
Entrampados en el VIH: una campaña para preocuparse
Los críticos apuntan al manejo comunicacional de la iniciativa, tildándola con adjetivos como “prejuiciosa” e “ignorante”. Para ellos, los términos usados segregan y culpabilizan a una parte de la sociedad.
La reciente medida preventiva, PrEP, implementada por Minsal, tras las alarmantes cifras de casos de VIH/Sida, ha agitado las aguas en diversos sectores políticos, colectivos y agrupaciones LGTBI.
Los críticos apuntan al manejo comunicacional de la iniciativa, tildándola con adjetivos como “prejuiciosa” e “ignorante”.
Para ellos, los términos usados segregan y culpabilizan a una parte de la sociedad.
Durante el mes de agosto, el Ministerio de Salud (Minsal), ejecutó su campaña preventiva del VIH mediante la entrega del medicamento Profilaxis Preexposición (o PrEP) a nueve hospitales de distintas regiones del país (Antofagasta, Luis Tisné, Barros Luco, Padre Hurtado, San José, San Juan de Dios, El Carmen de Maipú, Temuco y Puerto Montt).
Se trata de un medicamento en cápsulas, que al ser ingeridas disminuyen el umbral de posibilidad de adquirir el virus.
El tratamiento está dirigido a quienes el gobierno denominó ‘’grupos de personas con mayor riesgo de exposición al VIH’’, tales como trabajadores sexuales, transexuales y hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
Sin embargo, las críticas contra el Minsal se hicieron presentes por el mal manejo comunicacional tras utilizar la terminología «grupos de riesgo»’ y no «población prioritaria y/o clave».
Tanto el Movilh como usuarios de redes sociales calificaron la campaña como homofóbica y de estigmatizadora contra quienes son considerados como público objetivo.
¿Qué hay con el uso de estos conceptos? La Organización de Naciones Unidas por el Sida, entidad que se encarga de prevenir y proteger a las personas de contraer VIH en el mundo, presentó este año un manual comunicacional llamado «Orientaciones terminológicas de Onusida», donde presenta una lista de terminologías preferidas por la ONG y de los errores más importantes que se pueden evitar.
«El lenguaje puede determinar creencias e influir sobre el comportamiento. El uso de un lenguaje apropiado tiene el poder de fortalecer la respuesta a la epidemia», señala el manual.
El artículo, al que la misma campaña oficial de gobierno cita en su propio proyecto, es claro en especificar que «en vez de utilizar ‘grupos de alto o mayor riesgo; grupos vulnerables'», se debe emplear «poblaciones clave de mayor riesgo», pues «las poblaciones clave son distintas de las poblaciones vulnerables, las cuales están supeditadas a presiones de índole o circunstancias sociales que las hacen más vulnerables a la exposición a las infecciones, entre ellas, el VIH».
Resulta paradójico que el gobierno de turno (y los anteriores) suelan entramparse en errores básicos en temáticas tan delicadas y sustanciales en materias de políticas sociales, y sobre todo tan relevantes como la salud de miles de chilenos y residentes.
Según datos de la ONU, Chile está entre los diez países del mundo donde las transmisiones del VIH aumentaron en un 50% o más. De hecho, entre 2010 y 2017 hubo un incremento del 96%, lo que se traduce en que quienes viven con VIH pasaron de 2.968 a 5.816 personas. Chile hoy cuenta con dos campañas: Test rápido de VIH y la recién estrenada campaña del PrEP.
Hoy somos víctimas de una pandemia de VIH. La principal herramienta para combatirla es una educación sexual completa, desde las escuelas, que abarque la mayor cantidad de posibilidades sexuales. Sin embargo, ante la necesidad de resultados inmediatos, dado el carácter de la explosión en el aumento de contagiados por el virus, el PrEP ha demostrado ser una herramienta útil, pero discriminadora a nivel comunicacional, lo cual no contribuye con el real proceso educativo sobre el tema.
James Humes señalaba que el arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo, y la presente campaña del Gobierno certifica que, una vez más, en materias de salud sexual, seguimos siendo víctimas de la mala gestión de nuestros líderes políticos ante una pandemia que se expande.
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