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El proyecto para rescatar la memoria del diario impreso La Nación CULTURA

El proyecto para rescatar la memoria del diario impreso La Nación

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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La iniciativa se compone de un sitio web y un documental. Su objetivo es rescatar la memoria del medio «de la bruma del olvido y de la injusticia del paso del tiempo», en palabras de su autor, Rodrigo Quiroz, ex editor de Cultura del medio. «Creo que debemos tener medios públicos con espíritu, cuyo estandarte en este momento sea rescatar lo público del abandono, el pituto, el arreglín o la mediocridad…Creo que es necesario rescatar la cultura pública hoy más que nunca frente a todas las crisis que vivimos en salud, económica, climática, de confianza. Hoy más que nunca es necesario pensar cómo nos salvamos todos, no solo quienes han tenido vidas privilegiadas por cuna o suerte», comenta.


Un proyecto para rescatar la memoria del diario La Nación realiza actualmente el periodista Rodrigo Quiroz, ex editor de Cultura en la última época del medio impreso.

El diario gubernamental nació en 1917 y tuvo su última edición en papel en 2010, desde su histórica oficina en Agustinas 1269, frente a la Plaza de la Constitución, en lo que en su momento fue el primer rascacielos de Santiago.

La iniciativa se compone de un sitio web y un documental. Su objetivo es rescatar la memoria del diario La Nación «de la bruma del olvido y de la injusticia del paso del tiempo», en palabras de su autor.

Hoy el medio sigue funcionando, aunque como un diario privado, en una versión online. Desde 2014 pertenece a Ediciones Lanet SA, cuyo representante legal es Luis Novoa Miranda.

«No tiene ninguna relación con ‘La Nación’ original, para mí esa Nación se terminó en 2010, el 19 de diciembre para ser exacto, cuando circuló la última Nación Domingo en papel».

Origen

Quiroz inició el trabajo en 2009, después que en mayo de ese año, el entonces candidato presidencial Sebastián Piñera anunciara en una entrevista en Radio ADN que “lo mejor para Chile era cerrar el diario La Nación”.

«En ese minuto se encendió la idea de documentar lo que estaba pasando y lo que pasaría en los años siguientes», cuenta Quiroz. «Ahí compré cámara, memorias, discos duros y un dependiente de la tienda me regaló un trípode muy básico que me salvó durante un buen tiempo. Así nació. Con la urgencia de captar lo que estaba ocurriendo».

El sitio web, por otra parte, surgió como un espacio para difundir el documental, pero también para dejar en el espacio público parte de la historia del diario. Además es una invitación abierta «a cualquiera que quiera compartir un recuerdo, una imagen, historias, noticias, conflictos, secretos, detrás de escena».

«El sitio está recién nacido, mi intención fue publicarlo a los 10 años del cierre del diario versión papel, para decir también que nada está olvidado. Que me he demorado, pero creo que esa espera valdrá la pena», dice.

Una de las ediciones legendarias de La Nación estuvo dedicada al empresario Nicolás Ibáñez, dueño de los supermercados Líder, que en su momento mandó a comprar todo el tiraje para impedir su lectura sobre una demanda por violencia intrafamiliar.

Proyecto documental

El documental, en tanto, es un híbrido «entre mi visión personal de la historia del diario y el proceso de cierre que va del 2010 al 2014, donde destaco la lucha de la redacción periodística por salvarlo liderada por la periodista Nancy Arancibia».

«En el camino cuento sobre La Nación y los derechos humanos, el hito de La Nación Domingo y el rol del diario en los 90, donde se cocina el destino de Chile, con las transas, las vueltas de chaqueta, las nobles intenciones de una difusa democracia».

Quiroz pretende terminarlo este año.

«De aquí a abril terminar el primer corte y de aquí a septiembre terminarlo, distribuirlo y compartirlo. En el sitio voy a ir contando los pasos, como el lanzamiento del trailer oficial, o los lugares donde se podrá ver», anuncia.

Imagen del documental.

Hitos

Quiroz destaca que el diario nació en un momento en que, a nivel de discursos mediáticos, el panorama era dominado por la derecha comercial (El Mercurio) y la derecha monacal (Diario Ilustrado).

«Rescato la figura de don Eliodoro Yáñez y su visión de darle a país un diario fuerte para la clase media…Rescato su vanguardia cultural. Este fue el diario de Jean Emar, Edwards Bello, Vicente Huidobro, Manuel Rojas y Neruda y tantos otros. Rescato que este último trato de ‘perros mal agradecidos’ a quienes los despidieron del diario, en una columna publicada en el propio diario, en un ejercicio de honestidad brutal o error editorial importante», comenta.

También resalta que fue un espacio pionero para la liberación femenina, con colaboraciones de la propia Gabriela Mistral. «También me parece bonito que desde sus páginas se promoviera la idea de construir un Estadio Nacional…tantas cosas que no se saben, que se olvidaron».

En los años 90, La Nación además jugó un papel clave con las investigaciones sobre las violaciones a los derechos humanos.

«Fue el diario que dijo no a la impunidad».

El propio Quiroz trabajó en el diario 2000 al 2010, con un despido de un año en el medio.

«En esa década sin lugar a dudas rescato la creación de La Nación Domingo y de LCD (La Cultura Domingo), la sección de cultura de la misma, espacio que tuve el honor y la alegría de editar».

Los sepultureros de La Nación

En cuanto al cierre, Quiroz afirma que Piñera lo decidió «por una mezcla de factores».

«Se hizo del poder y su coalición -sobre todo la UDI- tenía sangre en el ojo. Hay una vendetta política ahí», asegura.

Al mismo tiempo, también estima que la derecha «solo da la última palada».

La Nación en los años 30.

Para Quiroz, otro factor importante en el cierre es la estructura de propiedad del diario (parcialmente estatal y privado).

«Eso hacía insostenible este modelo con la derecha en el poder, así que el primer semestre de 2010, Piñera estableció en base a un informe en derecho realizado por su amigo Carlos Zepeda la ruta para liquidar el diario desarmando una estructura dependiente del Diario Oficial, que le había permitido sobrevivir».

«Y por último, sostenidamente La Nación fue un proyecto editorial que no conquistó lectores, salvo LND. Este factor grafica el triste hecho que la izquierda o el progresismo en general fue incapaz de construir medios de comunicación fuertes».

La infraestructura del diario tuvo el destino establecido por Piñera, quien a través de un decreto supremo solicita la venta y liquidación de La Nación.

«Ese decreto desencadena la venta de Edificio, imprenta Puerto Madero, Archivo y bienes generales. El edificio se lo adjudicó Bienes Nacionales, quienes a su vez lo destinaron al SII, y el Archivo fue adjudicado por la Universidad Diego Portales», cuenta.

«Sus trabajadores se han desperdigado en distintos medios y oficios. Como todo en la vida hay quienes han llegado lejos en otros medios, otros han caído tratando de sobrevivir la crisis de los medios tradicionales y otros hemos caído en el mundo de las comunicaciones estratégicas o realización de documentales», relata.

¿Resucitar el diario?

Frente a la pertinencia o no de «resucitar» el diario, Quiroz cree fundamental la existencia de medios públicos, «ojalá con proyectos interesantes lejos de los dictados del neoliberalismo».

«Creo que debemos tener medios públicos con espíritu cuyo estandarte en este momento sea rescatar lo público del abandono, el pituto, el arreglín o la mediocridad…Creo que es necesario rescatar la cultura pública hoy más que nunca frente a todas las crisis que vivimos en salud, económica, climática, de confianza. Hoy más que nunca es necesario pensar cómo nos salvamos todos, no solo quienes han tenido vidas privilegiadas por cuna o suerte», dice.

Agencia La Nación de Valparaíso

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