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Último cara a cara en EE.UU: el incorregible Donald Trump y Joe Biden se enfrentan en un debate final con nuevas reglas MUNDO Crédito: Reuters

Último cara a cara en EE.UU: el incorregible Donald Trump y Joe Biden se enfrentan en un debate final con nuevas reglas

El debate televisado que se celebrará en Nashville a las 22 horas (hora de Chile) llega en un momento en el que Trump necesita urgentemente alterar la trayectoria de la carrera electoral. Biden lo supera de manera considerable en las encuestas a menos de dos semanas de las elecciones, aunque la contienda es muy reñida en algunos estados. Para evitar los bochornos del primer debate, la mayor novedad es que se apagarán los micrófonos en algunas partes. «Me parece muy injusto», afirmó Trump, quien además ha acusado de ser una “izquierdista demócrata” a la moderadora. Analistas estiman que es complejo que “Trump sea capaz de contenerse», aunque otros apuestan a que ahora sí actúe “como un presidente empujando a Biden a que cometa un error”. Las medidas de seguridad son intensas en Nashville, con numerosos controles y cierres de calles, mientras al interior del recinto, el uso de mascarilla facial será obligatorio para todo el público, a diferencia del debate en Cleveland, donde la mayor parte de invitados de Trump no la llevaba.


El primer encuentro celebrado a finales de septiembre en Cleveland (Ohio) estuvo marcado por el caos, los insultos y las constantes interrupciones. Y ahora ambos candidatos -el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden- nuevamente se verán las caras para un último debate televisado en Nashville, la capital de la música country, a 12 días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

El debate a las 22:00 horas (hora de Chile), será para Trump una de las últimas oportunidades clave para intentar cambiar el sentido de la campaña, en la que marcha rezagado en los sondeos. Según el promedio de encuestas de RealClearPolitics, Biden aventaja a Trump por 7,5 puntos porcentuales a nivel nacional -una tendencia decreciente-, y mantiene una distancia, aunque menor, en los estados donde las preferencias de los votantes han oscilado entre republicanos y demócratas.

Prueba del interés en esta elección, más de 42 millones de estadounidenses ya votaron por correo o en persona, es decir un 30% del total de la participación en 2016, todo un récord, según la organización independiente Elections Project.

Micrófonos en silencio

La Comisión de los Debates Presidenciales, el órgano organizador no partidista, anunció esta semana un nuevo protocolo para que no se repitan las escenas del primer debate, marcado por las numerosas interrupciones, la mayor parte motivadas por Trump, lo que impidió que se abordaran a fondo los temas de interés para los votantes. La mayor novedad es que se apagarán los micrófonos en algunas partes.

La fórmula es rechazada por el polémico mandatario. «Me parece muy injusto», afirmó Trump el miércoles y reiteró además sus críticas a la moderadora de la cadena NBC, Kristen Welker, a quien acusó de ser una izquierdista demócrata.

En concreto, al principio de cada uno de los seis bloques de 15 minutos que dividirán el encuentro, los candidatos tendrán dos minutos cada uno para presentar sus ideas de manera ininterrumpida. Serán en esos dos minutos iniciales cuando el micrófono del aspirante que no esté hablando será silenciado para garantizar que el otro pueda hablar sin interrupciones.

En el tiempo restante de cada uno de los segmentos ambos micrófonos estarán abiertos, aunque la Comisión ha señalado que «su esperanza es que los candidatos sean respetuosos con el tiempo del otro».

Pese a esta novedad, el experto en debates políticos, David Zarefsky, profesor de la Universidad de Northwestern (Illinois), expresó a la agencia Efe sus dudas de que esto vaya a servir para moderar el tono.
«Creo que tendrá más o menos el mismo tono, excepto en las declaraciones del principio de los segmentos de dos minutos por parte de cada candidato, que serán ininterrumpidas. La discusión consiguiente podría ser más caótica. No estoy seguro de que Trump sea capaz de contenerse», opinó.

Además, ambos candidatos van a estar separados por una mampara debido al covid-19, después de que el presidente diera positivo a principios de mes e incluso estuviera hospitalizado unos días.

Pero nada indica que el tono va a ser más cortés. En el primer foro, el candidato demócrata de 77 años se refirió al mandatario como un «mentiroso», un «racista» y un «payaso». Trump, tres años menor, le replicó afirmando: «No hay nada inteligente en ti».

Trump, que teme convertirse en un presidente de un sólo mandato, acentuó en los últimos días sus ataques personales contra Biden, cuestionando su integridad y afirmando que su familia es una «empresa criminal».

Michael Steel, un republicano que fue como asesor principal de John Boehner, expresidente de la Cámara de Representantes, dijo que Trump debe dar un paso atrás y dar espacio para que Biden cometa errores.

«Probablemente no hay nada que el presidente Trump pueda hacer en términos de atacar a Biden que ya no haya intentado en el primer debate», dijo Steel. «Ahora tiene que actuar como un presidente empujando a Biden a que cometa un error», cita Reiters

Los temas en debate

Los temas anunciados que se abordarán en cada bloque serán la lucha contra la pandemia, las familias estadounidenses, la seguridad nacional, el liderazgo, la crisis climática y la raza.

Pese a estos asuntos fijados, es muy probable que los candidatos se enfrenten en la polémica por el proceso de confirmación en el Senado de la nominada por Trump para el Supremo, la jueza ultraconservadora Amy Coney Barrett, cuya designación ya fue aprobada por el Comité Judicial de la Cámara Alta, pese al boicot planteado por los demócratas de la instancia.

Asimismo, se espera que el debate aborde también las revelaciones del director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe, quien alertó el miércoles de que Irán y Rusia han obtenido información de votantes estadounidenses y que están tratando de interferir en los comicios.

Es posible que el presidente saque, por otro lado, a colación los artículos publicados en los últimos días por el tabloide New York Post sobre una serie de correos electrónicos y otros materiales digitales recuperados de un ordenador portátil que supuestamente pertenecía a Hunter Biden. Una copia de ese material fue facilitada al diario neoyorquino por el exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, Rudy Giuliani.

Medidas de seguridad y anti Covid

Las medidas de seguridad son intensas en Nashville, con numerosos controles y cierres de calles. Aun así, se esperan varias protestas en las inmediaciones de la Universidad de Belmont, un centro privado cristiano que  acoge un debate presidencial después del celebrado en 2008 entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain.

Para esta tarde hay convocadas concentraciones contra el racismo y contra la nominación de Barrett en los alrededores de la universidad. Mientras, desde la tarde del miércoles, avionetas con pancartas antiaborto han estado sobrevolando los alrededores del centro.

Al interior del recinto, el uso de mascarilla facial será obligatorio para todo el público del debate y aquel que no la lleve será expulsado, a diferencia del debate en Cleveland, donde la mayor parte de invitados de Trump no la llevaba.

En paralelo, la organización lleva practicando tests desde el fin de semana a los periodistas y voluntarios que han ido llegando estos días a Nashville para el evento, y este jueves se espera que se sometan a la prueba los invitados por los candidatos y los propios aspirantes.

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