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Influyente periodista francés Frederic Martel y el coronavirus : «Mientras el mundo se cierra, la cultura se abre» CULTURA

Influyente periodista francés Frederic Martel y el coronavirus : «Mientras el mundo se cierra, la cultura se abre»

El autor del best seller «Sodoma», que desnudó el doble discurso del Vaticano sobre la homosexualidad, al igual que otros intelectuales en el mundo ha dado a conocer sus reflexiones sobre la pandemia que afecta a la humanidad en pleno siglo XXI y el consecuente encierro o confinamiento preventivo. Entre tanto desastre, Martel ve oportunidad. «Por la cultura usualmente tienes que pagar y es caro, pero, repentinamente, la cultura es gratis. Todo está online: no es igual de bueno, pero… Cuando el mundo se cierra, la cultura se abre», expresó.


El influyente periodista y escritor francés Frederic Martel, autor del best seller Sodoma, que desnudó el doble discurso del Vaticano sobre la homosexualidad, al igual que otros intelectuales en el mundo ha dado a conocer sus reflexiones sobre la pandemia que afecta a la humanidad en pleno siglo XXI y el consecuente encierro o confinamiento preventivo. Entre tanto desastre, Martel ve oportunidad para nuevos aprendizajes, una chance para la cultura, aunque sea online.

«Por la cultura usualmente tienes que pagar y es caro, pero, repentinamente, la cultura es gratis. Todo está online: no es igual de bueno, pero… Cuando el mundo se cierra, la cultura se abre», expresó.

Martel está consciente de que más allá de la enfermedad, son millones de personas las que se encuentran en casa, muchos en espacios reducidos, y que esto suma repercusiones nefastas, como el aumento de casos de violencia intrafamiliar y muchos trabajadores con angustia al haber perdido sus ingresos.

«Sin embargo, por primera vez tenemos tiempo para nosotros. Eso nunca sucede, porque cuando trabajas, solo tienes los fines de semana, y cuando vas de vacaciones, estás de vacaciones y haces otra cosa. Ahora no hay mucho que hacer. Eres libre de disponer de ese tiempo como quieras. Puedes ver una película, aprender un idioma nuevo, hacer ejercicios en casa, o decidirte a convertirte en el buen cocinero que nunca fuiste. Incluso yo, como escritor, que trabajo mucho en casa, puedo enfocarme mejor en un tema, en mi próximo libro, sin distracciones como salir o reunirme con amigos, porque no es posible», cuenta.

Encerrado en su casa

El autor realiza actualmente la cuarentena en su casa, pero se manifestó confiado en el manejo que está dando el gobierno francés a la crisis.

Francia registra hasta el momento unos 3.500 muertos y las actividades se han reducido notablemente, aunque servicios como el Metro y los trenes siguen funcionando, así como las tiendas de alimentos.

Él mismo calcula la actividad en un 50%, aunque muchas empresas también trabajan online, una modalidad que él como periodista y escritor también ejerce.

«La mayoría de las personas permanece en casa y no está permitido salir, excepto para comprar alimentos, medicinas, realizar ejercicios o pasear al perro, por un máximo de una hora, con un permiso especial», detalla. Señala que él mismo no ha sido controlado, a pesar de que tiene una autorización especial como periodista. «Los controles son más bien cuando andas en auto».

Actuación de gobierno francés

Consultado sobre la actuación del gobierno francés, Martel cree que es problemático comparar.

«Sería fácil decir que ha sido mejor o peor que este o aquel gobierno. Lo que sucede actualmente es algo totalmente singular y nuevo, así que es difícil responder esta pregunta», plantea.

Martel destaca que hasta ahora la actuación de la administración de Emmanuel Macron no ha sido criticada por los partidos en el Parlamento, con excepción de la extrema derecha, «aunque incluso ellos lo hacen con tibieza».

«Probablemente no hay críticas porque estás en una situación terrible», aventura, aunque estima que tal vez en el futuro, cuando la crisis haya pasado, el debate sea duro.

Sin ser simpatizante de Macron, el intelectual destaca las fuertes medidas gubernamentales en el sector de la salud, con la organización de los hospitales, las medidas de confinamiento, junto a fuertes ayudas económicas en auxilio de las empresas y los trabajadores.

«Creo que en términos generales sus planes parecen muy fuertes», sostiene, y los compara con las medidas del New Deal realizado por el presidente Franklin D. Roosevelt en Estados Unidos para superar la Gran Depresión en Estados Unidos en los años 30.

Las iniciativas de Macron «parecen eficientes para mantener tranquilas a las empresas, aunque algunas estén en problemas», como la aerolínea Air France.

Auxilio al sector cultural

Tal como en Chile, otro sector muy afectado es la cultura, aunque allí muchos trabajadores están incluidos en la seguridad social. Se estima que la cultura aporta un 3% del PIB, frente al 2% en Chile.

Martel recuerda que el New Deal de Roosevelt incluía un apoyo específico al sector cultural, incluidos pintores, músicos, escritores, y fue responsable de una especie de «renacimiento cultural» en los años 30, al beneficiar a artistas visuales como Jackson Pollock y la escena del jazz.

El intelectual distingue el impacto de la crisis por sector afectado. Por ejemplo, en el ámbito cinematográfico hay largos periodos de preparación antes de la filmación, que en este caso solo puede ser aplazada. Solamente algunas de las actividades previas, como la escritura del guión, por ejemplo, pueden ser afinadas, según le han comentado algunos cineastas.

Más complejo es para los artistas que se presentan en vivo, como los músicos o el teatro, porque incluso las transmisiones online «no son lo mismo», por no mencionar la recaudación.

A esto se suma que en Francia los artistas, para poder tener seguridad social, deben contar con un mínimo de presentaciones (específicamente, al menos 500 horas), que obviamente en la actualidad son imposibles, con lo cual con certeza habrá un «efecto a largo plazo».

«Lo que estamos viviendo actualmente es una especie de ‘verano adelantado'», con lo cual los artistas esperan poder recuperarse a fines de mayo o junio. En ese sentido, en términos anuales, Martel ve pérdidas, aunque cree que serán acotadas.

Europa afectada

Aunque Europa ha sido fuertemente afectada por el coronavirus en términos numéricos, Martel señala no estar seguro de que efectivamente sea así.

En ese sentido, indica que hay que tratar las cifras con mucho cuidado, y da como ejemplo lo que actualmente sucede con Estados Unidos, donde el abordaje renuente del presidente Donald Trump ha influido en el tratamiento de la crisis sanitaria.

«¿Cuáles son las cifras allí? No lo sabemos, tal vez en una semana podamos decir si el manejo fue correcto o no», afirma.

«Es una cuestión de tiempo» para evaluar, puntualiza, donde además apunta al contraste con España e Italia, por un lado, con un gran número de víctimas, y Alemania, con muchas menos. «Tal vez en dos o tres meses tengamos la posibilidad de analizar lo sucedido».

Además influyen las costumbres, dice, como por ejemplo el hábito usual en países como Japón o Corea del Sur de usar máscaras, que por otro lado es prácticamente inexistente en Francia, «con excepción de los turistas chinos en París».

«También el clima podría explicar algo. Pero no soy un experto en coronavirus. De lo que sí estoy seguro es que si el sistema francés, tan fuerte a nivel sanitario, está en problemas, la crisis será aún peor en otros países».

Fragilidad

A pesar de admitir su masividad, Martel resalta su baja mortalidad –más allá de la tercera edad– y subraya que sería diferente si fuera tan mortífero como una meningitis.

«Al menos esto terminará, sobreviviremos y será una chance para estar mejor preparados para otro momento», dice.

«Esta crisis prueba nuestra fragilidad. En el caso de Francia, muestra lo organizado que está el sistema sanitario, y el sentido cívico de la gente al acatar la cuarentena. No hay colas ni desabastecimiento, porque la gente sabe que hay alimentos en las tiendas. Todo el mundo está dispuesto a ayudar», resalta.

«No hay pánico, ni siquiera en las grandes empresas. Ellos saben que será malo y que tal vez pierdan el 10 por ciento de sus ingresos este año, o tal vez 15 o 20 por ciento. Pero sobrevivirán».

«Hay que salir adelante», concluye.

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