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Francia y el coronavirus: A fortalecer el multilateralismo Opinión

Francia y el coronavirus: A fortalecer el multilateralismo

Roland Dubertrand
Por : Roland Dubertrand Embajador de Francia en Chile
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Francia ha reafirmado su compromiso con el multilateralismo y su apoyo a la OMS para luchar en contra de la epidemia. Solo juntos vamos a vencer el virus. Mediante una declaración conjunta de la Alianza para el Multilateralismo, firmada entre otros países también por Chile, se ha hecho en particular un llamado a todos los gobiernos a “actuar colectivamente para contrarrestar la pandemia respetando el derecho internacional incluyendo los derechos humanos”. En esta misma línea y sobre la futura vacuna contra el COVID-19 , el presidente Macron anunció que ésta debiera ser un “bien público mundial”, extraído de las leyes del mercado. Su igual acceso para todo el mundo no puede ser negociable. 


La respuesta ante la pandemia del coronavirus ha desafiado a todos los gobiernos del mundo ha provocado cambios drásticos en las agendas y programas de cada uno de ellos. Ha tenido un real impacto global. Después de ser uno de los países más afectados de Europa, Francia se encuentra actualmente en un periodo de “desconfinamiento progresivo” de la población. ¿Cómo ha sido la estrategia abordada por el Presidente francés Emmanuel Macron en esta crisis sanitaria, además de su rol al interior de la Unión Europea y al nivel internacional para enfrentar esta pandemia y la disposición de Francia para cooperar con Chile en la lucha de esta pandemia?

Desde el primer caso de COVID-19 detectado el 25 de enero, Francia ha sido uno de los países más afectados por la pandemia. El 4 de junio se contabilizaba 155 444 contagiados confirmados y 29 065 personas fallecidas por COVID-19 , entre ellas 10.350 en los establecimientos médico-sociales. Para enfrentar esta crisis sanitaria, el presidente Macron tomó fuertes medidas, que finalmente han terminado, por rendir fruto. Así, el 16 de marzo se inició el confinamiento en todo el territorio nacional (el cual duraría casi dos meses) y donde 67 millones de ciudadanos debieron quedarse en sus hogares.

Paralelamente, anunció unas contundentes medidas económicas y sociales por un monto global de 100 mil millones de euros. El gobierno también comprometió una línea de créditos garantizados por el Estado por unos 300 mil millones de euros en favor de las empresas y las Start-Up, además de la suspensión del pago de facturas de agua, luz y arriendos para las Pymes del país entre otras medidas importantes. A su vez, se implementó un dispositivo de “desempleo parcial”, similar a la Ley de protección del empleo en Chile. Este permite, de manera temporal, reducir la jornada laboral o suspender el contrato de trabajo de los asalariados, que siguen recibiendo por parte del empleador una indemnización equivalente al 70% de su salario bruto; a su vez reembolsada por el Estado.

Por otra parte, la acción exterior del Estado francés en conjunto con el apoyo de Air France ha permitido la repatriación de 170.000 turistas franceses que se encontraban en el extranjero. En el caso específico de los franceses que se encontraban en Chile, unos 5000 ya han regresado a Francia, la mitad gracias a las gestiones y orientaciones de la Embajada y el Consulado de Francia en Chile.

En este proceso de la lucha contra el virus, Francia también ha tenido que enfrentar obstáculos y fracasos. La falta de mascarillas en los hospitales o la poca cantidad de test PCR fueron algunos de ellos.  Para solucionar la problemática de las mascarillas, el gobierno francés decidió acelerar su producción nacional e importar además una gran cantidad desde el exterior. En una intervención televisada, el presidente Macron admitió con claridad que el país no estaba preparado para el Covid-19.

El pasado 11 de mayo comenzó un “desconfinamiento progresivo” en todo el territorio francés: empezó de manera diferenciada, en función de la situación sanitaria de cada región y de su capacidad hospitalaria y de testeo. La reapertura de jardines infantiles, colegios y comercio ha sido gradual y sujeta a condiciones, mientras que también se ampliaron el número de exámenes PCR por semana y la entrega gratuita tanto a la población como al personal de salud de mascarillas. C

omo parte del plan de contención del virus, que implica testear, rastrear y aislar, se puso también a disposición de la ciudadanía, después de varios debates y un voto en la Asamblea, la App StopCovid elaborada por el INRIA (centro de investigación francés especializado en Ciencias de la Computación), que permite, de manera voluntaria, identificar y rastrear, mediante bluetooth, cadenas de infectados e informar a las personas que hayan estado en contacto con un caso confirmado por covid. Gracias a la implementación de estas medidas y a los buenos resultados de la cuarentena, se anunció el 2 de junio la fase dos de la desescalada que permitirá a los ciudadanos franceses retomar algunas de sus libertades y actividades cotidianas, esto si con una mayor prudencia ya que el virus sigue circulando.

En estas circunstancias también era imprescindible estrechar y reforzar el compromiso existente entre los países integrantes de la Unión Europea. Francia ha sido así el primer país en alentar la Unión Europea a evaluar el alcance de la crisis solicitando la reunión, el 10 de marzo de 2020, de un Consejo Europeo extraordinario.

Esta reunión ha permitido adoptar medidas para coordinar esfuerzos en materia de salud pública y proteger a los europeos, como por ejemplo disponer de material médico compartido, apoyar la investigación de una vacuna contra el COVID-19 con la movilización de un presupuesto de 140 millones de euros o aunar esfuerzos para permitir que los ciudadanos europeos que se encuentren bloqueados fuera de la Unión puedan regresar a sus países. Pero, la solidaridad entre los países europeos se ha manifestado también día a día de forma concreta con la acogida de pacientes para aliviar a los países más afectados o la donación de material médico.

inalmente, durante el 18 de mayo, se anunció una Iniciativa Franco-Alemana mayor frente a la crisis del coronavirus cuyo objetivo es reforzar la soberanía sanitaria mediante una estrategia sanitaria de la UE, crear un fondo de reactivación económica de la UE y acelerar la transición ecológica y digital, además de reimpulsar el mercado único.

a propuesta franco-alemana de un fondo de recuperación económica es histórica porque contempla otorgar 500 mil millones de euros a los Estados que lo necesitan en subsidios reembolsables en el marco del presupuesto europeo. El 27 de mayo, la presidenta de la Comisión europea se ha inspirado de esta propuesta para proponer a los Estados miembros un esfuerzo de 750 mil millones de euros en préstamos y subsidios, sumas que serán tomadas en préstamo por la UE y reembolsadas en el marco del presupuesto europeo. Es un paso mayor para una solidaridad europea verdadera que Francia ha siempre defendido, en particular en favor de los países más golpeados por el virus como Italia y España.

De la misma forma, Francia ha reafirmado su compromiso con el multilateralismo y su apoyo a la OMS para luchar en contra de la epidemia. Solo juntos vamos a vencer el virus. Mediante una declaración conjunta de la Alianza para el Multilateralismo, firmada entre otros países también por Chile, se ha hecho en particular un llamado a todos los gobiernos a “actuar colectivamente para contrarrestar la pandemia respetando el derecho internacional incluyendo los derechos humanos”. En esta misma línea y sobre la futura vacuna contra el COVID-19 , el presidente Macron anunció que ésta debiera ser un “bien público mundial”, extraído de las leyes del mercado. Su igual acceso para todo el mundo no puede ser negociable.

Esta crisis sanitaria, sin precedente en los últimos años, puede también ser una oportunidad para generar espacios de colaboración y estrechar las relaciones entre Francia y Chile. El Instituto de investigación en ciencias y tecnologías digitales (INRIA) eligió en el año 2012 a Chile para crear su noveno centro de investigación, el único ubicado fuera de Francia. Este ha puesto a disposición del gobierno chileno como de la comunidad científica dos soluciones digitales para contribuir a controlar la pandemia: el proyecto Icubam (para visualizar en tiempo real la disponibilidad de camas de cuidados intensivos) y la aplicación StopCovid de la cual he hablado antes.

La crisis del coronavirus exige respuestas locales, regionales y globales, profundizando la cooperación entre las naciones ya sea a nivel político y científico, y soluciones para mitigar las consecuencias sociales y económicas de esta pandemia tomando en cuenta la búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo sostenible. Se abre entonces, dentro de esta crisis, una oportunidad para la colaboración y solidaridad entre las naciones, en particular entre Europa y América latina y entre Francia y Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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