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La imaginación puesta en los archivos de arte CULTURA|OPINIÓN Crédito: Cedida

La imaginación puesta en los archivos de arte

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Eduardo Cruces
Por : Eduardo Cruces Artista, escritor e investigador independiente de las artes.
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Este martes comienza la quinta versión del Encuentro de Archivos de Artes Visuales del Biobío, que se desarrollará hasta el sábado.


Arte y vida ha sido desde siempre una relación en discusión para entender los bordes y tránsitos que desdibujan ambas palabras, en el camino han surgido otras dimensiones que a veces generan puentes, tal es el caso de considerar el contexto sociopolítico en el cual son creadas obras o proyectos culturales.

Así, para entender el devenir del arte local en un escenario global, es relevante precisar que la región del Biobío atraviesa desde la década de los 80 un fuerte plan de desindustrialización -que a la par conlleva la aceleración de otros planes industriales- desmantelando no solo económicamente sino culturalmente dinámicas sociales y sistemas de creencias heredadas para así reconvertirse en otras.

Siguiendo dicha línea, a modo de una respuesta a las transformaciones desde el arte, la región del Biobío tiene una historiografía en resonancia a la creación colaborativa en relación al contexto, entre otras, como es el uso de la editorialidad artística para solventar operaciones de circulación fuera del cubo blanco y más allá de los límites disciplinares.

Además, antes de eso en Concepción y varias otras comunas, también está muy reconocido y documentado el muralismo como un formato asociativo y de alianza incluso diplomática e histórica exhibida en el espacio público o en las cornisas de lo privado.

Hoy, los archivos artísticos serían una continuación de ambas formas de hacer por artistas en diálogo con sus lugares y paisajes, quienes van recuperando el hilo roto del tejido colectivo y comunitario en resonancia al pulso social y político. Resulta que estas fuertes transformaciones del contexto no consensuadas con los habitantes del territorio, también son una oportunidad para cuestionar el pasado e imaginar el futuro desde otras posibilidades.

En particular, la memoria construida de manera colaborativa como una buena práctica ha sido impulsada por los/as artistas locales y diáspora a través del Archivo Artes Visuales del Biobío. Donde, al reverso de las lógicas de las industrias creativas y de contenidos, Archivo AVBB desde un impulso des-industrializante apela a la libertad artística que se entiende como un motor cuestionador e incluso provocador de aquello que se instala, se disciplina y se controla como límite y fórmula para así desarmarle, armarle y volverla a configurar.

Si bien aún queda mucho que hacer al respecto, lo que se propone es abrir los archivos y experimentar sus modos de operar y de socializarse, incluso de cómo estos se construyen con la misma comunidad. Dar acceso a la experimentación sobre qué recordamos, cómo lo documentamos y cuánto se olvida o borra en el proceso.

Los beneficios son inmediatos, para una región que pretende mostrarse culturalmente con un estándar internacional, desde las artes visuales es primordial mantener una plataforma pública donde reconocer referencias y antecedentes de lo creado, una cadena descentralizada de obras y conocimientos desde las prácticas artísticas contemporáneas, incluyendo sus memorias cotidianas y sensibles en relación a la contingencia y la afectividad, permitiendo encontrarlas, leerlas y disfrutarlas.

Para extender esto en el tiempo, donde la precariedad laboral de los/as artistas es evidente, entonces, lo primordial es construir espacios seguros donde compartir diferencias en un alero solidario y tolerante con la diversidad. También, es esencial mantener la colaboración con el Estado que promueva la aplicación de las buenas prácticas por parte de las instituciones culturales para así garantizar un trato justo a los trabajadores/as y el acceso al arte como un derecho por la comunidad a través de alianzas y corresponsabilidad.

En definitiva, convocamos a empujar la imaginación puesta en los archivos de arte para así activarnos y movilizarnos en el presente.

Como nos compartió la investigadora argentina Ana Longoni a través de una Política común de archivos impulsada por Red Conceptualismos del Sur y que se adhieren otros archivos internacionales: “La Imaginación archivística es un llamado a prestar atención a los movimientos del presente para encontrar respuestas situadas. Para ello llamamos a activar tanto la imaginación histórica, que pueda volver sobre prácticas de otros tiempos para convocar su potencia disruptiva sobre el presente y alentar su dimensión de porvenir, como la imaginación internacionalista, que pueda poner en común conflictos y soluciones ensayadas en diferentes latitudes de manera descentrada de los ejes norte/sur o de centros/periferias”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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