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“Condéname cariño” de Eduardo Córdova: monstruos, policía y brujos CULTURA|OPINIÓN

“Condéname cariño” de Eduardo Córdova: monstruos, policía y brujos

César Farah
Por : César Farah Dramaturgo, novelista y académico, es docente en la Universidad de Chile, Universidad Adolfo Ibáñez y Uniacc. Ha escrito las novelas La Ciudad Eterna (Planeta, 2020) El Gran Dios Salvaje (Planeta, 2009) y Trilogía Karaoke (Cuarto Propio, 2007), así como la trilogía dramatúrgica Piezas para ciudadanxs con vocación de huérfanxs (Voz Ajena, 2019), además, es autor de la obra El monstruo de la fortuna, estrenada en Madrid el año 2021, también ha escrito y dirigido las piezas dramáticas Alameda (2017, Teatro Mori), Medea (Sidarte 2015-2016, México 2016, Neuquén 2017), Vaca sagrada (2015, Teatro Diana), Tender (2014-2015, Ladrón de Bicicletas) y Cobras o pagas (2013-2014, Ladrón de Bicicletas).
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Es una obra bien estructurada, con cuentos escritos a partir de una pluma ágil y cuidada, a la par que imaginativos, complejos, llenos de fantasía y reflexión, un título que vale la pena leer, sin duda.


El terror como género, es más que un modo de hacer sentir miedo, de hecho, en cierto sentido, sentir miedo a través de él, podría no importar tanto (aunque una buena dosis de esa sensación nunca está de más), lo que realmente nos hace consumir y, francamente, adorar el género, es la cualidad perturbadora de los mundos, personajes y espacios (a menudo más emocionales y mentales que físicos) que podemos percibir a través de este lenguaje.

Eduardo Córdova (Chile, 1992) es un narrador que a través de su libro de cuentos “Condéname cariño”, nos lleva por esta interesante senda. El volumen de 10 cuentos, entrega diversos relatos donde los monstruos, los policías de lo paranormal y los brujos, desarrollan su existencia, sus conflictos y, hasta cierto punto, su mundo interior.

Córdova articula la narración con una buena pluma, con un uso de la primera persona narrativa que da cuenta de solidez escritural, además, el Chile que ilustra es precisamente una metáfora brutal y acuciosa de nuestra identidad: oscuro, doble, ambiguo y fragmentario, sin la más remota posibilidad de una luz que sostenga la transparencia de la honradez.

El libro, en este sentido, busca incomodar, busca perturbar el orden tradicional de lo real y de la moral burguesa tardocapitalista… bien, como todo el buen terror hace, así, vinculado a una tradición a medio camino entre la fantasía y el horror, subgéneros que crecen en Chile día a día, “Condéname cariño” es un libro que entrega entretención, interés, reflexiones y, por qué no, una agradable dosis de perversión en torno a la sociedad actual.

Es posible decir que los personajes, a momentos, tienden a permanecer en el ámbito de lo formal, pero me parece que eso sucede porque se trata de cuentos, donde hay poco espacio de desarrollo y porque, sensatamente en mi opinión, el autor privilegia los mundos presentados, los conflictos y las acciones que estos desatan.

“Condéname cariño” es una obra bien estructurada, con cuentos escritos a partir de una pluma ágil y cuidada, a la par que imaginativos, complejos, llenos de fantasía y reflexión, un título que vale la pena leer, sin duda.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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