
25 de julio: el llamado a visibilizar las luchas y aportes de las mujeres afrodescendientes
El 25 de julio conmemoramos a las mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y de la diáspora, visibilizando su lucha contra la discriminación múltiple y reconociendo su aporte vital en cultura, resistencia y construcción social. Un llamado urgente a la inclusión y justicia real para todas.
En un país que aún se construye desde miradas homogéneas, el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, conmemorado cada 25 de julio desde 1992, se convierte en una oportunidad urgente para visibilizar historias silenciadas. La fecha invita a reconocer las múltiples formas de discriminación que enfrentan estas mujeres, así como a valorar su rol en la cultura, los territorios y las luchas sociales de América Latina y el Caribe.
Más de tres décadas después de aquel primer encuentro en República Dominicana, el llamado sigue siendo urgente: repensar nuestras sociedades desde una mirada interseccional que reconozca cómo el género, la etnicidad y la clase se entrelazan en la vida de las mujeres afrodescendientes. Una tarea especialmente relevante en Chile, donde la historia y presencia afro han sido históricamente marginadas y recién en los últimos años comienzan a ganar espacio en el ámbito legal y cultural.
Natalia Baeza, directora de Extensión Cultural de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), explica que “la historia de las mujeres afrodescendientes en Chile ha estado marcada por una profunda invisibilización, tanto en la historiografía como en los relatos oficiales”.
Asimismo, la académica destaca que, aunque durante siglos estas mujeres omitidas, hoy contamos con investigaciones que permiten reconstruir sus trayectorias desde fuentes coloniales y reconocer su papel en los procesos de mestizaje, resistencia y construcción de identidades culturales propias.
Un llamado a reconocer, incluir y transformar
Este día busca visibilizar las múltiples formas de discriminación (étnica, de género, clase) que enfrentan las mujeres afrodescendientes, incluyendo barreras en educación, salud, empleo y representación política.
Desde una perspectiva contemporánea, Katherine Brevis, directora de Género de la UCSC, afirma que “las mujeres afrodescendientes enfrentan una triple discriminación que se expresa en barreras estructurales en el acceso a derechos, representación política, salud, educación y trabajo digno. Esto nos obliga a repensar nuestras instituciones y nuestras políticas públicas desde una mirada que incorpore la diversidad real del país”.
Durante los últimos años, el activamos liderado por mujeres afrodescendientes ha logrado significativos avances como el reconocimiento legal del pueblo tribal afrodescendiente en Chile a través de la Ley 21.151 promulgada en 2019. Así como la creación de espacios artísticos, académicos y comunitarios que buscan preservar y proyectar la herencia cultural. Organizaciones como Hijas de Azapa y la ONG Oro Negro han sido claves y fundamentales en esta tarea.
La conmemoración del 25 de julio no es solo un ejercicio de memoria, sino un llamado a la acción: a abrir espacios para las voces que durante demasiado tiempo fueron silenciadas, a cuestionar nuestras narrativas nacionales y a construir un futuro donde la justicia social y la dignidad sean derechos reales para todas.