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Créditos: El Mostrador.
Propranolol: el fármaco que ha ganado popularidad entre mujeres que buscan controlar su peso
Aunque fue creado para tratar problemas cardíacos, el propranolol se ha vuelto tendencia entre mujeres en Estados Unidos que buscan calmar la ansiedad y, en algunos casos, controlar el peso. Su uso “off label”, impulsado por redes sociales y la telesalud, despierta preocupación entre especialistas.
Durante los últimos años se han popularizado cientos de medicamentos e inyecciones para bajar de peso. Ahora, son cada vez más las mujeres en Estados Unidos que están recurriendo al propranolol, un betabloqueante aprobado hace décadas para tratar afecciones cardíacas, como una herramienta rápida para manejar la ansiedad en momentos específicos. Desde hablar en público hasta enfrentar una primera cita o incluso el día de la boda, este fármaco se ha convertido en un aliado inesperado frente al estrés.
De acuerdo con datos de la firma de investigación IQVIA, las recetas de propranolol han aumentado un 28% desde 2020, consolidándose como el medicamento de mayor crecimiento dentro de su categoría. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) nunca lo autorizó para tratar la ansiedad, su uso “off label” se ha popularizado, impulsado por las redes sociales, las celebridades y la telesalud, según un reportaje de The Wall Street Journal.
Durante años, músicos y actores han recurrido a los betabloqueantes para controlar los nervios antes de subirse a un escenario. El actor Robert Downey Jr., por ejemplo, bromeó en los Globos de Oro de 2024 sobre haber tomado uno antes de su discurso. Pero hoy, la tendencia trasciende el mundo artístico.
Casos como el de Erica Fisher, asistente médica en Massachusetts, reflejan este fenómeno. Antes de casarse, se preguntaba si debía tomar propranolol para manejar el estrés de su ceremonia. En TikTok, lanzó la misma pregunta a otras novias: ¿vale la pena recurrir a la pastilla para evitar los nervios?
El uso del fármaco también ha sido impulsado por figuras públicas. En la alfombra roja de los Oscar de este año, la actriz Rachel Sennott lo convirtió casi en un lema al aconsejar abiertamente: “Toma ese betabloqueante, chica”. La frase se viralizó y terminó integrándose a un discurso más amplio sobre el bienestar emocional.
Otro factor clave es el auge de la telesalud. Plataformas estadounidenses como Kick Health o Hims & Hers ofrecen consultas exprés y envío a domicilio tras un breve cuestionario médico. Varias entrevistadas por el WSJ describieron procesos simples y sin mayores barreras para conseguir la receta. “Era facilísimo conseguir una receta”, dijo una de ellas. “Podías manipular los datos de la presión arterial si querías”.
Esa facilidad de acceso preocupa a algunos especialistas, quienes advierten que, al no haber un examen físico presencial, pueden pasarse por alto condiciones que aumenten los riesgos del medicamento.
Pero, ¿qué hace al propranolol diferente de otros ansiolíticos? Este betabloqueante actúa reduciendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que ayuda a mitigar síntomas físicos como los temblores o las palpitaciones. Según el psiquiatra Nassir Ghaemi, de la Universidad de Tufts, su efecto en el cerebro también contribuye a generar una sensación de calma.
A diferencia de las benzodiacepinas, como el Xanax o el Valium, el propranolol se considera no adictivo y de acción más suave. Sin embargo, no está exento de riesgos: puede provocar desmayos si la presión arterial baja demasiado y agravar condiciones como el asma o la diabetes. En el Reino Unido, donde sí está aprobado para tratar la ansiedad, las autoridades sanitarias han alertado sobre posibles sobredosis y han recomendado limitar la cantidad recetada.