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Gobierno se juega sus últimas cartas para evitar avance de acusación constitucional contra ministro del Interior: «En la oposición están a tiempo de evitar un error histórico» PAÍS

Gobierno se juega sus últimas cartas para evitar avance de acusación constitucional contra ministro del Interior: «En la oposición están a tiempo de evitar un error histórico»

Ante el escenario adverso en que se encuentra el Ejecutivo, el titular de la Segpres, Cristián Monckeberg, se jugó la carta del descredito al libelo acusatorio en contra del jefe de gabinete del Presidente Piñera, apuntando a un sesgo político y a la falta de fundamentos. La acción contra Víctor Pérez se vota en la Cámara este martes y, de ser aprobada, el ministro quedaría inmediatamente suspendido de sus funciones a la espera de la votación en el Senado.


Un complejo escenario es el que espera al jefe de la cartera de interior, Víctor Pérez, luego de la errática defensa que presentó en un principio —y q tuvo que borrar más tarde— donde puso en jaque la credibilidad de sus argumentos. Esto luego que en un primer intento buscara desligarse de sus responsabilidades institucionales con Carabineros, acusando que bajo un Estado de Excepción, su manejo estaría bajo el Ministerio de Defensa, pasándole la posta a su par, Mario Desbordes, lo que además genero un conflicto interno en La Moneda que trajo consigo una reprimenda de parte del Mandatario a su jefe de gabinete.

Hoy, en entrevista con La Tercera, el ministro de la Secretaría General de Gobierno (Segpres), Cristián Monckeberg, se jugo la carta del descredito para intentar frenar el avance de la acusación que este martes se vota en la Cámara y que, de aprobarse, dejaría de inmediato suspendido de sus funciones al ministro del interior Víctor Pérez a la espera de la votación en el Senado.

«Confiamos plenamente en que parte de la oposición no va a respaldar esta acusación constitucional, que, a nuestro juicio, es sesgada políticamente. En la oposición están a tiempo de evitar un error histórico, que, de cometerlo, costaría mucho borrarlo. La oposición tiene una oportunidad de no respaldarla», dijo Monckeberg al matutino.

El secretario de Estado aseguró que «no se entiende una acusación de este tipo sin fundamentos», sobre todo, añadió, «después de que el domingo (día del Plebiscito) tuvo una señal tan potente de la ciudadanía donde todo resultó impecable y donde todos optamos por la vía institucional, la vía pacífica y de futuro». Por esta razón, para el titular de la Segpres, todo puede derivar en un «error histórico» que, según reiteró, «la oposición está a tiempo de no cometerlo».

Monckeberg agregó que sería lamentable interpretar que el Apruebo motiva a la oposición a impulsar una acusación constitucional de este tipo. En ese caso, dice, «viene a reafirmar la falta de fundamentos de esta acusación».

«He leído la acusación y llegué a la conclusión de que es contradictoria, engañosa y sesgada políticamente», sentenció el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg.

Cabe mencionar que este martes se vota el libelo acusatorio luego que la comisión evacuara el jueves pasado un informe favorable con 4 votos contra 1, y que tras un acuerdo de las bancadas se decidiese retrasar su votación que en un principio estaba agendada para el viernes pasado.

En la Cámara se necesita el 50% más uno de los votos de los presentes y, de haber asistencia completa, el umbral es 78. Así, como las bancadas de Chile Vamos suman 73 escaños, La Moneda necesita cinco votos díscolos para hacer naufragar el libelo. El problema es que la calculadora de la oposición arroja que contarían con 80 votos alineados para aprobar la acusación y que está la expectativa de llegar a 82.

El difícil escenario que espera al Ministro

Cuatro son los factores que advierten de un clima poco propicio para las pretensiones del jefe de interior y que tienen al Ejecutivo conscientes de una probabilidad real de quedarse sin su tercer ministro de la cartera.

Lo primero, una nueva defensa sin credibilidad. Recordemos que en el propio oficialismo afirmaron que la errática jugada de la defensa de Pérez el jueves, tratando de tirar la pelota a la cartera de Defensa, minó la credibilidad de cualquier argumento que después se ha tratado de sostener para «salvar» al ministro.

Además, en segundo lugar, al Gobierno no le favorece en nada que esta acusación esté patrocinada y «empujada» por la DC, precisamente porque es en este partido donde el Gobierno apuesta por los descuelgues y el pirquineo de votos a su favor. Pero eso no es todo. A diferencia de otras ocasiones, en este tema, la colectividad parece caminar más unida que nunca; lo que se transformó en una pésima noticia para Palacio.

Y es que a ojos de La Moneda, y como tercer punto que complica al Ejecutivo, el hecho de que sea la DC la que lidere esta acusación le conferiría un halo de «sentido común» al libelo, neutralizando a los indecisos. No hay que olvidar que la acusación contra Mañalich fue impulsada desde el Frente Amplio y fracasó por varias razones, una de las cuales fueron las cuentas pendientes entre sectores de la falange y la bancada del frenteamplismo.

Finalmente, pero no menos importante, surge el hecho de que hoy nadie quiere ser apuntado como el “rompe filas”, algo que se ha transformado en una presión no menor en la oposición. Tal como le contamos ayer, considerando lo anterior, se estaría apostando a evitar grandes tropezones como sería el descolgarse de la acusación en contra una de las figuras emblemáticas del Rechazo y de una derecha que quedó contra las cuerdas con el resultado de las urnas la noche del 25 de octubre.

Ahora, el Gobierno cuenta con un par de días para desplegar a los asesores gubernamentales en pos de intentar revertir las cosas, una misión que coinciden en señalar que es casi imposible.

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