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La vida intranquila, la biografía que relata el ímpetu y personalidad de Violeta Parra

La vida intranquila, la biografía que relata el ímpetu y personalidad de Violeta Parra

La obra publicada por primera vez en el año 2000, regresa a cien años del nacimiento de la compositora chilena. El libro reúne a cabalidad, a través de una profunda investigación, detalles desconocidos que permiten conocer los matices y valores de su trabajo.


La tarde de un 5 de febrero de 1967, faltando sólo 15 minutos para las seis de la tarde, encontraron muerta a Violeta Parra. El relato de Sáez, narra con prolijidad el impacto que produjo a nivel nacional el suicidio de la artista, incluyendo la reacción de su madre, Clarisa Sandoval, quien incrédula no encontraba explicación a la decisión de su hija.

El escritor se refiere, además, al centenar de personas que visitaron el ataúd que, durante todo el día, se ubicó en un escenario. Asimismo, describe cómo las coronas y ramos de flores que enviaron admiradores y autoridades inundaron el lugar, las que el día del entierro fueron trasladadas a las cercanías de la galería 31 del Cementerio General.

El también autor de la novela “Aire Visible” (1993), señala que “La vida intranquila. Biografía esencial de Violeta Parra” no podría haber sido posible sin el impulso y la ayuda de Marta Orrego, madre de Javiera y Ángel. “Ella abrió muchas puertas para conocer amistades, familiares y los entornos artísticos de Violeta. Era la primera vez que se hacía una obra que recorriera toda su vida, en todos sus aspectos, humanos y artísticos, y especialmente se adentrara en el desarrollo de la múltiple vocación”.

La reacción de los medios en la época

En las primeras páginas del libro, Sáez, puntualiza que la revisión de la prensa de esos años fue un factor imperante para comprender diversos aspectos de la vida de la folclorista. Por un lado, gran parte de los diarios populares le otorgaron portadas y varias planas a la noticia, sin embargo, El Mercurio, sólo publicó una breve columna de tres párrafos titulada: “Trágica muerte de Violeta Parra”.

La obra del actual Director Ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, relata que tal situación no pasó desapercibida para el periodista Tito Mundt, quien señaló en su columna de opinión la existencia de dos Chiles: uno, superficial y aparente, y otro auténtico y real, al que pertenecía la mujer oriunda de San Carlos.

La investigación tras las páginas

Para la realización de “La vida intranquila. Biografía esencial de Violeta Parra” se desarrollaron más de treinta entrevistas que según el autor le dieron pistas “muy generosas sobre su personalidad para poder reconstruir esencialmente su vida”.

Fernando Sáez

Una de estas fue la conversación que sostuvo con Ángel Parra. “Fue larga y en varias sesiones, sobre todo se refirió a su infancia y al haber acompañado a su madre en las investigaciones que ella realizaba en las zonas rurales, rescatando el folclore profundo y genuino. Lo emocionante para mí, fue que él se refiriera a mi trabajo como lo mejor que se había hecho sobre su madre, conversamos largamente después y consideró que a la lectura del libro, se le habían aclarado muchas cosas sobre ella”, agregó.

“La investigación realizada para este libro, me permitió conocer de primera fuente no sólo la vida de Violeta Parra, sino el enorme entorno cultural que se desarrolló fuertemente en las décadas del 50 y 60 y albores de los 70 en Chile, de lo que no quedan rastros, de ese espesor cultural que fue arrasado por la dictadura militar y hoy no tiene visos de recomponerse en lo absoluto”, enfatizó el escritor.

Obras por conocer

En 1953, Violeta grabó para Odeon un sencillo disco que recopiló, “Qué pena siente el alma” y “Casamiento de negros”. Sin embargo, la faceta musical asociada al folclor más tradicional de Chile, no era la única inclinación de la artista. Frente a esto, Sáez, comenta: “Si bien en un comienzo se limitó la mirada hacia Violeta Parra como una representante del folclore y una destacada compositora, a la lectura de su biografía se descubre que el mundo de la plástica y la poesía, eran un interés permanente, como se ha ido develando con los años”.

«Hoy su poesía se destaca y estudia, pero sus cuadros y tapices, creo que aún no logran la divulgación y atención de los expertos que se merece. Pero ha sido un extenso camino, desde su muerte, este pausado redescubrimiento de los matices y valores de su variado y rico trabajo”, dijo.

A raíz de esto, indica: “Quizás lo que más impresiona de la personalidad de Violeta Parra es su tenacidad, su fuerza, su ímpetu, para superar todas las adversidades, y claro, la discriminación que sigue campante en este país, y haber logrado persistir en su vocación creando una obra que, como decía, aún tiene mucho por descubrirse”, concluyó el autor.

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