
Raquel Lobatón, nutrióloga: “Se nos enseña que nuestro valor radica en nuestra apariencia”
En tiempos donde la cultura de las dietas se impone en redes sociales y la delgadez sigue siendo un mandato social, la nutrióloga mexicana Raquel Lobatón advierte sobre sus efectos en la salud física y emocional de las mujeres, y llama a recuperar el placer y la libertad de comer.
La cultura de las dietas, restricciones alimentarias y métodos para bajar de peso se vuelven cada vez más virales en redes sociales como Tik-Tok. Desde nutricionistas que entregan recomendaciones hasta influencers que recomiendan aplicaciones para controlar la ingesta calórica son algunas de las propuestas que se pueden encontrar en línea. Esta información circula libremente y es consumida, principalmente, por niñas, adolescentes y mujeres.
Mientras que hace unos años el bodypositive se tomaba la pauta para aceptar la diversidad de cuerpos. Hoy eso ha cambiado profundamente. La cultura de las dietas se ha tomado completamente la pauta tanto en vida cotidiana como en redes sociales. Este término complejo abarca un sistema de creencias, mitos y hábitos que indican y expresan como deben verse los cuerpos. Asimismo, este término también establece como deberían alimentarse las personas para cumplir con las expectativas sociales y los estereotipos de belleza.
Bajo este contexto, El Mostrador Braga conversó con Raquel Lobatón, nutriológa mexicana que trabaja y se enfoca en la filosofía HAES (Salud en Todas las Tallas). La experta afirma que “la diversidad corporal nos enriquece y que todos los cuerpos merecen los mismos derechos”.
Asimismo, Lobatón explica que su trabajo y enfoque laboral está encaminado a que las personas, independiente de su edad, puedan sanar la relación que existe entre el cuerpo y la comida, emprendiendo un camino en que los hábitos que decidan modificar estén orientados a un bienestar físico y emocional que no esté relacionado con un cierto tamaño de cuerpo o un número en la báscula.
¿Por qué afirmas que las dietas son un dispositivo de control sobre los cuerpos, especialmente sobre los cuerpos femeninos?
La narrativa de la cultura de las dietas es, esta narrativa de que hay cuerpos que son mejores que otros, cuerpos que son más valiosos, más dignos de respeto, de oportunidades, pero también más saludables, lo digo entre comillas, esta narrativa de que hay una forma correcta de tener un cuerpo que es un cuerpo delgado.
Bajo la premisa de que esta delgadez es universal, es decir, la universalidad de la delgadez, que todo el mundo podría ser delgado si quiere, que es cuestión de fuerza de voluntad y de echarle ganas, y evidentemente para alcanzar esa delgadez que te hace acreedor a un mayor status dentro de esta sociedad, lo que hay que hacer son dietas y entonces esta dieta, que son estados de subalimentación, porque eso son las dietas para perder peso, son estados de subalimentaciones darle a la persona menos comida de la que su cuerpo requiere. ¿Por qué digo que específicamente a mujeres? porque evidentemente la cultura de dietas va mucho más dirigida a mujeres, no digo que no vaya dirigida a hombres, pero si tú googleas simplemente dieta para perder peso, yo creo que la enorme mayoría de las imágenes que verás son de mujeres, si tú ves todas las promociones para perder peso son dirigidas a mujeres, las promociones de cirugías bariátricas son dirigidas a mujeres, porque evidentemente en esta cultura patriarcal se sanciona mucho más la gordura en mujeres que en hombres. A nosotras se nos castiga mucho más si engordamos, la mirada está mucho más puesta en nuestros cuerpos.
En tu experiencia profesional, ¿cómo influye el género y el contexto sociocultural en la manera en que las personas se relacionan con la comida y su cuerpo?
Evidentemente las mujeres nos vinculamos con la comida y con el cuerpo de forma muy distinta a la que lo hacen los hombres, ¿por qué? Porque nosotros desde niñas se nos enseña que digamos nuestra apariencia es lo que va a definir nuestro valor yéndonos a cosas tan simples como las películas que nos mostraban de niños, lo aspiracional para las niñas, son las princesas, por ejemplo, ser una princesa de Disney, se nos muestran estas Barbies, estas imágenes donde si tú te pones a analizar, por ejemplo, los cuentos de Disney y las princesas, digamos el valor de estas mujeres estaba en su apariencia y punto. Ellas tenían que ser bellas, bellas para qué para traer la mirada masculina, es un cuerpo cosificado, un cuerpo objeto, sí, bajo una lectura única de la belleza, porque la única lectura de belleza que se nos da desde niñas es mujer blanca, delgada, joven, con rasgos eurocéntricos. Se nos enseña que nuestro valor radica en nuestra apariencia. Mientras que si bien sobre los hombres, por supuesto, que también hay presión estética, no lo niego, no es lo mismo, digamos que por ejemplo las figuras aspiracionales de los hombres, pensamos en los superhéroes, sí, es cierto que también tienen una estética única, una forma correcta de tener un cuerpo, también son blancos y todos son delgados y fuertes, pero hay una gran diferencia, los cuerpos de estos superhéroes, por ejemplo, son celebrados por lo que hacen, no por cómo se ven. Nosotras tenemos mucho más, digamos, hipervigilancia de nuestros cuerpos, porque el mundo los vigila mucho más que los de los hombres, ¿no? Y eso hace que también, por supuesto, nuestra relación por la comida sea distinta, porque ya dijimos, ¿no? La dieta es el mecanismo de control de este cuerpo, en la medida en que yo menos coma, más me acerco a esta delgadez y más me acerco a esta apariencia correcta, lo digo, entre comillas.
Has hablado del “mandato de delgadez” como una forma de opresión. ¿Qué efectos concretos observas en la salud física y mental de las mujeres por cumplir con ese ideal?
Un montón de daños físicos, claro, el mandato de la desilgadez es esto, ¿no? La obligación de ser delgadas para ser vistas, para ser aceptadas, para ser tomadas en cuenta, respetadas. Y eso ha hecho que nos sumamos en un ciclo interminable de restricciones y de dietas. Esto, evidentemente, daña la salud física, emocional, social y financiera, ¿no? O sea, primero, ¿cuánto gastas en todos estos productos y en todas estas dietas? Física, bueno, sabemos que subalimentarnos no es saludable. O sea, estar a dieta te condena a comer menos de lo que tu cuerpo requiere, por lo cual, podríamos estar ahí poniendo en riesgo incluso una buena nutrición. Pero, evidentemente, también ya hay mucha, mucha evidencia científica contundente que muestra, primero, que las dietas no funcionan en el largo plazo. Es decir, que la pérdida de peso solo es temporal. Está documentado que el 95% de las personas que hacen cualquier dieta, cualquiera, aunque te digan que es cambio de hábitos y que es estilo de vida saludable. El 95% recuperan el peso en un periodo de entre dos y cinco años y dos terceras partes suben más de lo que habían bajado. Es decir, las dietas te condenan a estar en un eterno rebote. Si las dietas funcionaran, bastaría ser una en la vida, ¿no?
¿Qué lugar ocupa el placer en tu visión de la alimentación? Teniendo en cuenta que vivimos en un mundo que insiste en la restricción de alimentos ¿Cómo se recupera el derecho a gozar de la alimentación?
Creo que esta cultura de dietas nos ha secuestrado el placer de comer, ¿no? Nos ha caído en una narrativa nutricionista, y nutricionismo es una creencia, un sistema de creencias que asume que lo único que importa del alimento es su contenido nutricional, lo demás de igual. No importa si es placentero, no es placentero, si es accesible, no es accesible, si se conecta con tu identidad, todo se queda fuera, ¿no? Esta idea de que comemos solamente nutrimientos. Creo que es momento de reivindicar esto y reivindicar que comer es un placer, y tiene su razón de ser placentero, porque así es como la naturaleza se asegura de que comamos, si no fuera placentero, pues no comeríamos y moriríamos, ¿sí? Pero además es de ser placer, es conexión, ¿sí? Nos conecta con nuestros seres queridos, nos conectamos con la gente por medio de la comida, socializamos por medio de la comida, es conexión con nuestra identidad, con nuestras tradiciones, con nuestra cultura, ¿sí? Y la comida va mucho más allá de aportarnos nutrimientos.
Raquel Lobatón realizará un taller de nutrición en nuestro país este sábado 27 de septiembre. “De la teoría a la práctica: herramientas para una consulta incluyente en peso” busca que el personal de la salud de nuestro país entienda la nutrición desde la composición, la ética y la inclusión corporal.