Publicidad
La crisis de la indiferencia Yo opino Créditos: Agencia Uno

La crisis de la indiferencia

Emilia Esperguel García
Por : Emilia Esperguel García Asesora Jurídica OTD Chile
Ver Más


El día 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, y más allá de adherir a las diversas consignas que hemos apoyado año a año, es importante considerar esta efeméride como una instancia de reflexión respecto a la situación de las mujeres trans en el mundo.

Sabemos, gracias a la interseccionalidad del movimiento feminista, que no todas las mujeres afrontamos las mismas luchas en virtud de la realidad en la cual nos vemos insertas. El último ataque que sufrimos como comunidad trans se trata de Keity, mujer trans asesinada en el Parque Bustamante de Santiago, anteriormente Ignacia Palma fue brutalmente asesinada y quemada en la Región de Valparaíso, sin embargo, nada de esto pareciera ser suficiente para sensibilizar a la población no trans, o más bien, no LGBTIQ+ en general.

[cita tipo=»destaque»] La indiferencia ha sido una de las aliadas más eficientes y fieles de la violencia hacia las comunidades trans, aquello permite seguir ejecutando crímenes de odio bajo un manto de impunidad social.[/cita]

Dicha indiferencia encuentra su fundamento, en gran parte, en la transmisoginia arraigada en nuestro país y cultivada fuertemente por los diversos actores sociales que se han erigido orgullosamente como transodiantes: Gonzalo de la Carrera, Teresa Marinovic, Axel Kaiser, Cristóbal Urruticoechea, Harry Jürgensen, entre otros, todos ellos relacionados con el Partido Republicano, una institución que ha avanzado fuertemente en plantear una posición anti derechos de personas trans. Lo anterior, queda fuertemente demostrado si consideramos que fue Axel Kaiser quién, tal como se dio a conocer recientemente, está relacionado con Marcela Aranda en virtud de su labor legislativa; esta última, hay que recordar, fue autora de la idea de traer el “Bus de la Libertad”, cuyas consignas eran abiertamente transfóbicas y generaron una reacción en el mundo de las diversidades.

La indiferencia ha sido una de las aliadas más eficientes y fieles de la violencia hacia las comunidades trans, aquello permite seguir ejecutando crímenes de odio bajo un manto de impunidad social: a nadie le interesa exigir justicia más allá de la inmediatez de las situaciones, además de las comunidades que se ven tocadas directamente por estos actos. De este tipo de violencias es que se desprende una de las consignas más resonadas en estos días: “¿Has transitado la indiferencia?”.

Dicha indiferencia se puede visibilizar aún más con las siguientes preguntas: ¿Cuál fue la sanción a De la Carrera por los dichos transódicos dirigidos a Emilia Schneider? ¿Quién asesinó a Keity? ¿Quién asesinó a Ignacia? ¿Cómo el Estado está respondiendo frente a la crisis que afecta a compañeras trans que viven con silicona industrial en sus cuerpos? ¿Cuál es el legado de Alejandra González y cuál es la preocupación de mantenerlo y visibilizarlo? Y así podríamos continuar durante todo este día.

Pareciera ser que, a pesar de que los crímenes homo/transfóbicos aumentaron en un 66% durante el año 2022 (según las estadísticas de MOVILH), los esfuerzos de un gobierno “aliado” de las disidencias y diversidades sexuales y de género no han sido suficientes para controlar la violencia a estas poblaciones, y de ello se deriva la pregunta: ¿Qué hace falta, entonces? ¿A qué otros refuerzos debemos acudir para frenar la ola de transodio que nos aborda actualmente?

Lamentablemente la respuesta a esta palabra no pareciera ser tan clara e inmediata, sino que muy por el contrario, pareciera estar oculta en un campo aún no explorado; pero mientras nos dedicamos a esta dinámica de “ensayo y error”, la demora institucional nos está costando valiosas vidas de compañeras trans, y peor aún, la percepción de indiferencia se está adueñando de las vidas trans y precarizando, aún más, nuestra calidad de vida.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias