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Pascal Engman, exitoso autor policial sueco de origen chileno: “Aquí hay problemas de integración” CULTURA Crédito: sitio web del autor

Pascal Engman, exitoso autor policial sueco de origen chileno: “Aquí hay problemas de integración”

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Es creador de una saga protagonizada por la detective Vanessa Frank y dos de sus libros transcurren en nuestro país, uno en Vallenar, donde vive parte de su familia, y otro en la Patagonia, sobre el tráfico de niños entre Chile y Suecia. Sus obras han vendido más de dos millones de ejemplares.


Un escritor sueco de origen chileno acaba de lanzar su más reciente libro, “Klanen”, en el país escandinavo, como parte de la nueva generación de autores de novela negra en ese país.

“Llevo varios años queriendo escribir una historia familiar épica que abarque varios años para retratar los oscuros acontecimientos que se viven en Suecia. Quería mostrar cómo se han ampliado las fronteras, cómo lo impensable se ha convertido en algo cotidiano. Cómo la violencia y el miedo destrozan la vida de las personas”, señaló en una entrevista sobre este libro, que cuenta la historia de una familia criminal a lo largo de dos décadas.

Se trata de Pascal Engman (Estocolmo, 1986), quien se ha hecho famoso por su saga sobre Vanessa Frank, una detective muy especial inspirada en una agente de la policía sueca, en “historias con un marcado sentido socio-político”, según una reseña editorial.

Pascal es hijo del chileno Orlando Morchio y sus dos primeros libros transcurren parcialmente en Chile: su debut, “The Patriots”, en Vallenar, donde tiene familia, y el segundo, “Tierra del fuego”, en la Patagonia. Éste último, que retrata una trama criminal de tráfico de menores entre Suecia y Chile, fue publicado en español junto a “Los que odian a las mujeres”, ambos por Ediciones Roca.

Traducido a 20 idiomas, sus libros han vendido más de dos millones de copias, según la agencia Salomonsson.

“Pascal Engman es el maestro de la nueva generación. Su prosa posee una fuerza increíble y un maravilloso sentido de la dramaturgia. Con una mano ligera, te sumerge en su drama. Una lectura irresistible”, señaló el escritor sueco David Lagercrantz, conocido especialmente por ser el continuador de la saga Millennium creada por Stieg Larsson.

Vínculo con Chile

Engman se crió en Estocolmo e hizo una carrera como periodista antes de convertirse en escritor.

“Mi papá es chileno, llegó a Suecia en el 73 y mi mamá es sueca, pero he vivido en Chile, en Vallenar, y he estado casi una vez al año en Chile”, cuenta Engman en castellano, quien incluso asistió a un colegio esa ciudad en el año 2001 y actualmente está tramitando la nacionalidad chilena.

Su vínculo con el lugar es tal que incluso ha escrito alguno de sus libros en una localidad de la zona. “Voy una vez al año por tres meses”.

“La primera vez que mi padre volvió a Chile, yo estuve con él, fue el año 90, porque mi mamá estaba estudiando y hizo su práctica en Valparaíso. Estuvimos ahí seis meses, recorriendo casi todo Chile. Fuimos a Tocopilla, nos quedamos en Valparaíso, en Los Molles, en Santiago, en Viña”, cuenta.

Engman tiene cuatro hermanos: dos hermanas mayores y un hermano y una hermana menor. “Y mi hermana vive en Chile. Es médica ahí en Vallenar, en el hospital”.

Trabajo como periodista

Su apellido lo empezó a usar de niño. “Como iba en un colegio con casi puros suecos, empecé a usar el apellido de mi mamá”. Y lo conservó a la hora de trabajar como escritor.

Tras terminar el colegio y realizar distintos trabajos, fue periodista. Empezó en un pequeño diario regional en el sur de Suecia y luego pasó al Expressen, uno de los más grandes del país.

Cuenta que el periodismo además le venía por herencia: su abuelo materno, Stig Gary Engman, también fue reportero y trabajó en un alto cargo en el periódico Aftonbladet.

“Yo nunca quise ser periodista al principio, porque sentía que todos me iban a comparar con él, pero después de que murió, cuando tenía como 22, 23 años, empecé a interesarme por el periodismo”, recuerda.

Trabajó en muchas secciones, menos en Deportes, “aunque me encanta el fútbol. Mi primo de segundo grado es Carlos Villanueva, que jugaba por la selección y por el Audax”.

Llegada a la literatura

¿Pero cómo fue su llegada a la literatura?

“Cuando empecé a escribir los libros era porque yo quería ver si podía escribir un libro. Yo estaba trabajando en el Expressen, me estaba yendo súper bien, y un amigo que trabajaba en el diario publicó un libro y yo pensé que igual quería tratar de hacerlo. Así que me fui a Chile, a Chañaral de Aceituno, y ahí, en la casa de un amigo de mis padres que se llama Carlos, que es fotógrafo y que tiene una casa ahí, escribí un thriller”, cuenta.

“Me senté a escribir nomás y escribí como teniendo fiebre por tres meses. Y ahí salió mi primer libro, que no tenía editorial en Suecia ni nada. Tenía 29 años, pero me salió súper bien”, cuenta en referencia a su debut “The Patriots” (2017), que tuvo tal éxito que decidió dedicarse a la literatura.

¿Por qué eligió la novela negra?

“Porque Suecia es bien conocido por ese género. Con Millenium y Camilla Läckberg”, responde en alusión a otra autora policial.

Y agrega que entre los escritores que le gustan están Ernest Hemingway, John Steinbeck, Isabel Allende, Roberto Bolaño y Gabriel García Márquez.

Personaje femenino

En los últimos años, Engman se ha hecho conocido por la protagonista de algunos de sus libros, Vanessa Frank, inspirada en una agente de la policía sueca de la vida real.

“Una vez conocí a una policía que era era no era policía de uniforme, era de civil. Había sido bailarina, se había lesionado la espalda y se había convertido en policía. Ella me cautivó, su forma de ser, porque nunca hubiese imaginado que ella podía ser una policía. Y después de ahí pensé que si alguna vez iba a escribir un thriller sobre un policía, iba a ser sobre ella”, relata.

Engman reconoce que es distinto escribir sobre una mujer que un hombre, “así que ahí la entrevisté a ella y a un montón de mujeres para entender cómo hubiesen reaccionado, pensado, en distintas situaciones, y ahí nació Vanessa Frank. Y me encanta, sobre todo cuando las mujeres me escriben y dicen que no pueden creer que yo sea hombre, que haya retratado a una mujer tan bien y tan auténticamente”.

Temática local

A la hora de escribir, Engman se inspira en lo que ocurre actualmente en su país de nacimiento.

“Ahora hay muchas bandas criminales acá en Suecia. Escribo sobre los criminales nazis, sobre los narcotraficantes suecos. Entrevisto mucho a narcotraficantes y eso y escribo historias policiales, pero más de la sociedad, de los migrantes, de cómo es vivir como migrante en Suecia, cómo es ser narcotraficante, temas de la sociedad, cómo es vivir en la calle. Siempre tengo personajes de distintas áreas de la sociedad sueca”, explica.

“Cuando yo nací mis papás no tenían mucha plata, pero me pusieron en un colegio en el barrio más rico de Suecia, para tener una buena educación, así que fui al colegio con algunas de las personas más ricas de Suecia. Pero siempre juegue fútbol después del colegio en los barrios súper pobres, así que tenía como los dos mundos, y esos dos mundos trato de usar en las novelas sobre Vanessa Frank”.

En los últimos años, Suecia ha vivido episodios de criminalidad cada vez más violentos e inusuales. ¿Cómo explica Engman esa situación? Para él, una de las razones tiene que ver con el uso del dinero: se usa casi sólo tarjeta y hay cada vez menos efectivo, y la única forma de ganar plata como criminal es vendiendo drogas.

“Antes del 2010 en Suecia teníamos criminales de edad, como los Hell Angels, que se hacían de dinero robando un banco. Pero cuando Suecia empezó a sacar el efectivo, lo que pasó es que se formaron grupos territoriales, porque para vender drogas en Suecia tienes que tener un barrio bajo control, porque casi la única forma de obtener efectivo era vendiendo droga. Y las bandas usaban a los cabros jóvenes del barrio para vigilar y para vender las drogas”, dice.

“El problema con esto es que estos cabros jóvenes no tenían las reglas que tenían las otras bandas más viejas que habían antes, y para subir en la jerarquía, tenían que mostrarse como siendo el más duro, el más loco. Antes, si se armaba un conflicto entre dos bandas, ellos hablaban, porque había reglas. Lo último que hacían era disparar, pero disparaban en la pierna o en el brazo, y los conflictos eran personales, no eran entre barrios. Pero ahora lo que pasó es que si tú y yo éramos de distintos barrios y teníamos un conflicto, mandaban a un cabro de 15 años a disparar a las cinco personas que estaban paradas en una plaza en el barrio. Y eso hizo que las personas involucradas en cada conflicto eran mucho más”.

Pero más encima, agrega, Suecia ha recibido muchos extranjeros de todo el mundo durante los años 90 y se ha convertido en un país muy segregado, con un problema de integración.

En cuanto al futuro, Engman es pesimista.

“Yo creo que va a empeorar bastante, porque cada año las cosas se van empeorando, más gente que se muere. Los cabros (involucrados en la criminalidad) cada año son menores, ahora hay niños de 8, 9, 10 años metidos en eso. Por 200.000 coronas (20 millones de pesos) mandan a un cabro de 14 años a matar a una persona, que no sabe ni el nombre de la persona. Y, lamentablemente, muchas veces dispara a otra persona que no tiene nada que ver, porque es tan joven que no entiende”.

Aún así “comparado con, por ejemplo, Ecuador, Argentina, Brasil, no es nada”, acota. En 10 años, la tasa de homicidios ha subido de 0,91 por cada 100 mil habitantes en 2013 a 1,15 en 2013, según Expansión. En Chile en 2024 fue de 2,4.

– Tú acabas de presentar un libro, ¿de qué se trata?

– Es justamente sobre eso, cómo cambió Suecia del efectivo a las tarjetas, lo que pasó realmente. Se trata de una familia criminal que vive en (el barrio de) Sollentuna (en Estocolmo), a lo largo de 20 años, y la idea es que tienes que seguir seguir esta familia criminal para para mostrar, desde una perspectiva histórica, el aumento de la violencia en Suecia. Un familia del Líbano, en principio, que tiene muchos miembros familiares aquí en Suecia y en Alemania. Porque tenemos un montón de clanes acá en Suecia, que tienen una gran influencia en los crímenes en distintos sectores en Suecia.

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