
Avanza proyecto que amplía acceso a sala cuna y combate la discriminación laboral por maternidad
El Congreso retomó la discusión de un proyecto que busca eliminar barreras laborales para las madres, ampliando el acceso a sala cuna y promoviendo la corresponsabilidad parental. Expertas advierten que el sistema actual castiga la maternidad y perpetúa roles de género.
La maternidad en Chile enfrenta múltiples desafíos que afectan tanto a nivel personal como estructural, impactando la salud mental, la situación económica y las oportunidades laborales de las mujeres.
Una de las áreas más afectadas cuando una mujer se convierte en madre es su continuidad en el mundo laboral, ya que muchas veces este ámbito termina castigándola por haber sido madre. Bajo este contexto, es que el pasado miércoles 14 de mayo se retomó la discusión sobre el proyecto impulsado por los ministerios de la Mujer y la Equidad de Género y del Trabajo. En esta instancia, expertas en derecho laboral y género expusieron sobre los sesgos estructurales del modelo vigente y destacaron los avances que propone la nueva normativa.
La propuesta busca terminar con la actual restricción que limita el acceso a sala cuna sólo a trabajadoras dependientes de empresas con 20 o más mujeres contratadas. Asimismo, incorpora el principio de corresponsabilidad parental, extendiendo el derecho para que pueda ser ejercido por cualquiera de los progenitores o cuidadores de niños y niñas menores de dos años.
El acceso a salas cuna y jardines infantiles es una prestación garantizada para las personas que forman parte del 60% más vulnerable de la población.
Críticas al modelo actual: “Un castigo a la maternidad”
Karla Varas, doctora en derecho del trabajo y académica, explicó algunas de las desigualdades que viven las mujeres en el sistema laboral vigente. “El derecho del trabajo chileno tiene un pecado original, y es que perpetúa la asignación de roles. Si bien permite que la mujer se incorpore al mundo del trabajo, esta no debe abandonar el rol que le corresponde como cuidadora”, agregó.
Para Varas, esta estructura legal ha generado efectos concretos en la contratación. “El hombre o padre trabajador tiene un rol secundario en el cuidado, y eso ha generado históricamente que exista un sesgo en las empresas al momento de contratar mujeres, principalmente por los costos asociados. Por lo tanto, hay un castigo a la maternidad”.
Uno de los ejemplos más claros de ese sesgo, según la académica, es la práctica de algunas empresas que utilizan múltiples razones sociales con el fin de no superar el umbral de 20 trabajadoras y así eludir la obligación de ofrecer sala cuna.
Avances del proyecto en equidad laboral y corresponsabilidad parental
Laura Bartolotti, abogada de Corporación Humanas, valoró positivamente el proyecto que busca disminuir la discriminación laboral hacia las mujeres y la corresponsabilidad social y parental. La experta explicó que “el cuidado infantil no debe recaer exclusivamente sobre las mujeres, pues ello perpetúa la división sexual del trabajo y limita su participación en el mercado laboral. La corresponsabilidad social significa que la sociedad en su conjunto asuma su parte en los cuidados”.
Además, la especialista destacó el modelo de financiamiento que propone esta iniciativa. “Valoramos la creación de un fondo que contribuye a financiar el sistema conforme al principio de corresponsabilidad social del derecho de los cuidados. Destacamos que la propuesta mantenga los estándares de calidad conforme al derecho a la educación inicial y a los cuidados de los niños y niñas”, agregó.
En las parejas constituidas por una mujer y un hombre los cambios en la situación laboral de los padres después del nacimiento de su primer hijo dejan claro que este trabajo recae abrumadoramente en las madres. Los roles de cuidado se mantienen muy presentes en la sociedad, por lo que la crianza termina siendo responsabilidad de la mujer.
Mirada internacional y urgencia legislativa
Las exposiciones también se alinearon con las recomendaciones internacionales que promueven políticas de cuidado equitativas y entornos laborales libres de discriminación. Desde el Ministerio de la Mujer, la ministra Antonia Orellana enfatizó que la indicación sustitutiva se sustenta en el marco jurídico de la CEDAW —la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer— y en la Ley de Garantías de la Niñez. Además, recalcó la urgencia de avanzar hacia una legislación que asegure derechos laborales sin sesgos de género, facilitando así una real inserción y permanencia de las mujeres en el mundo del trabajo.
La discusión del proyecto continuará en las próximas semanas en el Congreso.