
Aspergillus: el hongo que cerró pabellones en San Bernardo
Cierre de cinco pabellones en Hospital El Pino por aspergilosis; 50 pacientes expuestos al hongo Aspergillus, común en ambientes naturales.
El domingo se procedió al cierre de cinco pabellones del Hospital El Pino, ubicado en San Bernardo, luego de que se confirmaran dos casos de aspergilosis pulmonar, una infección provocada por el hongo Aspergillus. La medida fue adoptada con el objetivo de prevenir posibles contagios entre pacientes que han sido sometidos a cirugías.
Se estima que cerca de 50 pacientes operados podrían haber estado expuestos al hongo, cuya presencia se vincula a recientes trabajos de remodelación en el recinto. Ante esta situación, las autoridades determinaron el cierre inmediato de las salas como una acción preventiva.
El Aspergillus es un hongo que se encuentra habitualmente en materiales orgánicos en descomposición, como hojas muertas, estiércol, granos y vegetación. Según MedlinePlus, su presencia es común en el entorno natural y, aunque el contacto con él ocurre con frecuencia, puede provocar infecciones en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Además, este hongo puede encontrarse en productos como abono o incluso en hojas de marihuana. Desde la Clínica Mayo se advierte que la exposición a este tipo de moho es “inevitable”, ya que está presente tanto en espacios interiores como exteriores, aunque la mayoría de sus cepas no representa un riesgo para la salud.
Síntomas y complicaciones de la aspergilosis pulmonar
La aspergilosis pulmonar es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente al sistema respiratorio y puede manifestarse con síntomas como fiebre, tos persistente, silbidos al respirar, e incluso episodios de tos con sangre o dolor torácico en casos más avanzados. Si progresa, esta condición puede extenderse más allá de los pulmones y afectar otros órganos del cuerpo.
La variante más peligrosa es la aspergilosis invasiva, una forma agresiva que puede alcanzar los vasos sanguíneos. Según la Clínica Mayo, este tipo de infección puede derivar en complicaciones serias como insuficiencia respiratoria, lesiones en la piel, dolores óseos, problemas de visión y otros síntomas de gran gravedad.
El tratamiento suele iniciarse con fármacos antimicóticos, aunque en situaciones más severas puede requerirse intervención quirúrgica. Los especialistas advierten que, pese a que algunos pacientes responden positivamente al tratamiento, las recaídas no son inusuales. Por ello, se insiste en la importancia de un monitoreo clínico riguroso y prolongado.