
Huertos de paltos son más productivos cuando están al borde del bosque y matorral nativo
Esta cercanía con áreas naturales, genera mayor diversidad y visita de polinizadores silvestres al cultivo, de acuerdo con un reciente estudio. Propone conservar y restaurar la vegetación nativa cercana a los huertos, a fin de mejorar la productividad y proteger los ecosistemas.
La conservación de áreas naturales en Chile central, no sólo es una importante estrategia para proteger la biodiversidad, sino que también beneficia a la agricultura para la obtención de mejores cosechas. Así lo determinó un equipo de investigadores nacionales e internacionales, quienes analizaron el rol del bosque y matorral esclerófilo, y su contribución a la polinización y productividad del palto.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Sustainable Food Systems estuvo liderado por Keira Dymond, e integrado por científicas y científicos de la Universidad de Reading (UK), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), INIA La Cruz, y el Centro Ceres.
Durante tres años, este equipo de investigadores visitó huertos comerciales de paltos en la Región de Valparaíso y Metropolitana, evaluando cómo la cercanía o lejanía con áreas naturales inciden en la diversidad de insectos polinizadores y en el rendimiento del cultivo.

El investigador Juan Luis Celis. Crédito: Daniel Casado.
“Ya sabíamos que los insectos silvestres eran claves en la polinización de paltos. Lo que ahora queríamos entender, era si éstos venían de las áreas naturales cercanas. Y la evidencia nos mostró que, efectivamente, esas zonas actúan como reservorios de estos insectos”, explica Juan Luis Celis, coautor del estudio, e investigador del IEB y de la PUCV.
Entre los principales hallazgos, se confirmó que la diversidad de insectos silvestres y la tasa de visitas florales, fue mayor en los bordes de los huertos colindantes con áreas naturales. De hecho, en las zonas más cercanas al bosque nativo, la riqueza y abundancia de polinizadores fue hasta 2.5 veces mayor que hacia el interior del cultivo.
“Este mayor número de visitas y productividad del palto se asoció especialmente a dos grupos de insectos silvestres: las moscas y sírfidos. Esto fue proporcionalmente mayor a la participación de las abejas melíferas”, indicó el ingeniero agrónomo.

Crédito: Juan Luis Celis.
Relevancia del estudio
Chile es uno de los principales países productores de palta, en una zona de alta biodiversidad, lo que demuestra que se puede combinar productividad con sostenibilidad. Keira Dymond, autora principal de la investigación, reconoce la importancia del trabajo tanto para los sistemas agrícolas como para la conservación de ecosistemas amenazados.
“Al demostrar que los hábitats naturales cerca de los huertos de palta aumentan significativamente la diversidad y abundancia de polinizadores, e identificar a las moscas como polinizadores particularmente eficaces, este estudio proporciona evidencia crucial para estrategias de gestión del territorio que mejoran tanto la biodiversidad como la producción agrícola. Estos resultados subrayan la necesidad de que los agricultores conserven y restauren los hábitats naturales, a la vez que apoyan diversos grupos de polinizadores para garantizar servicios de polinización sostenibles”, comentó.
Por su parte, Juan Luis Celis destacó la importancia de seguir avanzando en el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza. En ese contexto, advierte que una mayor biodiversidad no sólo favorece la polinización en cultivos, sino también, a otras importantes medidas, como el control biológico de plagas, mejorando la sostenibilidad del huerto.
El científico del IEB añade que a través de estos ejemplos es posible ayudar a transformar los sistemas agrícolas. “Si bien la agricultura ha sido la principal causa de pérdida de biodiversidad por el cambio de uso de suelo, debemos convertirla en parte de la solución. Con esto contribuimos a mitigar la crisis de pérdida de biodiversidad y a compatibilizar seguridad alimentaria con conservación”
Celis también destaca que desde Chile podemos ser un referente para otros países.
“La industria puede avanzar, como lo hizo el vino con el código de sostenibilidad, elevando los estándares desde la academia y los sectores productivos”.
Bajo este escenario las y los autores refuerzan la necesidad de adoptar prácticas de manejo predial como la conservación de áreas naturales aledañas, quebradas con vegetación nativa, e incorporación de bandas florales o núcleos de vegetación nativa dentro del huerto para atraer y mantener polinizadores.
Finalmente, la investigación sugiere que conservar y restaurar el bosque y matorral esclerófilo de Chile central, no solo protege a las especies nativas, sino que constituye una inversión estratégica para garantizar la productividad agrícola futura.
Más evidencia
Otros estudios recientes que han contado con la colaboración del IEB, también han mostrado resultados similares al de la investigación en paltos. Uno de ellos, se efectuó en huertos de cerezo en la zona central de Chile, revelando que las visitas conjuntas de abejas melíferas y polinizadores silvestres aumentaban significativamente la producción de frutos.
Juan Luis Celis también participó en otro estudio, usando una especie modelo -el zapallo- que requiere de polinización en forma obligatoria para fructificar, a fin de medir polinización en distintos paisajes, con poca o mucha área natural. En este caso, se demostró que los paisajes con más áreas naturales ofrecían un mayor servicio de polinización.
“Todos estos esfuerzos demuestran la importancia de continuar integrando a la biodiversidad y conservación de ecosistemas, en la producción alimentaria”, puntualiza el científico.
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