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Body positive y body neutrality: Las etiquetas también controlan Yo opino Créditos: El Mostrador.

Body positive y body neutrality: Las etiquetas también controlan

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Mary France Torres Farías
Por : Mary France Torres Farías Psicóloga Sequoia Consultora.
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¿Conoces los movimientos Body Positive y Body Neutrality? En los últimos años, se han presentado con la promesa de liberarnos de los constructos de belleza; son conceptos que llegan para promover la aceptación del cuerpo tal y como es, y romper con los moldes estéticos que se nos han impuesto a lo largo de la historia, como el cuerpo 90-60-90. Moldes cuyas consecuencias, lamentablemente, seguimos viviendo. Y, si bien estos movimientos suenan como una oportunidad para liberarnos y abrazarnos, ¿qué pasa cuando dejan de ser tan idóneos como parecen? ¿Cómo escapamos de que la idea de amarse se haya convertido en una máscara más que nos ponemos a diario?

Sí, es contradictorio. Resulta difícil encontrar la coherencia entre la sensación supuestamente liberadora de estos movimientos, y los sentimientos negativos que se mantienen, incluso después de abanderarse con la causa. Es ahí donde recae el problema. La verdadera dificultad no son los movimientos en sí, sino la búsqueda incansable de “pertenecer” a un determinado grupo para fortalecer nuestra identidad. Queremos ser parte de un colectivo que nos valide y nos dé la seguridad que no hemos logrado encontrar dentro de nosotras y nosotros. Tenemos la mirada fija en el exterior, con una causa que nos da un sentimiento de seguridad ilusoria.

En la actualidad, las redes sociales, con las mejores intenciones, han reproducido el concepto de la “autoaceptación” como un ideal a alcanzar. Pero ¿realmente me estoy aceptando tal como soy? ¿Podría ser esta una nueva forma de perfección forzada disfrazada de autenticidad y naturalidad? En nuestra vida cotidiana, especialmente en la era digital, vivimos en la constante búsqueda de etiquetas que nos den un sentido de pertenencia. Y es lógico, pues es una práctica natural del ser humano. Sin embargo, no siempre notamos cómo esas etiquetas, incluso las positivas, pueden volverse nuevas exigencias que nos limitan.

Movimientos como el Body Positive o el Body Neutrality nacieron para brindar confianza y validación, y muchas veces lo logran. El conflicto surge cuando convertimos esas ideas en reglas que debemos cumplir. Es común que muchas personas sientan frustración o ansiedad al no encajar en los moldes de belleza tradicionales. Pero esa misma incomodidad puede intensificarse cuando creen estar fallando en la tarea de aceptarse o amarse, como proponen movimientos como el Body Positive o el Body Neutral. ¿Es realmente un fracaso? No. Es parte de la experiencia humana.

Citaré a Paul Gilbert, creador de la Terapia Centrada en la Compasión (CFT): “la autocompasión tiene tres componentes principales: primero, ser consciente de tu propio sufrimiento o dificultad. Aquello te permitirá responder a tu propia necesidad. Segundo, reconocer que tu experiencia está conectada con la experiencia humana. Por ende, no estás solo en esto. Y tercero, tener la motivación de aliviar ese sufrimiento, de tratarme con amabilidad, de cuidar de ti misma de forma genuina y activa. Confía en tu sabiduría interna, sólo tú sabes cómo aliviarlo”.

Está bien que no te ames todos los días. Podemos sentir rabia al ver nuestra “imperfección”, ser pesimistas y no dar el ejemplo. La autocompasión te permite sentir lo que sientes, sin juicios y te invita a abrazarte si te duele o si estás cansada de intentarlo. Y lo más importante, recuerda que no necesitas encajar en ningún molde para tener valor.

Si seguimos buscando soluciones afuera, sólo lograremos equivocarnos una y otra vez de camino. Busca el tuyo propio, no la dieta correcta, ni el ejercicio correcto, o la comunidad que te haga sentir valiosa. Pregúntate: ¿Ese camino lo elijo porque realmente lo necesito, o porque es lo que se dice que debería necesitar?

El bienestar, la seguridad y el amor propio nacen de ti. 
Realmente no necesitas forzarte a ser parte de eso que te dice “aquí están tus respuestas”, sólo obsérvate, conecta contigo y permítete ser tú misma con todo lo que eso implique: días buenos, malos, felices y otros muy confusos, tristes e incómodos.

Sácate las etiquetas y sé tú sin presiones.

Probablemente el verdadero acto de amor solo sea escucharte, respetarte, cuidarte, agradecerte y no buscar ciegamente llegar a una versión ideal de ti misma. Conocerte tal vez sea el primer paso que debes dar. Y desde ahí, con compasión, preguntarte a diario:
¿Qué necesito?
¿Qué me hace sentir bien, qué me da seguridad, más allá de lo que el mundo espera de mí?

Recuerda, todas las respuestas están dentro de ti. No en una etiqueta. Confía en ti.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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