
Espéculo ginecológico: cómo vivir el examen de manera más saludable y respetuosa
El examen ginecológico suele generar incomodidad en muchas mujeres y personas con vulva. APROFA entrega cuatro prácticas clave para enfrentar de forma más saludable y respetuosa el uso del espéculo, una herramienta necesaria pero históricamente incómoda.
Cada año miles de mujeres y personas con vulva posponen el examen ginecológico por miedo, incomodidad o experiencias negativas previas. Sin embargo, especialistas advierten que este control es clave para la detección temprana de enfermedades y la protección de la salud sexual y reproductiva. Es por eso que es importante conocer prácticas concretas para transformar la consulta en un proceso más respetuoso y seguro.
La mayoría de las herramientas, métodos y dispositivos utilizados en las consultas ginecológicas no fueron diseñados ni pensados por mujeres y/o personas con vulva. Esto ha llevado a que muchos de estos procedimientos resulten incómodos, invasivos o incluso dolorosos, lo que provoca que muchas personas los eviten y pospongan siendo perjudicial para su salud.
Hace un tiempo, se dio a conocer que dos ingenieras desarrollaron un nuevo espéculo vaginal llamado “Lilium”, con el propósito de transformar la experiencia de los exámenes ginecológicos. Este dispositivo busca reemplazar al tradicional espéculo metálico, utilizado por casi 200 años y diseñado para visualizar el cuello uterino a través del canal vaginal, pero frecuentemente criticado por ser frío, invasivo y doloroso.
Sin embargo, este dispositivo aún no se encuentra disponible en Chile. Por esta razón, APROFA, organización que por más de 60 años ha trabajado en la defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos en el país, menciona que “a pesar de la carga que tienen estos instrumentos, es posible tener una revisión con ellos respetuosa y que no genere molestias.
Cuatro claves para enfrentar el examen ginecológico de manera respetuosa y sin incomodidad
Sobre esto, comparten 4 claves a tener en cuenta al momento de una revisión ginecológica:
- Información clara antes del procedimiento
Es fundamental que en cualquier atención te entreguen información clara sobre el procedimiento que se está desarrollando. Es esperable que matrona o ginecóloga anticipen la inserción del espéculo, en qué consiste el procedimiento y qué puedes esperar durante su aplicación. Es importante que te consulten si este tipo de exámenes te ha generado molestias anteriormente.
2. Consentimiento informado
Antes de realizar cualquier procedimiento, deben preguntarte si deseas hacerlo. El examen ginecológico, es muy importante para las personas con vagina o vulva, pero si no estás segura, o te sientes incomoda, puedes manifestarlo y buscar las alternativas o simplemente desistir de realizar el procedimiento.
3. Espéculo a temperatura adecuada
Aunque no lo creas, a través de un simple gesto, se puede mejorar sustantivamente la experiencia con el espéculo. Al ser un objeto metálico, está totalmente frío, lo que sin duda puede provocar molestias. La o el profesional, puede entibiarlo con sus manos lo que cambiará completamente la percepción del procedimiento. Esto no tardará más que unos minutos.
4. Comunicación constante
En todo momento, ya sea antes de insertar el espéculo, al ingresarlo, al expandirlo y al retirarlo, la matrona o ginecóloga debe explicarte lo que está haciendo y verificar cómo te sientes. Al estar en una posición donde no puedes visualizar lo que se hace, la ansiedad y la exposición puede disparar el estado de alerta. En cambio si sabes exactamente qué está pasando allí abajo, te sentirás más segura. Si experimentas incomodidad o dolor, debes manifestarlo y la o el profesional, debe atender respetuosamente tu requerimiento.
Hacia una experiencia ginecológica más respetuosa
El examen ginecológico no debería ser sinónimo de ansiedad ni dolor. La entrega de información clara, el consentimiento informado, un espéculo a temperatura adecuada y la comunicación constante entre paciente y profesional son claves para mejorar la experiencia. APROFA destaca que exigir estas prácticas es un derecho y una forma de avanzar hacia consultas ginecológicas más respetuosas y centradas en el bienestar de cada persona.