Publicidad
Directora del GAM: «Este lugar tiene una carga simbólica muy potente y transversal a todos los santiaguinos» Alejandra Wood y su exitoso balance respecto a la diversificación de audiencias

Directora del GAM: «Este lugar tiene una carga simbólica muy potente y transversal a todos los santiaguinos»

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
Ver Más

En septiembre de 2014, el GAM cumplirá cuatro años desde que cambió la utilidad del edificio histórico por un centro cultural que apuntara a reducir la brecha de acceso a la cultura y las artes en Chile. Al poco tiempo, la nueva gestión se dio cuenta de que existían barreras simbólicas que inhibían su acceso y que estas eran y son transversales a todos los estratos socioeconómicos. Con ese diagnóstico se elaboraron estrategias que hoy están dando buenos resultados y que está convirtiendo al centro en una plaza pública con nuevas comunidades que están creciendo bajo su alero.


Marcha estudiantil

En 2014, el Centro Cultural Gabriela Mistral cumple cuatro años desde que se tomara la decisión de convertir el ex edificio Diego Portales en una plaza pública, en un centro de convergencia para el arte y la cultura. En torno a su nueva utilidad se adelantó el peor de los presagios: que el proyecto fracasaría para terminar transformándose en uno más de los elefantes blancos que albergan vacío entre imponentes estructuras, como el inacabado ex Hospital Ochagavía. Su proximidad al Ministerio de Defensa era la muestra más clara que, aunque cambiara el propósito del lugar y se asentaran nuevos inquilinos, la carga histórica del edificio seguiría allí, como un imagen latente del Unctad III de Allende, de la primera sede de gobierno de Pinochet y del centro de conferencias Diego Portales.

«Este lugar no te permite no hacerte cargo de su origen», sostiene la directora ejecutiva del GAM, Alejandra Wood, como buscando una respuesta para explicar que precisamente en esa latencia imborrable se encuentra una de las claves del porqué no se cumplieron los malos augurios, y que, por el contrario, se originó en este espacio un cuerpo vivo que se mueve los doce meses del año.

Alejandra Wood Foto: Jorge Sánchez

Alejandra Wood
Foto: Jorge Sánchez

«Este espacio tiene una carga simbólica muy potente y transversal en todos los santiaguinos. Algunos extranjeros nos han dicho que lo que se respira en el GAM no se respira en ningún otro centro cultural en el mundo. Fue el contexto el que nos obligó a tener una mirada viva del espacio y no solo como un lugar donde íbamos a traer música, teatro, en fin», recuerda la directora.

Pero como cuerpo vivo, al poco tiempo de iniciada la gestión cultural, el lugar comenzó a llenarse. Aunque pareciese que fue fruto de la generación espontánea, lo cierto es que los equipos que trabajan en el Gam comenzaron a organizarse en turnos para estar en los momentos en que el público planteaba sus necesidades. Se dieron cuenta que debían lograr que quienes tenían alto interés en compartir sus vivencias del edificio, lo hicieran en el largo plazo. Fue así como se instauraron visitas guiadas y se  pidió a reconocidos directores de teatro y danza que crearan obras con ciudadanos interesados en reconstruir la historia del edificio. Se hicieron talleres de la memoria. Y la cosa se comenzó a dar, fue como una explosión.

Con esa energía la misión estaba aún más clara. El centro cultural debía reducir las brechas de acceso a la cultura, alentar a la ciudadanía a entender que los beneficios de esta y de las artes no era privilegio de unos pocos.

Un síntoma de esos días, y que se mantiene hasta hoy, es la presencia permanente en los pasillos del GAM de grupos de adolescentes que bailan música popular coreana, llamada de KPop. «Estos chicos llegaron solos al lugar, nadie los llamó. Lo que hicimos nosotros después fue fidelizarlos. Organizamos un concurso de K-Pop y les encantó. Y ahora ahí los tienes, son parte de nuestro paisaje», dice Wood.

Y esa idea dio resultado. Se han ido creando comunidades en torno al GAM. Hay de músicos emergentes, de street art, de breakdance con sus B-boy y B-Girl y también de adultos mayores. Un botón de muestra de esto fueron las funciones a tablero vuelto de la obra de teatro Noches del Goyescas, la última boîte elegante, confitería y salón de té del centro de Santiago en la década de los 60.

Lo mejor de 2013 en Gam  "La idea fija"

Lo mejor de 2013 en Gam «La idea fija», danza.

Barreras simbólicas

A la hora del balance 2013, Alejandra Wood ni por lejos se atreve a decir que el GAM le cambió a la cara a las artes en Chile, pero sí confiesa «que las estrategias adoptadas para diversificar la audiencia están dando resultados». Lo importante -aclara Wood- es que se está rompiendo el patrón de consumo cultural asociado siempre a los sectores económicos acomodados y que desde hace un par de años atrás está comenzando a multiplicarse el asistente con entrada pagada procedente de los niveles medios.

Este cambio, sin embargo, no es producto de una concurrencia espontánea. Esto tiene que ver más con las estrategias de audiencia que, básicamente -en palabras de la directora- tienen que ver «con hacerse cargo de las barreras de acceso, que son por el lado el tiempo, la distancia, la barrera económica y la barrera simbólica». Para las tres primeras la estrategia fue más o menos sencilla:  en cuanto al tiempo, abrir de martes a domingo con programaciones artísticas hasta pasadas las 21 horas; en distancia, aprovechar el emplazamiento del edificio en el corazón de Santiago con accesos privilegiados a pie, Metro, auto o bicicleta; y en lo económico, con un promedio de ticket inferior a los $ 5 mil.

Derribar la barrera simbólica es otra cosa y es ahí donde se han concentrado los esfuerzos. En los estratos altos esta barrera que inhibe el consumo de cultura es ideológica, «una suerte de prejuicios por el contenido», dice la directora. En los niveles medios y bajos es el desconocimiento, la ignorancia que se plasma en frases como «esto no está hecho para mi» o «me da lata porque no voy a entender».

Lo mejor de 2013 en Gam: "Allende"

Lo mejor de 2013 en Gam:
«Allende, noche de septiembre», teatro.

«Está descrito que la gente adquiere el hábito de consumir cultura en la primera infancia. En el grupo ABC1 siempre son los padres, en los sectores económicos del medio es el colegio y en los sectores económicos necesitados es por casualidad, porque te encontraste con un amigo que tocaba guitarra, porque los chicos grafiteros te invitaron a conocer la pintura y a escuchar  hip hop, en fin», explica Wood.

Con este diagnóstico se fortaleció el área de mediación y educación. La primera área va destinada a fomentar la inclusión y participación social a través de las artes. Esta unidad focaliza su trabajo en grupos sociales específicos, tales como las personas con discapacidad, adultos mayores y jóvenes de sectores vulnerables. En educación se creó una red de profesores GAM que en la actualidad integran más de 1.400 docentes, quienes tienen actividades de formación pedagógica y artística, con beneficios asociados a la programación, y que elabora contenidos didácticos (programas de mano, fichas de trabajo, apuntes de apreciación, videos educativos).

«Es un trabajo constante. No así como que llegó el bus, llegaron los cabros, ven la obra y después para la casa. Hay trabajo continuo con los niños y los profes con programas de intervención de mínimo seis meses». Pero junto con eso -repara Wood- está tal vez una de las cosas más importantes que ofrece el GAM, que es entregar contenidos relevantes para entender el Chile actual. «Si llevamos a los niños a ver una obra de teatro no los llevamos a ver solo esa obra recomendada en los libros de lenguaje y comunicación, sino que los invitamos a ver creaciones que tienen que ver con el contexto actual, con lo que está pasando en el país», agrega.

Lo mejor de 2013 en Gam:  "El rito de la primavera", danza.

Lo mejor de 2013 en Gam:
«El rito de la primavera», danza.

Contenidos de relevancia

En el mundo de las tecnologías de la comunicación (TIC) y el explosivo aumento de la convivencia virtual, ya no es indispensable ir al teatro para ver artes escénicas o a un museo para vivir una experiencia estética, ya no es una condición inquebrantable el presenciar para conocer. La cultura a un clic. Por esto, y sin que lo anterior parezca negativo, crear nuevas audiencias pasa necesariamente por la elección de un buen contenido, sobreentendiendo que hace ya un tiempo se produjo la extinción de la dicotomía entre cultura y alta cultura. Para explicar esto la directora recurre a uno de los conceptos modernos de la sociología actual, que se aplica al campo de las artes. «Hoy existe eso llamado la modernidad líquida, donde ya no existe esa diferencia. Si el contenido no es relevante y no impacta, la gente no viene y punto», sostiene con vehemencia.

La modernidad líquida es el concepto acuñado por el filósofo francés Zygmunt Bauman y que alude a la idea de la conquista de una identidad flexible y versátil que haga frente a las mutaciones que experimenta el ser humano en el mundo moderno, a los estímulos globales.

Para buscar esos contenidos en el GAM trabajan con anticipación analizando cuáles serán los temas del país en los próximos periodos. Para el 2014 tiene tres líneas curatoriales: la memoria, el territorio y escenarios de futuro.

«Respecto de la memoria, por ejemplo, decidimos trabajar en torno a las estéticas de los 80, y cómo esa estética influyó en los 30 años que vinieron después. Vamos a tener a Ramón Grifero, a Alfredo Castro, a Elisabeth Rodríguez. En fotografía vamos a tener a Claudio Pérez con todo el movimiento social de la época», adelanta Wood.

Lo mejor de 2013 en Gam: "Lazlo y Koqoshka", circo.

Lo mejor de 2013 en Gam:
«Lazlo y Koqoshka», circo.

Como hitos para el 2014 se cuenta también el cumpleaños número 100 del Premio Nacional Nicanor Parra, para cuya conmemoración se está trabajando con la familia del antipoeta. Como escenario de futuro destaca también que este será el año del Mundial de Fútbol y, para estar en sintonía, se exhibirá una obra de teatro en la que participará Carlos Cazsely, en la que se hará una reflexión sobre el Colo Colo 73, en una suerte de respaldo a la tesis de Luis Urrutia Oneill, alias Chomsky, en su libro Colo Colo 1973: el equipo que pudo atrasar el Golpe.

Nuevos espacios

Con la reedición de los éxitos de la temporada 2013, entre los que se cuentan Allende. Noche de septiembre, Víctor sin Víctor, Idea fija, Orquesta Victoria, Laszlo y Koqoshka, y Rito de primavera, el GAM partirá la temporada 2014 con expectativas bastantes altas. Seguir en el camino de diversificación de audiencias, contribuir en la dignificación de los artistas al estimular una demanda por creación, e ir buscando medios alternativos de financiamiento. A su vez, invitar a la empresa privada a invertir en cultura y confiar que exista la voluntad política para construir la última parte del GAM, que debería estar destinada a crear una sala para grandes eventos que sea alternativa al siniestrado Teatro Municipal. «Es lamentable que haya tenido que ocurrir un incendio para que se discuta esta necesidad», agrega Wood.

 

 

 

 

 

Publicidad

Tendencias