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Obra: ¿Usted también quiere ser un hombre blanco heterosexual? CULTURA

Obra: ¿Usted también quiere ser un hombre blanco heterosexual?


La mentira se usa para alcanzar los parámetros sociales correctos, la aceptación de los demás, junto con esa cosa llamada felicidad. La compañía Teatro del Antagonista, sabiendo esto, nos sumerge en una comedia negra donde una inmigrante haitiana lesbiana, recoge el hilo de la madeja de apariencias con las que simulamos nuestro lugar en el mundo.

El actor, director de cine y teatro, Manuel Morgado pone en escena la obra Yo También quiero ser un hombre blanco heterosexual, de la dramaturga Carla Zúñiga, donde el elenco debe lidiar con un exigente montaje.

Juan Pablo Fuentes, Julieth Micolta, Renata Casale, Tamara Ferreira, Andreina Olivari, Ariel Hermosilla y Nicolás Venegas nos narran los siete cuadros de la obra, montados con agilidad en los cuatro escenarios móviles, anclados, éstos, a un mecanismo rotatorio, porque la vida siempre gira en torno a hechos paralelos.

[cita tipo=»destaque»]La haitiana pobre y marginada que sueña con ser un hombre blanco heterosexual y exitoso en el Chile de hoy, sólo se está engañando. Nuestro país será siempre gobernado por una élite tercermundista y ni siquiera posee una constitución política decente, es tan sólo un conjunto de leyes tramposas, como dijo el poeta y abogado Armando Uribe.[/cita]

La protagonista es una mujer joven de rasgos africanos haitianos y trabaja en los empleos que Chile le otorga con desdén. Su soledad, marginación y pobreza, en esta sociedad misógina-racista, la llevan a delirar con la fantasía de despertar un día kafkianamente convertida en un hombre caucásico, jefe de una familia perfecta y de una profesión prestigiosa.

Su ensueño nos permite conocer a esa soñada familia nuclear privilegiada, también a otra pareja joven, doliente por la muerte en parto de su primogénito y a una familia de tercera edad que espera en casa a esa hija que jamás llegará del trabajo, pues ha fallecido en la fábrica donde precisamente labora la mujer haitiana.

La puesta en escena es un juego de realidades, cuyo eje es la simulación de vidas perfectas, pero cimentadas en inadmisibles farsas.

En la obra todos adulteran descaradamente sus roles. La pareja sin bebé vive la hipocresía del amor y del rol de madre, los padres ancianos están obligados a aceptar la realidad de la muerte de la hija perfecta, en tanto, la familia caucásica tiene un padre feliz que en realidad es un gay frustrado, casado por conveniencia con una mujer arribista, con la cual aparenta un embarazo inexistente.
Las realidades ambicionadas por la haitiana son burdos bailes de máscaras. La obra gira en torno a la hipocresía y las distintas ficciones usadas para simular bienestar en esta sociedad torcida
Según Miguel Catalán profesor de Ética y Deontología en la Universidad de Valencia, la mentira está arraigada en nuestras vidas. La naturaleza, la humanidad y los dioses están constantemente engañando. Eso sí, para poder existir, la falsedad debe involucionar desde la verdad.

La naturaleza simula a través del camuflaje, los primates engañan de manera premeditada para conseguir comida o apareamiento y a más inteligencia en el género humano, la simulación se tornó refinada.

Si bien el Dios de Abraham es un dios de veracidades, juega a ocultarse. Krishna usa el velo de la ilusión de la realidad, para no mostrarse y según los Ewe de África, su dios Mawu creó el cielo azul como mantilla para encubrir su rostro, enseña Catalán.

Los poderes administran el saber y el saber es conocimiento para dominar. El Siddhartha que sale de su palacio pleno de privilegios paternos, constatando cómo las personas mueren de hambre en la calle, no se diferencia del niño despertando a la ficción sobre el Viejo Pascuero (En el cual aún creo y venero como “La Familia” a Charles Manson).

Hay un tránsito desde la ignorancia al conocimiento, éste primero pasa por la decepción, pero luego entrega el orgullo del conocer, señala el académico español. El conocimiento post desilusión, permite crecimiento, una autonomía moral.

La haitiana pobre y marginada que sueña con ser un hombre blanco heterosexual y exitoso en el Chile de hoy, sólo se está engañando. Nuestro país será siempre gobernado por una élite tercermundista y ni siquiera posee una constitución política decente, es tan sólo un conjunto de leyes tramposas, como dijo el poeta y abogado Armando Uribe.

La izquierda neo liberal se fue a vivir al sector oriente hace tres décadas, para no ver la horrorosa realidad. No moverán un dedo para terminar con las AFP creadas por Pinochet, pues han trabajado en y por ellas. Es una élite farsante costeada años de años por SQM, mientras su ex presidenta sí sabía cómo el hijo se dedicaba a la especulación inmobiliaria y al tráfico de influencias.

La democracia chilena es sólo una post dictadura. Lo que existe, cada cuatro años, es una licitación para ver quien administra la sociedad edificada por Jaime Guzmán. El ejército es golpista y si el mundo se polariza, saldrá otra vez con sus torturadores por los barrios sin dudarlo dos veces.
La Teletón es chantaje emocional, el cibermonday una estafa, el feriante adultera la balanza, nuestra internet es la segunda más lenta de Sudamérica, las Isapres no son un sistema de salud, las farmacias, bancos y supermercados están coludidos, el grupo Angelini financió el NO del 88 a cambio de una ley de pesca, Frei Montalva apoyó el golpe del 73, Luis Dimas no durmió con Alejandra Fosalba y Anthony Bourdain jamás elogió a nuestro famélico completo.

¡Ah y se me olvidaba!, al igual que el teniente Frank Drebin, también he fingido todos mis orgasmos.

Ficha artística

Dirección: Manuel Morgado

Dramaturgia: Carla Zúñiga

Producción: Kristopher Gómez

Coordinación general: Catalina López

Elenco: Juan Pablo Fuentes, Julieth Micolta, Renata Casale, Tamara Ferreira, Andreina Olivari, Ariel Hermosilla y Nicolás Venegas

Escenografía: Manuel Morgado y Germán Martínez (asistencia: Nicolás Muñoz y Joel Banda)

Iluminación: Daniela Valenzuela

Diseño sonoro: Gonzalo Hurtado (setting sonido de Mirko Petrovich)

Diseño de Vestuario: Zorra Vargas (realización de Julio San Martín)

Peluquería y prótesis: Franklin Sepúlveda

Prensa: Carlos Bonomini

Espacio Patricio Bunster. 02 al 25/11. Jue a sáb, 20:00 hrs. Dom, 19:00 hrs. $6.000 general. $4.000 est y 3era edad. $3.000 jueves popular. 80 min. + 18.

Clasificación: mayores de 14 años.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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