
El país más melódico del mundo: Lagwagon en Chile
La legendaria banda californiana Lagwagon volvió a Santiago con un show explosivo en el Teatro Coliseo, reafirmando su histórica conexión con el público chileno y consolidando a Chile como uno de los epicentros mundiales del punk rock melódico.
Ayer se vivió una de esas jornadas que quedarán grabadas en la memoria. Desde temprano se intuía que sería una noche épica, y es que Lagwagon tiene una relación especial con Chile. La banda, oriunda de Goleta, California, visitó nuestro país por primera vez en el año 2000, en el mítico Laberinto —solo para los old school, real old school—, marcando el inicio de un romance que ha perdurado por décadas.
Esta vez, el reencuentro tuvo lugar el 15 de octubre de 2025 en el Teatro Coliseo, escenario que se transformó en un templo del punk melódico de la cual fuimos testigos gracias a Monkey producciones.
Germinar: la chispa nacional que encendió la noche
Para una jornada tan explosiva, la banda chilena Germinar fue la encargada de abrir los fuegos. El grupo realizó su último show antes de partir de gira a Estados Unidos, donde representará a Chile en el reconocido festival The Fest, en Gainesville, Florida, junto a otros referentes de la escena local como Pancho Folk, Waterglass y Talking Props.
Abrir un concierto así conlleva un gran poder y una gran responsabilidad, pero Germinar lo asumió con naturalidad.
Su repertorio —centrado en los discos Errante y Canto de aves— se sintió fresco, intenso y lleno de emoción.
La banda, oriunda de la V Región, demostró la madurez alcanzada tras años de trabajo constante, dejando el ambiente encendido para lo que venía.
Cigar: velocidad, clásicos y una ovación total
Luego fue el turno de Cigar, una de las joyas más queridas del punk californiano. Con el Coliseo repleto, el trío repasó clásicos de su icónico álbum Speed is Relative —y vaya que tenían razón con el título, por la velocidad de sus canciones— junto a temas de su último trabajo The Visitor.
El público respondió con una energía desbordante: slam, mosh y stage dives transformaron el teatro en una caldera.
El cierre con “Mr. Hurtado” desató la locura total, dejando el escenario en el punto exacto para lo que muchos esperaban: el regreso de Lagwagon.
Lagwagon: un reencuentro con el corazón del punk melódico
Nadie quería perderse ver de cerca a una de las bandas más influyentes del género. No era casualidad: Lagwagon fue parte de la mítica banda sonora del videojuego “Tony Hawk’s Pro Skater 2”, compartiendo espacio con nombres como Anthrax, Rage Against the Machine y Papa Roach, convirtiéndose en una referencia generacional.
Lo que este género evoca es más que música: es una manera de vivir.
Entre rostros conocidos y otros nuevos, todos compartían un mismo lenguaje: guitarras rápidas, letras sinceras y una comunidad que se reconoce a través del sonido.
Canciones como Making Friends —que habla de las dificultades para conectar con los demás y del bloqueo emocional— cobraron otro sentido en vivo: la música se volvió un puente, un espacio de comunión colectiva donde cada grito fue catarsis.
El show fue una fiesta colosal.
Lagwagon repasó toda su discografía, mezclando himnos eternos con joyas ocultas, reafirmando por qué son una banda de culto del punk melódico mundial.
Y aunque no lo dijo en el escenario, Joey Cape dio a entender en sus redes sociales que el concierto en Chile fue el mejor show del tour sudamericano. Una afirmación que, después de lo vivido, nadie pondría en duda.
Chile, el país más melódico del mundo
Porque sí: Chile es el país más melódico del mundo.
Y no lo es solo por la pasión o la energía del público, sino porque hay escena, hay bandas, hay gente que vive esto como una forma de identidad.
Ayer, entre conversaciones al calor del pogo, muchos contaban que han visto a Lagwagon —y a decenas de bandas más— en otros países, y que nunca se siente igual. Que solo en Chile se canta cada verso, se vibra con cada acorde, se entrega el cuerpo entero.
Me recuerda cuando Nitro le dijo a Sweet Pain en aquella histórica batalla: “Yo vengo del País más rapero”.
Y aunque él hablaba del rap, lo mismo se podría decir del punk melódico.
Porque acá, más que un estilo musical, es una forma de entender la vida.
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