Cómo cuidar y proteger la piel en primavera: hidrátate y exfolia tu cuerpo, son algunos consejos

En el mes de la primavera los días comienzan a ser más largos, la temperatura comienza a subir, y en consecuencia usamos prendas más livianas como faldas o poleras de mangas cortas, dejando al descubierto piernas, brazos y cuello. Es decir que la piel queda más expuesta a los rayos del sol, se ve más. Por eso se insiste en el uso de cremas corporales, para mantenerla siempre hidratada.

Entre las afecciones más comunes causadas por el cambio de estación, se destacan la seborrea y la aparición de puntos negros, resultado de la obstrucción de los poros. Además, además el incremento de aeroalérgenos puede desencadenar alergias cutáneas, agravando la situación en quienes ya padecen condiciones dermatológicas.
Es importante también incorporar antioxidantes como la vitamina C, que combate los radicales libres responsables del fotoenvejecimiento y la aparición de arrugas.

Otro aspecto a considerar durante la primavera son las alergias solares, como la erupción polimorfa lumínica, que se manifiestan con erupciones en zonas expuestas al sol. Es recomendable una consulta médica precoz si se observan estas lesiones para un tratamiento adecuado.

Finalmente, es importancia de cuidar el microbioma cutáneo y mantener una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, evitando alimentos altos en carbohidratos y grasas que pueden empeorar las condiciones de la piel.

Cómo mantener la piel saludable y protegida durante la primavera

1. Exfolia tu piel
El primer paso para lograr una piel brillante comienza con la exfoliación de la capa persistente del invierno. Aunque las células de la piel se regeneran constantemente, es posible que tu pesada ropa de invierno haya impedido que la piel muerta se desprenda por completo. La mejor manera de exfoliar la piel es preparar un baño caliente y realizar una exfoliación de todo el cuerpo con un exfoliante fuerte, pero suave. Exfolia todo tu cuerpo, especialmente los lugares propensos a las asperezas como las rodillas, los codos, los pies, las manos y la espalda.
Usa un producto específico para el rostro, para exfoliar tu piel más delicada. Luego, aplica siempre un humectante para hidratar tu nueva piel

2. Hidrátate
¿Parece que beber agua es la base de toda dieta, entrenamiento y rutina de cuidado de la piel? Los órganos necesitan estar hidratados para funcionar, y la piel es el órgano más grande del cuerpo. Cuanta más agua bebas, más fácil será evitar que tu piel se reseque y se escame.

3. Usa protector solar, incluso los días nublados
El protector solar no es solo para los días de playa. Incluso los días nublados están los dañinos rayos UV que atacan a tu piel.

4. Come frutas y verduras frescas
Hablando de hidratación, una buena forma de incorporar más agua a tu día es comer frutas y verduras frescas. Pueden ser un delicioso refrigerio, y están repletas del agua que tu organismo necesita, además de vitaminas y nutrientes. El agua también ayuda a la piel a conservar su elasticidad, y de esta forma, combatir los signos del envejecimiento. Entre los alimentos más adecuados para una piel sana se encuentran la lechuga, el brócoli, el pomelo, la zanahoria, la manzana y la sandía. Los estudios han demostrado que los cítricos hacen muy bien a la salud de la piel.

5. Usa un humectante ligero
Mientras que el invierno hizo que te apliques un humectante espeso y pesado en todo el cuerpo, estos productos pueden empezar a dejar una capa grasa en tu piel a medida que los días se vuelven más cálidos. Como parte de tu rutina de cuidado de la piel en primavera, elige un humectante más ligero que te ayudará a mantener tu piel sana e hidratada sin sobrecargarla.

6. Ejercítate
Ir al gimnasio o ejercitarte en casa puede ser lo último que quieres incluir en tu ajetreado día. La conclusión es la siguiente: el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, lo que ayuda a mantener sanas las células de la piel. ¡Células de la piel felices = piel feliz! Ni siquiera tienes que ir al gimnasio. Puedes aprovechar el clima primaveral y salir a caminar a la nochecita a paso ligero con tus hijos o tu perro.

7. Limpia los pinceles de tu maquillaje
Mientras haces la limpieza de primavera de tu clóset, no olvides prestar atención a tus productos cosméticos. Los pinceles y las esponjas de maquillaje pueden acumular una gran cantidad de suciedad y bacterias difíciles de ver, y con cada uso, llevas esos gérmenes a tu rostro. Lava suavemente tus pinceles con un limpiador natural y luego ponlos a secar durante 24 horas.
Asegúrate de limpiar la esponja para exfoliar y, de paso, mira si hay cremas y geles tópicos vencidos en el botiquín.