Publicidad
Tradición, socialización y cultura popular: las virtudes de los clubes de baile que corren riesgo de desaparecer CULTURA

Tradición, socialización y cultura popular: las virtudes de los clubes de baile que corren riesgo de desaparecer

Publicidad
Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
Ver Más

Cueca, tango y baile flamenco han sufrido por igual, abandonados a su suerte. Algunos han implementado actividades online, pero otros han debido suspender su funcionamiento. La falta de un protocolo para el sector aumenta aún más la incertidumbre para una eventual reapertura.


Una difícil situación atraviesan los distintos clubes de baile del país. En medio de las Fiestas Patrias es imposible que funcione un clásico de la cueca como el restaurante «El Huaso Enrique» del Barrio Yungay, pero tampoco lo han podido hacer clubes de tango, danza árabe, salsa o flamenco.

A la reducción de aforo que afecta a los locales de comida, como en el lugar cuequero, se suma en otros casos la imposibilidad de mantener distancia física, como sucede con el baile transandino o los más caribeños.

Durante los seis meses de confinamiento, muchos lugares han sobrevivido a duras penas, en algunos casos con la implementación de transmisión online, y con un futuro incierto.

Otros han debido cerrar, como el emblemático «La Piedra Feliz» de Valparaíso, que a comienzos de septiembre anunció su fin, incapaz de superar los golpes del estallido social, primero, y luego del confinamiento por la pandemia.

Agrupación «Aparcoa» en restaurante «El Huaso Enrique» de barrio Yungay. Foto: Javier Liaño.

Cuequeros sin cueca

Carmen Araya, de «El Huaso Enrique», destaca que los restaurantes son un lugar clave en la sanidad mental de la masa trabajadora del país, junto con los cines, los estadios y la diversa gama de lugares de entretención que ofrece una ciudad.

«Son puntos de reunión, para salir del ambiente laboral y almorzar con los compañeros de trabajo, o tener una cita familiar, amorosa, y vivir una experiencia ambiental, como lo que ofrecemos como restaurante ‘El Huaso Enrique’ en la temática típica chilena», dice.

Por tal motivo, el confinamiento afecta a todos, «tanto los que vivimos de esto, los trabajadores, los clientes que nos toman como su medio de distracción y de goce, los barrios al perder la masa flotante de clientela, etc. El barrio se vuelve algo más triste sin mesas con clientes disfrutando».

Crédito: María Fernanda García.

El duelo del flamenco

María Fernanda García es gestora cultural, profesora de baile flamenco y presidenta de la Asociación de Flamencos de Chile AG (AFLACH).

Ella dice que en su caso el confinamiento ha golpeado a los artistas, profesores(as) y profesionales del flamenco, que tienen en las escuelas su actividad principal, y también los bailaores(as) y músicos que trabajan en torno a ellas, «y por cierto los(as) alumnos(as), ya que las academias generan mucha identificación y espacio reconocible como propio».

«Hay personas, de todas las edades en que es parte de la rutina social bailar en su academia, con sus profesores y sus compañeros(as). Y eso se extraña muchísimo, volver al lugar de pertenencia. Creo que quienes más lo han resentido además son las niñas y las personas mayores».

Las escuelas y academias de flamenco son lugares de reunión y socialización más allá del estudio del baile o de la disciplina que sea, destaca.

«Es un espacio para compartir, para celebrar, donde en general se dejan fuera los problemas y estrés del trabajo o familia, para dedicarnos a nosotros mismos. Cumplen una función de terapia mental, espiritual, y a través de la liberación del cuerpo y las emociones».

Tango sin protocolo

Los clubes y academias muchas veces además también carecen de un protocolo para una eventual reapertura, como señala Carola San Martín, directora de la Escuela «Alma de Tango», de calle Cumming 120.

«En este minuto, no se ha realizado un protocolo como tal», dice. «Sí se piensa en uso de mascarillas, guantes y buzo protector en un futuro».

Por eso, en la actualidad «lamentablemente» no hay ninguna posibilidad de retomar, porque «se baila entrelazados (abrazo cerrado) y este baile es de gran contacto, ya que la distancia es mínima».

A eso se suma que por «el cierre de fronteras el ingreso de turistas está sin movimiento», según complementa Ana María Cepeda, dueña de la «Milonga Anichi» de Valparaíso.  Ella teme que «por el tipo de actividades de entretención que realizamos, seremos los últimos en volver a realizar eventos nocturnos».

Funcionamiento online

Como en muchos otros casos, el confinamiento ha obligado a continuar, en la medida de lo posible, sus actividades de manera online.

En el caso de «El Huaso Enrique», «gracias al retiro del 10% hemos podido empezar a trabajar para reabrir en la semana de Fiestas Patrias con el retiro y despacho de nuestros productos, pero sin eso nada habría sido posible».

«El confinamiento, sumado a la revuelta popular, solo nos encerró y nos dejó sin posibilidades de darle un volumen al local, teniendo que cerrar nuestras puertas el 21 de marzo, las cuales aún se encuentran cerradas, a la espera del relanzamiento», detalla.

Club Matadero.

En el caso del Club Matadero de cueca, su presidente Ricardo Silva señala que han evolucionado hacia la trasmisión online de algunas de sus actividades, talleres, conciertos y encuentros.

«Hemos podido llegar no solo a diversos lugares de Chile sino del mundo, personas que se interesan por nuestro quehacer y por la cueca chilena en todos lados», comenta. «Eso no lo habíamos logrado presencialmente», precisa.

García comenta que en el caso del flamenco han debido trabajar mucho para crear e inventar nuevas formas de acercamiento con su comunidad.

Esto incluye flexibilidad de horarios para clases, grabación de material, tablaos y funciones online, entrevistas y charlas. Todo de manera remota, que en el caso de la danza y del flamenco en general es muy raro y como «contranatural», «sin embargo, hemos logrado mantenernos unidos y dándonos ánimo».

«Y considerando la realidad de cada persona, porque muchas quedaron sin trabajo, entonces pagan menos, o están becadas, o pagan cuando pueden… en fin. Ha sido una cadena de solidaridad también», relata la presidenta de AFLACH.

Mucho peor ha sido en el caso de las academias de tango. San Martín, por ejemplo, señala que han tenido algunas clases por vía remota.

En cambio, otros, como Roberto González, de la tanguería «Takuu» de Providencia, han estado seis meses sin actividades. Lo mismo comenta Aida Molinet, presidenta del «Magaldi Tango Club», quien expresa que «sí deseamos volver… pero no sabemos a qué costo, porque nada será igual».

Futuro incierto

Así, el retorno es incierto.

«Tenemos esperanzas en retomar nuestros talleres presenciales una vez que se empiece a normalizar el tránsito de personas, quizás el 2021 ya con más calma», afirma el presidente del Club Matadero de cueca.

«No queremos ser un problema para la salud de nadie, así que esperaremos calmos, y volveremos a retomar nuestra labor con la cueca por todo Santiago, donde centros culturales, juntas de vecinos nos acogen semana a semana, tomando sin duda todas las medidas sanitarias que se deban tomar llegado el momento», puntualiza.

«Tal como lo hablamos entre los encargados, sabemos que nada será igual», cuenta por su parte Araya de «El Huaso Enrique».

«No podemos ofrecer nuestra experiencia restaurante, ligada al baile, la gastronomía y la cueca, tal como antes de la pandemia por motivos sanitarios, lo que lleva a replantear el concepto a entregar», dice.

«Será difícil, diferente, como un nuevo comienzo, en principio solo pudiendo despacho y retiro de comida, para ir avanzando etapa a etapa, mas no será igual. Dentro de todo el optimismo en el equipo, asumimos que nuestro alcance se vuelve más pequeño, y nuestras oportunidades también», lamenta.

García, del flamenco, dice que en su caso se han adoptado protocolos de sanitización y de cantidad de personas por metro cuadrado que ha establecido el Ministerio de Salud.

«Estamos comenzando a abrir con mucho cuidado, control y responsabilidad, cuidándonos a nosotros y a nuestro alumnado. En la academia donde soy profesora (Academia de Flamenco José Luis Sobarzo) estamos viendo otros horarios de funcionamiento además. Recién esta semana vamos a probar con solo 2 alumnos(as) por clase, y siempre manteniendo las clases vía digital», cuenta.

«Hay distintas redes y gremios artísticos que elaboraron y presentaron planes de apertura, pero aún no emana uno desde Minsal o Mincap específico. Así que seguimos los protocolos establecidos de manera general, siendo cuidadosos y muy responsables. En lo particular del baile flamenco, es vital poder hacer las clases desde las propias escuelas, ya que no se puede taconear en los departamentos, que es donde vive la mayor cantidad de personas».

García agrega que no han tenido apoyo de ningún tipo, «pero esperamos cumplir con todo de la mejor manera».

El Club Matadero al menos ya cuenta con su fonda online.

«Tomando todas las medidas sanitarias, haremos un gran cuecazo donde cada músico estará desde su casa transmitiendo a través de la señal del Facebook Club Matadero el día 16 de septiembre desde las 21:00 horas», anuncia.

Allí se presentarán en vivo «Las Corraleras», «Ricardo Silva y Los Ecolecuá» y «Belencha», destacadas y destacados y jóvenes intérpretes del canto nacional. La fonda será con aporte voluntario a la gorra.

Publicidad