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Dominga Sotomayor propone una “observación moral” de la sociedad en su película “Limpia”

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“No es una película sobre el trabajo doméstico y levanta mucha preguntas”, argumenta Sotomayor, aunque reconoce que tiene “un comentario crítico social”, pero “se trata más de una observación moral más que de un mensaje”.


Hacer una película sobre la relación de una mujer adulta y una niña interesó desde el primer momento a la cineasta chilena Dominga Sotomayor, directora de ‘Limpia’, película que ha estrenado mundialmente en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en la que propone una “observación moral” de la sociedad actual.

El film, basado en la exitosa novela homónima de la escritora Alia Trabucco, gira en torno a la relación “horizontal, pero a la vez desigual”, entre la hija de un matrimonio de clase alta de Chile (Rosa Puga Vittini) y la empleada del hogar que la cuida día y noche, Estela, interpretada por María Paz Grandjean.

“Me cautivó la manera en que la novela describe la profundidad, la acidez, la personalidad de Estela. Y me pareció muy interesante cómo sería mezclar el cariño con el poder, con la desigualdad”, explica Sotomayor en una entrevista con EFE.

Un personaje para reflexionar

El personaje de Estela, no solo atrapó a la directora, también a Grandjean, quien reconoce en la entrevista conjunta que con el tiempo, además, se ha ido identificando con ella y su “situación de superviviente de derechos humanos”.

Grandjean recibió en el pasado un disparo en el rostro de parte de un efectivo de Carabineros durante las protestas de octubre de 2019 en Chile y todavía afronta un proceso judicial contra su agresor.

“Había una cosa como interna de mucha sensación de injusticia, de impunidad, dolor, rabia, muchísimo aislamiento, eso me identificó con Estela”, dice. Pero, “Eso lo estoy reflexionando ahora, creo que durante el rodaje simplemente me dejé llevar por ello”.

Y, por eso “en la película yo no hice el rol de una nana, hice el de una mujer que vive de una manera y tiene apretados muchos canales y eso no le permite generar vínculos”, explica Grandjean.

Un mundo con dos categorías

Sotomayor afirma que otra de las cosas que le gustó de poder hacer este film tras leer el libro de Trabucco fue la posibilidad de hablar de un mundo “en el que todavía sigue existiendo personas de primera y segunda categoría”.

“Pero no queríamos hacer un juicio cerrado, no se trata de dar un mensaje, si no de acercarse con una lupa a un punto de vista tan sensible como el de Estela, y, a partir de ahí, generar una conciencia sobre a quienes estamos dejando de mirar y de cuidar en la sociedad”, indica.

Para la cineasta ‘Limpia’ es una película “súper específica”, y “a mi me gusta mucho eso del cine, entrar en este caso a una casa de un barrio alto, de un tipo de familia bien específico de Chile y que eso se vuelva universal”.

“No es una película sobre el trabajo doméstico y levanta mucha preguntas”, argumenta Sotomayor, aunque reconoce que tiene “un comentario crítico social”, pero “se trata más de una observación moral más que de un mensaje”.

Tanto para la directora como para la actriz estrenar ‘Limpia’ a nivel mundial en San Sebastián ha sido “muy emocionante”.

“Era la primera vez que la veía tanta gente junta y nunca había tenido una película en el festival”, dice Sotomayor, quien recuerda que además la cinta se va a poder ver en Netflix a partir del 10 de noviembre.

Y a la entrada de las plataformas de televisión a la industria del cine le da la bienvenida.

“Estamos en un momento de cambio y la financiación de las plataformas ayuda a que se sigan haciendo películas. Pero tiene que haber una mezcla con la financiación pública”, señala.

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