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Detalles del emotivo encuentro entre la hija de Joane Florvil y su padre Tribunal determinó que nunca hubo abandono

Detalles del emotivo encuentro entre la hija de Joane Florvil y su padre

Alejandra Valle
Por : Alejandra Valle Periodista, porteña. Conductora de televisión, editora de revistas, con un largo currículum en diversas plataformas de información. Directora en www.elmostrador.cl/braga @siliconvalle
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Fue la primera vez que varios vieron sonreír a Wilfred desde la muerte de su mujer. Es que por fin se hace algo de justicia, en el caso de esta inmigrante que ha conmovido al país. Virginia Palma, de la ONG Acción Mujer y Madre, relata lo que sucedió cuando se levantó la medida cautelar que alejó a esta pareja de haitianos de su hija.


El pasado miércoles 25 de octubre fue un buen día para Wilfred Fidele. Prácticamente dos meses después de que su hija le fuera arrebatada y un mes después de la trágica y confusa muerte de su mujer, Joane Florvil, a las 12.30 se realizó en el Tribunal de Familia de Pudahuel la audiencia de juicio, en la cual se resuelve que la hija de ambos debía regresar a vivir con el padre.

“Se alza esta medida cautelar que había en un momento, provocando la separación”, cuenta Virginia Palma, directora de la ONG Acción Mujer y Madre, quienes están ayudando a la familia de Joane.

En esa audiencia, la resolución dio por fin cerrado el tema del abandono de la menor, declarando que efectivamente nunca hubo abandono, ni vulneración de derechos.

“Con esta resolución nos trasladamos a la Casa Nacional del Niño donde fuimos muy bien recibidos por la directora, quien nos puso al tanto del estado de salud de la niña, que se encontraba en buenas condiciones, que hay que seguir un proceso de monitoreo, que son una serie de controles médicos que se tienen que llevar a cabo para seguir de cerca cómo se desarrolla la relación entre padre hija”, agrega Vicky.

El monitoreo debería durar aproximadamente seis meses. Lo principal es que se generen las instancias de apego, para que la niña se adapte otra vez a su familia. “Haber estado separada un mes en una edad bastante importante, en la que el contacto con la familia es imprescindible, significa y damos por entendido que es un trabajo que hay que realizar. Junto con eso, se dejaron algunas medidas de protección a favor de la menor. Por ejemplo, que la prensa no tome fotografías, ni se exponga imágenes de la niña, ni del padre para que puedan vivir este proceso en tranquilidad, de reencontrarse, de comenzar a vivir el duelo. Eso en favor de que ellos no se sientan acosados, ni intimidados en un momento que es delicado emocionalmente”, explica Palma.

Ese 25 de octubre, fue la primera vez que varios vieron a Wilfred sonreír. Especialmente aquellos que lo conocieron tras la muerte de Joane. “Vimos en sus facciones, en su cara, su forma de caminar, la alegría”, comenta Virginia. Y no es para menos. Las emociones de todos, desde los abogados hasta la familia, estuvieron a flor de piel.

“Para nosotros, como organización, sentimos que fue un logro. El día de la velatón, cuando personalmente me hago presente en la Plaza de Armas, tomé ese megáfono y ofrecí que poníamos a disposición un grupo de abogados y que nuestro compromiso era recuperar a la pequeña desde la Casa del Niño, bueno, estábamos cumpliendo con lo prometido”, relata la profesional con orgullo.

Wil se abalanzó entonces sobre Carla Monsalve, la abogada de Acción Mujer y Madre que llevó el caso. “Casi la tiró del tremendo abrazo que le dio”, relata riendo Vicky. “Nos agradeció muchas veces, al igual que su primo Fidel que tuvo unas palabras de agradecimiento para nosotras muy emotivas. Junto con ello la directora de la Casa Nacional del Niño también agradeció el que hubiésemos estado presentes, nos mostró las dependencias, nos dejó que tomáramos en brazos a la pequeña. Fue todo un acto muy amable, muy emotivo, muy respetuoso también”, añade.

De la Casa Nacional del Niño, la pequeña salió con muchos regalos, un ajuar, mudas de ropa, un peluche enorme, el calendario con todas las fechas para sus controles médicos. Por fin, tras un mes de sombras, de peleas, de rabias, del más trágico e injusto desenlace para la joven inmigrante haitiana Joane Florvil, sucedió algo favorable en esa familia.

“Queda, por supuesto, la pena enorme y la frustración de que volvieron Will con su hija solos a casa. Ahí falta la mamá. Todavía queda un proceso para sentir que se ha hecho justicia completamente. De hecho, el que se esté abriendo esta investigación por parte del Ministerio Público y que esta comisión de Derechos Humanos de la Cámara esté investigando, nos deja una sensación de que vamos en vía de hacer justicia, de que esto se acabe, pero nos queda mucho trecho aún mucho que recorrer. Lo fundamental, lo que más rápido necesitábamos hacer, era reunir a este padre con su hija y lo logramos, pero todavía queda el largo camino de la recuperación de esta familia y que se obtenga justicia, que se sepan los detalles de este caso el porqué de las irregularidades, de las faltas de protocolo de las responsabilidades que puedan tener las autoridades que intervinieron, de momento se hizo lo básico que era juntar la hija y el padre, pero queda mucho para hablar de justicia y de calma y reparación para esta familia”, opina la presidente de la ONG.

Desde la perspectiva legal, el tema de familia ya está zanjado. Sólo queda el proceso de monitoreo que se hace en todos estos casos, un seguimiento para estar seguros de que todos se adaptaron bien, que la menor está bien, que el padre está aplicando bien las habilidades parentales, que la familia en este caso las tías, Samanta y Roxana, también.

La pequeña debe también seguir con el chequeo de las apneas, con el pediatra y, después de eso, Wilfred y su hija podrán hacer su vida normal y no tener más que estar siendo intervenido o monitoreado.

“Este proceso es más bien de apoyo y creemos que es positivo y también esperamos poder ayudar desde nuestra área psicosocial, con acompañamiento. De momento y por lo menos dentro de 15 o 20 días, no tendremos ningún tipo de intervención, no queremos agobiarlo porque queremos que ellos refuercen sus lazos, que retomen su vida de familia normal y por supuesto, si ellos nos requieren vamos a estar aquí para lo que sea. Son seis meses que quedan por un tema de seguimiento más que nada para ver que no necesiten más apoyo. Entendemos que el padre ya fue peritado y es totalmente hábil para tener a su hija, así que suponemos que todo va a ir muy bien en estos meses que quedan de monitoreo y análisis de cómo se va a ir dando la relación padre-hija”, señala Virginia.

El espíritu de Joane podrá descansar, por fin sabiendo que su beba, como ella la llamaba, está con quien corresponde, su padre. Mientras, el cuerpo de esta mujer haitiana, cuya muerte conmovió al país, aún está en el Servicio Médico Legal, a la espera de que se solucionen algunos problemas administrativos, que han impedido que se puedan repatriar sus restos a la ciudad de Juana Méndez, donde nació Joane.

– Nos dijeron que la familia de Joane y Wilfred estaban un poco distanciados. ¿Será cierto?

– No es cierto, para nada. El día que se hizo la entrega de la menor desde la Casa Nacional del Niño, estaba presente tanto su tío Realino Florvile, como el padre, los primos, la mujer de su primo, y todos en familia llegaron juntos y se fueron juntos. Hay un trato bastante cordial. Sí hay pena y en esta pena hay veces que se han dicho cosas un poco fuertes, pero creo que le pasa a cualquier familia que de repente está tratando de buscar una respuesta a tanta injusticia, a una muerte tan macabra, pero en ningún caso están desunidos o enojados ni tienen las relaciones cortadas.

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