Actriz Juanita Ringeling y montaje inspirado en “Antes del amanecer”: “Es una obra muy íntima”
“Antes” está exhibiéndose actualmente los viernes y sábados en el Teatro Mori Bellavista, protagonizada por la intérprete junto a Gabriel Urzúa. “Es bonito de plantear un tema como este en estos tiempos es que estamos en los tiempos de lo desechable, del consumo excesivo”, reflexiona.
“Antes”, una obra inspirada en “Antes del amanecer”, la película de Richard Linklater, está exhibiéndose actualmente los viernes y sábados en el Teatro Mori Bellavista, protagonizada por Juanita Ringeling y Gabriel Urzúa.
El montaje sigue tres encuentros a lo largo de dos décadas entre dos personas que, pese a tomar rumbos distintos, vuelven a encontrarse una y otra vez.
“Llegué a esta obra porque fui convocada por The Cow Company, por Marcos Alvo. Hemos trabajado hace varios años juntos, pero no habíamos logrado trabajar en teatro, y muchas veces estuvimos conversando de qué hacer, de qué proyecto, en qué proyecto embarcarnos, y esto salió hace un tiempo ya como idea y finalmente se concretó este año, y coincidieron los tiempos, las ganas, todas las cosas. Y partió de esta idea de inspirarse en esta película, pero en una interpretación absolutamente libre”, cuenta la actriz.
Hiperrealidad
La obra fue escrita por Antonio Zisis (Dioses suicidas, Vorágine) y dirigida por el cineasta Rodrigo Sepúlveda (Padre nuestro, El rey del ring).
Esta es “una obra que fue gestándose y creándose totalmente en un grupo. Obviamente llegó el guión, pero ese guión se trabajó con Gabriel Urzúa, con el productor, con Marcos Alvo, y con el director, Rodrigo Sepúlveda, en muchas sesiones de lectura, de reescritura, de cambios. Entonces es exquisito y es muy llenador como actriz poder estar en un proceso así, en que uno tiene la posibilidad de estar desde el inicio y desde la estructuración incluso del texto en adelante”.
“Ha sido un proceso largo, lleno de detalles, muy bonito. Y quise estar también porque es un desafío gigante cuando hay dos actores en escena. Y el tema, además, que básicamente es una obra muy íntima, una obra de amor. Creo que siempre es bueno que exista en la cartelera una obra de estas características, y no hay muchas. Reflexionar sobre el compromiso, sobre lo duradero, lo desechable, sobre la pregunta de qué hubiera pasado si hubiéramos hecho tal o cual cosa, si nos hubiéramos quedado o no con tal o cual persona. Creo que son temáticas que atraviesan la mayoría de la humanidad y por eso también decidí participar”.
Con respecto a la trilogía cinematográfica en sí, la intérprete señala que la que más recuerda es la primera película, “creo que es como un clásico ya, sobre todo para nuestra generación”.
“Antes” “es una obra inspirada, y que lo que rescata sobre todo es ese nivel de intimidad, ese nivel de realidad o hiperrealidad incluso, y también esto de que la obra se sostenga completamente en el encuentro de dos seres humanos”.
“Lo otro es que en la puesta en escena, como está inspirada en una película, tiene mucho de lo cinematográfico, con la magia que tiene el teatro de permitir jugar con el tiempo y el espacio de una manera única”.

Crédito: Teatro Mori
La construcción del personaje
Su personaje es uno “que transita 20 años. Cada encuentro es con 10 años de distancia, entonces partimos a los 20, terminamos a los 40 y tanto, y eso obviamente demanda como distintas inspiraciones”.
¿Cómo lo construyó?
“Te diría que el primer acto, mi punto de observación fue una de mis sobrinas, que tiene más o menos esa edad, y una personalidad también muy hacia afuera, muy arrojada, y fue sobre todo buscar ese impulso de la juventud. Ese impulso, ese arrojo, lo osados que somos, el no medir consecuencias, el no mirar demasiado en el fondo los resultados, sino vivir el presente. Y eso es como lo esencial del primer acto en el personaje, estar en el presente”.
Y luego, el segundo acto, “es una etapa más de transición y tiene que ver más como, lógicamente, hay un estado más de madurez, la sensualidad es completamente distinta. Y también ahí, en el mismo texto, hay un factor más decisivo en los personajes y tiene que ver con eso, con el qué se hace, la duda de hacia dónde armó la vida, cuando uno está en ese vértice de la decisión”.
En cuanto al último acto, “te diría que para prepararlo uno tiene harto de memoria emotiva, para ir llenando ese espacio”.
“No te puedo contar mucho de qué es, porque si no somos spoilers de la obra, pero ahí ocupe muchas experiencias personales y también algunas películas que usamos de referencia, que fueron súper esclarecedoras, como por ejemplo, Anatomía de una caída. Hay otra película que se llama Vidas pasadas, que también fue súper importante para la creación de las atmósferas de los silencios”.
El resto del trabajo es básicamente de Rodrigo Sepúlveda, “que es un impresionante director de actores”.
“Creo que su mayor fortaleza es la delicadeza y la amabilidad con que dirige, con que conduce a Gabriel y a mí en este caso, desde una forma tremendamente amorosa en el sentido profundo de la palabra. Desde el amor, desde la empatía, desde los silencios. Y creo que por eso también sacó lo mejor de nosotros y permitió que la obra tuviera un ritmo muy bonito y un viaje muy bonito”.
Desafíos
Entre los desafíos, la actriz menciona el trabajo con el acento, ya que su personaje es una extranjera. Para ello estuvo tomando clases “para poder mejorarlo y y entender algunas cosas lingüísticas”.
Otro ha sido volver al teatro después de siete años, “y con una obra en que estamos completamente expuestos como actores, con Gabriel. Estamos una hora veinte en escena, solamente los dos”, en “una obra que no esconde nada”.
También señala que un tercer desafío, “creo que muy importante dentro de lo actoral, es lograr una intimidad profunda y una conexión de estos personajes que logre transmitirse y remover al espectador”.
“Al menos en las funciones que hemos tenido, y estamos muy contentos por eso, creo que eso se ha logrado. Tenemos muchas risas, tenemos llantos, tenemos muchos abrazos al salir de escena, y estamos muy contentos con eso, porque es una obra sobre dos personas comunes y corrientes, son las mismas cosas que nos pasan a todos, y es muy bonito y es un poco el valor del teatro y de las artes en general, verse reflejado, hacer esa catarsis cuando uno ve un espejo de lo que te pasa también en la vida, y eso es lo que permite luego la reflexión también, y eso ha sido muy bonito”.
Amor
Por otro lado, la actriz destaca un diálogo sobre el amor como un vínculo que permanece en el tiempo.
A ella le parece “bonito de plantear un tema como este en estos tiempos es que estamos en los tiempos de lo desechable, del consumo excesivo, de las infinitas posibilidades de las redes sociales en que uno da likes, que lee simplemente encabezados, pero no profundiza en el texto”.
Para ella, “eso ha generado una suerte de paralelo con las relaciones personales también, en que si no hay el exceso de dopamina constante y efectista e inmediato, vamos pasando las relaciones, y no solo las de pareja, digo, en general. Entonces es bonito hablar del amor en estos tiempos y del valor del compromiso, el valor de construir en conjunto”.
“Porque la obra tiene del amor romántico, pero también tiene de los amores que permanecen en el tiempo, que en el fondo no siempre es simplemente un amor. El amor, el desamor, el encuentro y el desencuentro. Las miradas distintas sobre la vida, cuánto nos pueden alejar o cuánto finalmente nos unen. Entonces creo que es importante plantear o reflexionar sobre estos temas en esta época un poco superficiales, diría yo”.
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