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María Teresa Ruíz, Premio Nacional de Ciencias: “Yo creo que es importante ponerte metas inalcanzables, porque ahí uno tiene una ruta marcada por ese objetivo” BRAGA

María Teresa Ruíz, Premio Nacional de Ciencias: “Yo creo que es importante ponerte metas inalcanzables, porque ahí uno tiene una ruta marcada por ese objetivo”

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Esta semana en Mujeres Inolvidables, destacamos a la gran astrónoma chilena, María Teresa Ruiz, galardonada con el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1997, quien ha sido una científica cercana dedicada a la investigación y educación con el objetivo de motivar a más personas, sobre todo niñas y niños, a interesarse por el mundo científico.


Aún en esta época, el mundo de las ciencias sigue siendo un campo marcadamente masculino. Sin embargo, hace años atrás, cuando la astronomía en Chile andaba en pañales, una mujer decidió apostarlo todo. Convencida en el aporte que hace la ciencia no sólo al país, sino que, a la humanidad, la científica chilena y profesora del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, María Teresa Ruiz, comenzó una aventura que jamás habría imaginado que terminaría en galardones de corte internacional, como “Mujer del continente” entregado por UNESCO.

María Teresa Ruiz nació el 24 de septiembre de 1946, actualmente tiene 73 años. En 1971 obtuvo la Licenciatura en Astronomía en la Universidad de Chile y posteriormente continuó sus estudios en la Universidad de Princeton, donde obtuvo el doctorado en astrofísica.

La gran astrónoma ha dedicado su vida al estudio especializado de las estrellas enanas de baja masa, en este sentido, ha descubierto una supernova en el momento de explotar, dos nebulosas planetarias en el halo de nuestra galaxia y la enana «café» en las proximidades del sistema solar llamada Kelu («rojo» en mapudungún).

Gracias a estos descubrimientos fue galardonada con el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1997 y el Premio L’Oréal-UNESCO a Mujeres en Ciencia en 2017, para este último fue seleccionada por una comunidad de más de 2.000 científicos líderes a nivel mundial. Al momento de la premiación, el presidente del jurado de ese año, el profesor Christian Amatore, químico miembro de la Academia de las Ciencias francesa, le dio el galardón declarándola «Mujer del Continente».

La actual presidenta de la Academia Chilena de Ciencias no lo tuvo fácil, cuando terminó sus estudios universitarios en la U. de Chile, en plena dictadura, debió relacionarse con Augusto Pinochet y “caerle en gracia” junto a un grupo de científicos, para poder utilizar el espacio que le correspondía a los científicos chilenos en los recién construidos observatorios, los cuales estaban inundados por científicos europeos y norteamericanos, quienes no estaban muy dispuestos a compartir, a pesar de que estaban en territorio chileno.

“Nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores no se preocupó para nada de dejar establecido que había un porcentaje de tiempo para los chilenos (…) hicieron dos decretos, uno corregido donde salía nuestro porcentaje y otro que no, y a Pinochet lo hicieron firmar el que no estaba corregido. Cuando él se enteró que lo habían hecho ‘leso’ entró el cólera”, contó la astrónoma a Sello Propio.

(Para conocer esta historia completa, revisa la entrevista realizada a la astrónoma en Sello Propio de El Mostrador).

En la actualidad, María Teresa no para de innovar en esfuerzos para acercar las ciencias a las personas, el año 2017 publicó un libro llamado “Hijos de las estrellas”, en donde condensa generosamente el conocimiento que existe sobre el universo, explicando en qué parte de este estamos, así como cuándo y cómo llegamos aquí. “La curiosidad y el espíritu explorador son los factores que propician la evolución de la humanidad, pues esta accede al conocimiento del mismo modo en que un niño pequeño explora el mundo que lo rodea tirando objetos al suelo para ver qué pasa”, describe en su libro.

Además, constantemente participa en charlas y actividades. En 2019, junto al famoso astrónomo José Maza, participaron en “Dos estrellas bajo un mismo cielo”, un ciclo de charlas masivas sobre el cosmos. En aquella ocasión, Ruíz señaló que, “para mí siempre es un agrado contarle a la gente lo maravilloso de buscar respuestas en el cosmos. Yo me enamoré del cielo hace muchos años atrás, ojalá que muchos y muchas luego de nuestras charlas puedan ver el cielo con otros ojos”.

Para la doctora en astrofísica, ni si quiera el cielo es el límite. “Yo creo que es bien importante ponerte metas bien inalcanzables, lo más inalcanzable posible, porque ahí uno tiene una ruta marcada por ese objetivo. Si tú te pones metas muy poco ambiciosas los alcanzas y te quedas como… sin nada que te marque para donde seguir”, dijo.

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