
Memes y humor machista en decadencia: cómo las formas de humor feminista contrarrestan los discursos sexistas en la comedia
La página de Instagram “Memes para gente triste” y la comediante Paola Molina en entrevista con El Mostrador Braga, reflexionan sobre cómo su humor creado desde una mirada feminista, se contrapone con el humor sexista y machista que son parte de la cultura de las redes sociales y en varios aspectos más de la vida cotidiana.
Actualmente, la tecnología y particularmente el mundo del internet ha logrado tal alcance dentro de nuestra sociedad que cada vez es más común presenciar el desarrollo de nuevas herramientas de comunicación, lo que ha desencadenado en que el humor haya evolucionado desde el área verbal hasta el espacio digital.
En consecuencia, una de las formas de humor más populares en redes sociales: los memes, se han convertido en una de las formas más representativas de la cultura mediática digital, ya que su sutileza permite a los internautas reproducir esta forma de humor de forma colaborativa a gran velocidad llegando a muchos usuarios.
Sin embargo, los memes no están ajenos a expresiones de violencia o discursos de odio, ya que estos se han convertido en un lugar más de reproducción social y cultural. Ya que al vivir en una sociedad patriarcal, en la que la hegemonía del hombre oprime a las mujeres y las relega a un segundo plano, es posible que los memes caigan en ciertos momentos en la retórica del humor machista y en estereotipos de género.
Lo mismo afirma la investigación “Memes de Internet y violencia de género a partir de la protesta feminista”, ya que de acuerdo con el texto “el internet y las nuevas tecnologías son parte del ambiente mediático de la violencia contra las mujeres, siendo esta violencia contra las mujeres en los mensajes que se reproducen en estereotipos sexistas que promueven la violencia de género”.
Además, según el estudio, uno de los motivos más frecuentes exhibidos mediante los memes de internet es buscar “deslegitimar una persona, idea o posición particular en la esfera social más amplia o en la comunidad”.
A pesar de lo anterior, de la misma forma han surgido nuevas formas de crítica cultural feminista que, a través del humor en su base a la perspectiva de género, han contrarrestado los discursos sexistas existentes.
Humor feminista vs discurso sexista
Una de las creadoras de esta formas de humor feminista es Paulette Flores (24), estudiante de sociología y administradora de la página llamada “Memes para gente triste”, la cual posee más de 60 mil seguidores en la red social Instagram.
La cuenta promueve la inclusión de la comunidad LGBT+ e incluye una mirada empática con perspectiva de género que la diferencia de otras cuentas similares.
Punto de vista que, de acuerdo con investigadores del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada, puede funcionar como una herramienta para combatir; las actitudes sexistas, la discriminación contra las mujeres y la desigualdad de género al crear conciencia en las personas con una menor o sin identidad feminista.
El estudio, que analiza científicamente los efectos que conlleva la exposición al humor feminista, revela que las mujeres y hombres con una identificación feminista más débil mostraron una mayor propensión a participar en la acción colectiva por la igualdad de género después de haber sido expuestos al humor subversivo contra el sexismo.
Paulette relata que por lo mismo creó su cuenta de memes el año 2018, a raíz de la poca oferta de memes no ofensivos en las redes sociales. “Me di cuenta que me molestaban mucho las páginas que seguía y pensaba ‘por qué si me gusta un poco de su contenido me voy a bancar la página entera’. Por cada 10 memes que había, 9 eran muy sexistas, los chistes eran sobre los pololeos o eran muy ofensivos. Entonces, un día hice un meme para mi grupo de amigos y me dijeron ‘podrías hacer una página’. Así que finalmente la hice y comenzó a crecer rápidamente. Nunca pensé que iba a llegar a tanta gente”, relata.
La estudiante de sociología reflexiona que, si bien el humor ha ido avanzando a través de los años, nuestro país todavía se encuentra en una fase muy básica en relación al contenido humorístico, ya que considera que lo más compartido y común siguen siendo chistes ofensivos. “De las cosas que veo sigue habiendo un humor muy racista, muy sexista y compartido por muchas personas. Uno lo ve desde los grupo de WhatsApp de los papás o las cosas que comparten en Facebook, que sigue habiendo un sesgo muy claro de qué tipo de humor se comparte (…) Además, se normaliza mucho el maltrato, que el femicidio se suba a una página burlándose del hecho y restándole importancia, cosa que han hecho en hartas páginas de memes”.
Humor machista en decadencia
La comediante de stand up y escritora feminista, Paola Molina, relata desde su experiencia al haber realizado humor en vivo y en redes sociales, que un factor esencial en las plataformas digitales como Instagram o Facebook al momento de compartir humor feminista, es el algoritmo. Y opina que, hoy en día, internet ofrece muchas más posibilidades de encontrar reflejos propios de los usuarios en vez de tener que calzar con el supuesto humor universal, ya que ahora en internet la gente busca comedia que se adapte a sus sensibilidades.
Además, a su gusto, la comedia ha evolucionado bastante porque actualmente el sexismo tiene más consecuencias sociales en comparación con otros tiempos en el que el sexismo era considerado ‘humor blanco’. “Yo creo que en el caso de comediantes que en algún tiempo hizo chistes machistas, entendió las consecuencias que va a tener en este momento ese tipo de humor “vieja escuela”, aunque se demoró está desapareciendo de la televisión, ya cayó el Morandé”,
Molina agrega que la generación que actualmente practica el stand up comedy se burla del humor machista porque lo consideran anticuado, a diferencia de los años en que Paola comenzó a hacer humor en vivo. “Antes cuando hacíamos stand up, los hombres se ponían de brazos cruzados y desafiantes en el público, así como «a ver hazme reír». Ahora no, hay un público mucho más diverso. Creo que está mucho más abierta la posibilidad de hacer comedia y tener una audiencia que entiende que las cosas que uno habla desde el ser mujer también son universales, no es tan solo humor para mujeres. Claro, porque cuando los hombres hablan de que ‘¡Ay! me pican los testículos’ y es humor universal porque lo dijo un hombre”.
La comediante finaliza haciendo una reflexión del gran camino que las mujeres han recorrido para apropiarse de espacios en esta área, ya que recuerda que no hace muchos años “las mujeres eran las bandejeras del comediante, la mujer era la sexy que le bandejea el chiste para que el hombre sea el viejo verde que lo remata”.
Sin embargo, tras la cuarta ola feminista ya hay una forma distinta de entender la vida, pero que trasciende de lo que es hablar solamente de lo que les ocurre a las mujeres, “tiene que ver con entender el capitalismo desde cierto lugar, la vida actual desde cierto lugar, lo deseos desde cierto lugar. Es eso de que no sea evidente y que no tenga que ser humor explícitamente feminista, sino que se integre a todos los ámbitos para hablar de cualquier tema y que ya se dé por hecho que existe esa mirada con perspectiva de género”.