

Pese a los prejuicios por creer que esta opción es por una suerte de «hippismo», la principal razón es para evitar la violencia obstétrica. Marisol Larraín cuenta que la gran mayoría de mujeres que la buscan como doula son mujeres que han tenido malas experiencias en partos anteriores y que quieren evitar volver a vivir un proceso así.

Similar opinión es la de Nahiomi Gálvez: «Esta tendencia ha aumentado en el mundo porque efectivamente son partos seguros y porque efectivamente ahí se cumple todo lo que no se cumple en un hospital o clínica» en cuanto a violencia obstétrica y que no permiten las condiciones idóneas para tener un parto respetado o parto humanizado.

Y es que hay otros países en los cuales el parto en casa está totalmente regulado y normalizado. En Holanda, 1 de cada 4 mujeres toman esta alternativa. En Inglaterra llega el 8%. En España existen protocolos emitidos por el ministerio de sanidad para el tratamiento y manejo del parto extra hospitalario. Y en Argentina el movimiento también va en aumento.

En nuestro país, las políticas públicas recomiendan, a través del programa Chile Crece Contigo y de otras medidas, el parto humanizado institucionalizado. Sin embargo, para Gálvez en la práctica no se cumple. «En Chile el parto humanizado no es una realidad. Las pocas cifras que existen de los niveles de violencia obstétrica, porque no se encuentra ni siquiera regulado y ni siquiera definido en alguna ley o en alguna política son alarmantes.  Tenemos casos de muertes en los hospitales en los que no existe acompañamiento donde las mujeres van a parir solas. Tenemos por otro lado que están las Salas de Atención Integral del Parto (SAIP) como en el hospital de la Florida, pero son excepciones a la regla, no es una realidad nacional. Cuando hablamos de que en Chile se promueve el parto humanizado institucionalizado no es una realidad. Chile tiene una deuda enorme con las mujeres. Ha existido avance en infraestructura, ha existido avance las salas Saip, pero no en la concientización y en la capacitación de los personales médicos», sostiene.

Por eso la Coordinadora por los Derechos del Nacimiento-Chile llamó a una concentración este miércoles para exigir una ley de parto humanizado, cuando se cumplen dos meses de la muerte de la pequeña Trinidad.

“Queremos hacer visible una lucha de muchos años por una ley que garantice y promueva el parto humanizado en todos los hospitales y clínicas de nuestro país. El abandono, la burla, la subestimación, los procedimientos de rutina innecesarios y el alto índice de cesáreas innecesarias son algunos ejemplos de violencia obstétrica que día a día lo viven cientos de mujeres en Chile”, dice la convocatoria. Y agrega: “No queremos olvidar, queremos reivindicar un derecho que debería ser inherente a todo ser humano: parir y nacer con dignidad”.

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