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“Sleep divorce”: parejas duermen separados para mejorar el descanso, la relación y la salud BRAGA

“Sleep divorce”: parejas duermen separados para mejorar el descanso, la relación y la salud

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Cada vez más parejas optan por dormir en camas o habitaciones distintas. ¿La razón? Priorizar el descanso y reducir conflictos. Pero, ¿realmente beneficia a la relación? Te contamos sus ventajas y desventajas.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El sleep divorce o “divorcio del sueño” es una tendencia cada vez más común, especialmente entre millennials, que consiste en que las parejas decidan dormir por separado para mejorar su calidad de sueño y su relación. Con raíces históricas en la Europa del siglo XIX, esta práctica resurge como un cambio cultural que busca priorizar el bienestar sin que eso signifique el fin del amor. Como toda decisión de pareja, sus beneficios o riesgos dependerán del acuerdo, la comunicación y el respeto mutuo.
Desarrollado por El Mostrador

Dormir juntos ya no es sinónimo de pareja feliz. Al menos eso sugieren miles de usuarios en redes sociales, donde el debate sobre el llamado “sleep divorce” —o “divorcio del sueño”— ha generado opiniones divididas. Esta tendencia, que consiste en que las parejas decidan dormir en camas o habitaciones separadas para mejorar su calidad de sueño, se está volviendo cada vez más común. Quienes la adoptan aseguran que no sólo mejora su descanso, sino que también fortalece la relación al reducir el mal humor y los conflictos nocturnos.

Aunque para algunos puede sonar extremo, esta práctica está lejos de implicar una crisis de pareja. Por el contrario, quienes la defienden argumentan que es una forma consciente de autocuidado y respeto mutuo. Pero ¿de dónde viene este concepto y por qué se ha vuelto tan popular, especialmente entre los millennials?

¿Qué es el “sleep divorce” y de dónde viene el término?

El término sleep divorce —acuñado en inglés— hace referencia a la decisión consensuada de dormir separados para mejorar el bienestar individual y, por ende, el de la pareja. Aunque hoy suena moderno y hasta transgresor, en realidad tiene raíces históricas.

Como señala un artículo publicado por National Geographic, esta práctica no es nueva: en la Europa del siglo XIX, era común entre las clases altas. Las habitaciones separadas eran una señal de estatus y confort, no necesariamente de desamor. La idea era que el descanso personal era un lujo que valía preservar, incluso dentro del matrimonio.

Hoy, bajo un nuevo enfoque, esta costumbre revive, impulsada por la ciencia del sueño y los cambios culturales que redefinen qué significa convivir y amar.

¿Por qué es tendencia entre los millennials?

El auge de esta práctica entre los jóvenes adultos tiene respaldo estadístico. De acuerdo con un estudio realizado en 2023 por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM), más de un tercio de los encuestados en EE.UU. afirmó dormir ocasional o regularmente en habitaciones separadas de sus parejas.

La tendencia es especialmente marcada en la generación millennial (personas entre 28 y 42 años), donde el 43% dijo dormir separado. Le siguen la Generación X (33%), la Generación Z (28%) y los baby boomers (22%).

Según explicó la psiquiatra Stephanie Collier en declaraciones a BBC Mundo, “aunque no se sabe exactamente por qué las generaciones más jóvenes son más propensas a hacerlo, hay algunas hipótesis. Una es que existe menos estigma sobre la idea de dormir separado. Es un cambio cultural. Ellos piensan: ‘si duermo mejor, me siento mejor. Entonces ¿por qué no?’”.

Ventajas y desventajas del “divorcio del sueño”

Entre los beneficios más destacados de esta práctica están:

Mejor calidad de sueño, al evitar interrupciones por ronquidos, movimientos o diferentes horarios.

Reducción de conflictos nocturnos, especialmente en parejas con estilos de sueño incompatibles.

Mayor bienestar emocional y físico, lo que puede mejorar la dinámica diaria de la relación.

Sin embargo, no todo es positivo. Entre las desventajas se encuentran:

Pérdida de intimidad física y emocional, especialmente si no se compensan esos momentos durante el día.

Sensación de distancia o desconexión si uno de los miembros de la pareja no está completamente de acuerdo con la decisión.

Malinterpretaciones sociales o familiares, que aún pueden asociar dormir separado con una relación en crisis.

¿Dormir separados puede fortalecer la relación?

Todo depende del contexto y del acuerdo entre ambas partes. Para muchas parejas, el “sleep divorce” no es una señal de ruptura, sino de madurez y comunicación. Al priorizar el descanso, se reducen las tensiones derivadas de la falta de sueño, mejorando la paciencia, el humor y, en consecuencia, la convivencia.

Pero como cualquier decisión en pareja, requiere diálogo honesto, respeto mutuo y una estrategia para mantener la conexión emocional e íntima viva, más allá de la cama compartida.

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