El oficialismo no pasa por su mejor momento y las filas al interior de la coalición de gobierno están más desordenadas que nunca. Sobre todo, además de la fractura que generó el retiro del 10%, tras la estrepitosa salida de Víctor Pérez del gabinete. Al menos, esta última es la razón principal del desarreglo que esgrimió la presidenta de la UDI, quien por un lado valoró la llegada el nuevo ministro del Interior pero por otro apuntó a que hay una gestión «deficiente» del comité político y —específicamente— del titular de la Segpres, a quien la timonel gremialista ya había señalado por «no jugársela» para evitar el cambio de jefe del gabinete.
«El comité político tiene que aplicarse». Esta fue la crítica que la presidenta de la UDI, Jaqueline Van Rysselberghe, realizó consultada por su evaluación del círculo más cercano al Presidente Piñera en este minuto en La Moneda.
En entrevista con el Mercurio, la senadora y timonel del gremialismo valoró la llegada de Rodrigo Delgado (UDI) a la cartera de Interior como «una buena jugada» de parte del Mandatario pero, sin duda, añadió, «el resto del comité político se tiene que aplicar para poder actuar coordinadamente». Van Rysselberghe no se quedó ahí y apuntó específicamente a un ministro del gabinete, al de la Secretaría General de la República, Cristián Monckeberg (RN), quien, a su juicio, «tiene que aplicarse más en su labor; ha tenido una gestión deficiente».
JVR ya había criticado la falta de despliegue en el Congreso por parte de Monckeberg para jugársela por «salvar» a Víctor Pérez de la acusación constitucional. De hecho, la salida del predecesor de Delgado fue para Jacqueline Van Rysselberghe lo que desordenó las piezas en el oficialismo. «El exministro estaba empezando a sentarse en el cargo y le hacen una acusación que obliga a su renuncia. Eso genera un desorden», sentenció la parlamentaria en conversación con el matutino.
Tras el plebiscito, que también dividió aguas en el oficialismo, la visión de Chile Vamos y La Moneda era que venía la unidad. A tres semanas de la histórica votación, eso no ha pasado e incluso vino un segundo impacto que provocó distanciamientos en la coalición; el retiro del 10%. Sin embargo, Van Rysselberghe afirmó que no están lejos de la unidad en comparación con la oposición que, según dijo, «se une en torno a dañar al Gobierno» pero «nosotros tenemos concordancias de ideas», afirmó.
Mucha concordancia de ideas tendrán pero el proyecto que pretende intervenir nuevamente a las AFP avanza a paso firme en el Senado y el miércoles, durante la votación de la iniciativa, esa sincronía no se notó. Esto no es tema para Jacqueline Van Rysselberghe que asegura que lo ocurrido esta semana no fue fruto de la desunión sino que «fue fruto del populismo».
«Sí, el populismo está instalado en todos lados. Hoy hay miedo a las funas. Ya no hay coraje para defender las ideas», sentenció la presidenta de la UDI que, además, cree que es una mala solución resolver los problemas que tiene el país en un momento tan complicado «apuntándose con el dedo y tratando de diluir las culpas».
«No estoy conforme», añadió, «las cosas se pueden hacer mejor». «Pero creo que el camino no es la crítica pública. Estamos en épocas complicadas, con una izquierda absolutamente irresponsable, con un país en crisis, con una institucionalidad que se está derrumbando y la responsabilidad obliga a que tengamos que cuidar con mayor prolijidad la unidad».
Van Rysselberghe aprovechó para llamar a su partido a revisar bien cómo van a elegir a sus parlamentarios en la próxima elección ya que, al final del día, «no sé si vale la pena tener parlamentarios que engrosan las filas, pero que actúan con la izquierda».
El desorden en la coalición podría jugarle en contra a la derecha que intenta reagrupar sus piezas de cara a las próximas elecciones. «Una elección con un gobierno que esté demasiado disonante es compleja. Pero despegarse completamente también puede ser una complejidad. Hay que buscar el término medio», concluyó la presidenta de la UDI.
