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Simbología mapuche en un clásico de Shakespeare para niños de la primera infancia El montaje se estrena este jueves a las 12:00 en el Teatro Mori Bellavista

Simbología mapuche en un clásico de Shakespeare para niños de la primera infancia

Este montaje de Amnia Teatro, dirigido a la primera infancia (1 a 5 años), está inspirado en la obra de William Shakespeare «Sueño de una noche de verano» y en los mitos ancestrales del pueblo mapuche. En la obra, que es parte de la 9° versión del Festival Internacional de Teatro Familiar FAMFEST 2016, hay una pareja de enamorados –interpretados por Christian Sève y Martina Sivori– que se busca en un bosque teñido de azul, «el color del alma» para los mapuches, en un montaje dirigido por Natalie Séve.


Una pequeña obra de arte para niños es Sueño de Noche Kallfü (Azul), un montaje de 30 minutos que es parte de la 9° versión del Festival Internacional de Teatro Familiar FAMFEST 2016, que se realiza del 9 al 24 de julio en diversos puntos de Santiago, con obras de Chile y el extranjero.

Este montaje de Amnia Teatro, en particular, dirigido a la primera infancia (1 a 5 años), está inspirado en la obra de William Shakespeare Sueño de una noche de verano y en los mitos ancestrales del pueblo mapuche. Se estrena este jueves a las 12:00 horas en el Teatro Mori Bellavista (Constitución 183).

Aquí una pareja de enamorados, interpretados por Christian Seve y Martina Sivori, se busca en un bosque teñido de azul, «el color del alma» para los mapuches, en un montaje dirigido por Natalie Seve. En un lugar de ilusiones y apariencias, en donde la realidad diluye sus límites, deberán transitar en un lugar lleno de sonidos, personajes, música y animales, con símbolos y sorpresas.

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Lenguaje simbólico

La directora cuenta que crearon la obra en el contexto de las numerosas iniciativas surgidas en el marco del aniversario 400 de la muerte del dramaturgo inglés, con un montaje «para la primera infancia desde el lenguaje poético y simbólico que caracteriza a nuestra compañía». Y eligieron Sueño de una noche de verano porque «es una obra que posee muchas capas de información, es una comedia pero dice mucho más de lo evidente».

La actriz Sivori caracterizaría la obra «como un viaje sensorial, una investigación sonora y simbólica, incluso multidisciplinaria, puesto que mezcla la instalación de las artes visuales con el teatro y la música».

De hecho, al finalizar, los niños pueden conocer la escenografía, que es un bosque de hierro y cobre, una hermosa obra visual realizada especialmente por la artista Valeria Burgoa para el montaje.

Misticismo inglés y mapuche

Esta versión no tiene texto, aunque rescata un par de estrofas de la obra original en inglés. «Pero se basa en las ideas primordiales que Shakespeare volcó en esta obra y las modula para un público de uno a cinco años», dice su directora.

«Tomamos algunos elementos propios de la obra original, como el introducirse en un bosque, dejar atrás la civilización, el encuentro y desencuentro entre los enamorados, el enfrentar las sombras, el misterio y lo desconocido, para finalmente encontrarse con el amor hacia el otro y a uno mismo».

Desde el principio, los autores de esta versión –Natalie y Christian– quisieron sumergirse en el «lado más místico y menos conocido de Shakespeare», en palabras de la primera.

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«Shakespeare estaba profundamente interesado en los misterios de la filosofía y de la alquimia, que era la búsqueda espiritual de su tiempo», explica la directora. «Sueño de una noche de verano es, para muchos estudiosos del tema, la obra en donde incluye más símbolos alquímicos y en donde trata temas como la transformación interior. El bosque es una gran alegoría para situar estos procesos».

«Nosotros rescatamos esta idea fundamental de la obra y también la búsqueda del amor de la pareja como un camino para enfrentarnos a nuestras sombras, madurar y amarnos a nosotros mismos. También quisimos rescatar el tono de comedia de la obra, por lo que hay muchas situaciones imprevistas y graciosas», añade.

En cuanto a la mezcla con lo mapuche, explica que los personajes de Sueño de una noche de verano en realidad llevan a cabo un viaje espiritual, de autoexploración profunda, y que la cosmovisión mapuche encuentra en el bosque un espacio físico y simbólico para enfrentarse a este mismo proceso.

«La verdadera lucha del mapuche es hacia sí mismo; a través de la naturaleza y del amor se autodescubre y se transforma en lo que siempre ha sido: un ser espiritual, un hombre y una mujer azules, hijos ambos del cielo», remata.

Apuesta por los niños

La apuesta de Amnia Teatro por el público infantil no es nueva. De hecho, desde el año 2010 han desarrollado un laboratorio creativo (pionero en Chile) centrado exclusivamente en la primera infancia.

«Estamos seguros de que los niños en sus primeros años viven la etapa más importante de su vida. Nuestra labor es poner en contacto a los niños –y también a los adultos– con el derecho fundamental del acceso a la belleza y también a ideas filosóficas, profundas y trascendentales que ponen en valor sus capacidades estéticas, perceptivas e intelectuales», señala Natalie.

¿Cómo se hace una obra para este público? «Cada compañía desarrolla su propuesta estética y de contenido», responde, «pero en lo que todos los montajes coinciden es en que son obras que no superan los 30 minutos, integran todos los sentidos, muchas veces finalizan de manera interactiva y priorizan una estimulación sutil, sin estridencias ni agitación, por lo que disfrutar este tipo de montajes es para los niños y sus familias una gran experiencia».

Sivori explica: «Siempre me ha sorprendido la capacidad innata que tienen los seres humanos desde los seis meses, puesto que están muy expectantes a los símbolos y colores. A través de una actuación sutil y lenta es más fácil captar su atención, debido a que tienen otros tiempos y están en una etapa de querer descubrirlo todo».

Destaca que es un público que no es condescendiente, puesto que sus exacciones son «súper honestas».

«En este tipo de teatro no hay cuarta pared y hay que estar súper atento de no caer en la sobreactuación», advierte la actriz. «Es un teatro de sutilezas y hay que ser súper cuidadoso con los cambios de ritmo y movimiento, puesto que entran inmediatamente al estado que le estamos proponiendo y están más susceptibles a todo. Un cambio de ritmo fuerte o algo que no les guste, producen reacciones inmediatas, no lo guardan hasta el final como el público más adulto. Además algo importante de mencionar: que no diferencian teatro y realidad. Simplemente están expectantes», explica.

En ese sentido, los niños también tienen «la ventaja» de que poseen mayor inocencia y la capacidad de impresionarse frente a todo. «Un mero sonido puede transportarlos rápidamente a lugares ficticios porque tienen menos bloqueos para enfrentarse a imágenes poéticas, además tienen menos prejuicios, elemento de gran importancia a la hora de enfrentarse a una experiencia artística», destaca.

 

Ficha técnica

«Sueño de Noche Kallfü» de Amnia Teatro

Autor: Natalie Sève y Christian Sève

Dirección: Natalie Sève

Compañía: Amnia Teatro

Elenco: Christian Sève y Martina Sivori

Duración: 45 minutos.

Diseño Afiche: Maituxi (Maite Awad Lobato)

Diseño Escenográfico: Valeria Burgoa

Diseño Vestuario: Laura Gandarillas

Iluminación y Sonido: Amandine Lambert

Coordinación de Sala: Catalina León Gandarillas

Música: Pablo Araneda y Amnia Teatro Primera Infancia

Técnica: Teatro de actores de pequeño formato.

Desde: 1 a 5 años

Temporada: Jueves 14 al domingo 17 de julio y del viernes 22 al domingo 24 de julio.

Horario: 12:00 hrs.

Lugar: Teatro Mori Bellavista, Constitución 183

 

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