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El astrónomo Theodoros Nakos en Puerto de Ideas: «Es una utopía pensar que la ciencia pueda quedar fuera de la realidad» CULTURA|CIENCIA

El astrónomo Theodoros Nakos en Puerto de Ideas: «Es una utopía pensar que la ciencia pueda quedar fuera de la realidad»

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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El astrónomo griego trabajó durante cinco años en el desarrollo del Telescopio Espacial James Webb, con el que se espera alcanzar significativos avances para la investigación astronómica y ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron tras el Big Bang. El próximo 23 de abril, Nakos estará contando su experiencia de trabajo en el James Webb y la importancia que tiene un instrumento como este para la ciencia.


El 25 de diciembre de 2021 fue lanzado al espacio el telescopio espacial James Webb (JSWT), un observatorio espacial que fue desarrollado a través de la colaboración de veinte países y construido y operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense. El telescopio se encuentra a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección contraria al sol y puede llegar a observar más de 100 galaxias al mismo tiempo. Con él se espera alcanzar significativos avances para la investigación astronómica. Así, entre los objetivos de la misión está ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron tras el Big Bang. Sin embargo, para poder enviar al espacio el JSWT se necesitaron 25 años de trabajos, ensayos y perfeccionamiento. Entre los científicos presentes en el proyecto, estuvo el astrónomo griego Theodoros Nakos.

Nakos trabajó durante cinco años como científico de pruebas de este revolucionario telescopio y justamente sobre su experiencia en el desarrollo del James Webb estará hablando el 23 de abril, en una charla a desarrollarse en el marco de Puerto de Ideas en Antofagasta.

«El James Webb es el telescopio espacial más grande y más avanzado que existe, y que fue lanzado al espacio el día de Navidad de 2021. ¡No podría haber mejor regalo para la comunidad astronómica en todo el mundo! Tuve la oportunidad de trabajar para esta misión entre 2006 y 2011, por tanto, quiero compartir mi experiencia e informar el público sobre el James Webb», comentó el astrónomo a El Mostrador.

Theodoros Nakos actualmente es gerente del grupo de procesamiento de datos en el Observatorio Alma. Se formó como físico en la Universidad de Tesalónica en Grecia y realizó su doctorado en astrofísica en la Universidad de Lieja en Bélgica. Su carrera profesional comenzó como investigador en astronomía y, luego, se involucró en proyectos relacionados con instrumentación astronómica, entre ellos, el Observatorio ALMA y el Telescopio Espacial James Webb.

El trabajo del astrónomo en el James Webb

El telescopio James Webb lo que está haciendo es reemplazar a otros dos, que son el legendario Hubble y el telescopio infrarrojo Spitzer. El JSWT tiene un espejo de 6,5 metros de diámetro, mucho más grande que los otros dos, por lo que puede captar imágenes más nítidas y detecta objetos más débiles, explicó Nakos.

«El James Webb va a abordar cuatro temáticas principales: el universo joven, la formación de las primeras galaxias, la formación de estrellas y los sistemas planetarios, y el origen de la vida. No tengo la menor duda de que gracias a las observaciones que se estarán realizando con el James Webb en la próxima década, nuestro entendimiento del universo va a mejorar de forma significativa», afirmó. 

Además, relató que su trabajo en el telescopio consistía en realizar las pruebas en uno de los cuatro instrumentos del telescopio, el MIRI, nombre que proviene de sus siglas en inglés Mid-InfraRed Instrument o, en español, instrumento de infrarrojo mediano. 

Con un equipo de aproximadamente 40 personas realizaban la caracterización completa del instrumento mediante la planificación y ejecución de pruebas en un laboratorio en Inglaterra que disponía de una cámara de vacío que simulaba condiciones espaciales, como por ejemplo una temperatura de -240 grados Celsius.

«Las pruebas se realizaban 24/7, durante semanas o incluso meses. Posteriormente analizábamos los datos y escribíamos informes, entre otras tareas. ¡No hay nada obvio cuando un instrumento opera en condiciones tan extremas! Dado que el telescopio espacial James Webb está posicionado a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, una vez lanzado al espacio, existen dos posibilidades: que el telescopio y cada uno de sus instrumentos funcionen correctamente o no, no hay condiciones entremedio», detalló.

Colaboración mundial en la ciencia

Actualmente, por el alto nivel que requieren los grandes proyectos científicos, necesitan ser realizados en colaboración entre distintos países u organismos, como en el caso de James Webb, donde colaboraron veinte países. Nakos afirmó que eso sucede en varias áreas científicas y no solamente en astronomía, debido a que requieren nuevas tecnologías y, por lo tanto, un cierto nivel de riesgo.

«En el caso de la astronomía, no es excepcional que pasen 20 a 30 años entre la declaración de interés por el desarrollo de un nuevo telescopio, hasta el inicio de sus operaciones. El caso del observatorio ALMA, que está situado en el desierto de Atacama, fue algo similar. Sin embargo, sin colaboraciones grandes no se pueden realizar proyectos grandes y, por consecuencia, no puede haber saltos en nuestro conocimiento», explicó. 

Sin embargo, ese mismo factor no está exento de los conflictos actuales. Es más, la guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto en tensión la permanencia de la Estación Internacional Espacial, creada por Rusia y Estados Unidos en 1998. Ese es un claro ejemplo de cómo el contexto social, político y económico constituye un factor en el desarrollo de la ciencia a nivel mundial.

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En ese sentido, Nakos señaló que la ciencia no debería tener un color político, sin embargo, no negó que ha sido uno de los factores que han impulsado avances tecnológicos.

«La ciencia como concepto es y debe ser apolítica. Pero es una utopía pensar que la ciencia puede quedar fuera de la realidad. Los conflictos bélicos lamentablemente forman parte de la historia de la humanidad y, a su vez, impulsan avances tecnológicos, dada la gran cantidad de recursos que se asignan. ¡Ojalá que montos similares fuesen destinados a la investigación sin vínculo bélico! Evidentemente, nuestra responsabilidad como científicos es optar por el diálogo y la paz, para resolver conflictos», opinó Nakos.

Chile: la capital mundial de la astronomía

En relación con su trabajo en el Observatorio ALMA en el país, aseguró que Chile es la capital mundial de la astronomía y que este antecedente ofrece grandes oportunidades laborales relacionadas con el rubro.

«Chile ya es la capital mundial de la astronomía. Antes del fin de la década, tres de los cuatro nuevos megatelescopios que se están construyendo actualmente en el mundo se van a instalar en Chile. Aproximadamente 80% de las personas que trabajan en observatorios no son astrónomos. Más que forjar el desarrollo astronómico en Chile, quisiera transmitir el mensaje de que habrá muchas oportunidades laborales para involucrarse en proyectos astronómicos, independientemente de la carrera que se escoja», sostuvo.

Theodoros Nakos mencionó que en los observatorios se necesitan distintas especialidades, desde ingenieros civiles, eléctricos o mecánicos, ingenieros de software, expertos en bases de datos y en Big Data. 

«Lo que sí, los profesionales tendrán que hablar inglés, así que, con mucha motivación, estudios y ganas de participar en proyectos entretenidos y con un excelente ambiente laboral, los profesionales chilenos podrán vivir experiencias enriquecedoras, entretenidas y un futuro laboral muy prometedor», puntualizó el físico.

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