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Platas universitarias: estudio propone sustituir actual AFD y apunta a financiar hasta el 25% del presupuesto de planteles estatales al 2025 PAÍS Crédito: Archivo

Platas universitarias: estudio propone sustituir actual AFD y apunta a financiar hasta el 25% del presupuesto de planteles estatales al 2025

Benjamín Sáez, investigador de Fundación Sol y uno de los autores del estudio, explicó a El Mostrador que “lo que estamos proponiendo es que se cree un nuevo fondo de aporte directo que vaya a todas las universidades del Estado. Nuestra propuesta es que el año 2022, este fondo podría partir cubriendo el 10% de ese presupuesto total». La propuesta busca comenzar financiando al año 2022 un 10%, y cada año se va aumentando 5 puntos porcentuales. “El año 2022 se cubriría el 10%; el año 2023, 15%; el año 2024 se cubriría el 20% y el 2025 se llegaría a cubrir el 25% de este presupuesto», detalló. Este financiamiento se lograría a partir de un Aporte Fiscal distinto al actual AFD, que permitiría aumentar el porcentaje del presupuesto financiado con gasto directo y disminuir la dependencia de los aranceles y matrículas, así como, de la venta de servicios [ACTUALIZADA]


El estudio «Financiamiento de las universidades del Estado en Chile. Indicadores relevantes y salud financiera de las universidades estatales»reveló que al año 2021, el Estado entrega recursos por $252.157 millones mediante el Aporte Fiscal Directo (AFD), de los cuales $150.562 millones corresponden a 18 planteles estatales y $101.595 millones se distribuyen entre 9 planteles privados pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH).

«El aporte promedio por AFD recibido por los planteles estatales corresponde a $8.263, mientras que en los planteles privados CRUCH asciende a $11.151 millones. Considerando el presupuesto total asignado para la Educación Superior en 2021, que equivale a $2.394.040 millones, el AFD representa un 10,5 %, aspecto que da cuenta del lugar residual que ocupan las transferencias directas en el Sistema de Educación Superior», dice el estudio de la Fundación Sol realizado por los investigadores Benjamín Sáez, Recaredo Gálvez y Francisca Barriga.

Es en este sentido que se presenta una propuesta de financiamiento «que permita llegar a financiar un 25% del presupuesto de las Universidades del Estado al año 2025. Este financiamiento se lograría a partir de un Aporte Fiscal distinto al actual AFD, que permitiría aumentar el porcentaje del presupuesto financiado con gasto directo y disminuir la dependencia de los aranceles y matrículas, así como, de la venta de servicios. Se enfocaría solo en Universidades Estatales».

«La propuesta considera un aumento de presupuesto del 7% y un financiamiento inicial del 10 % para el año 2022. Con un aumento progresivo de 5 puntos porcentuales al año en el monto financiado, para cubrir un 25 % del presupuesto de las Universidades Estatales en 2025», agrega la investigación elaborada con apoyo y financiamiento de la Mesa Triestamental Universidades del Estado (METUECH).

Benjamín Sáez, uno de los autores del estudio, conversó con El Mostrador respecto a esta idea: «La propuesta es que se parta financiando al año 2022 un 10%, y cada año se va aumentando 5 puntos porcentuales. El año 2022 se cubriría el 10%; el año 2023, 15%; el año 2024 se cubriría el 20% y el 2025 se llegaría a cubrir el 25% de este presupuesto».

«Lo que estamos proponiendo es que se cree un nuevo fondo de aporte directo que vaya a todas las universidades del Estado. Nuestra propuesta es que el año 2022, este fondo podría partir cubriendo el 10% de ese presupuesto total», agregó.

Por otra parte, el estudio señala que «para tener una noción de magnitud de este nuevo aporte directo, se debe considerar que el nuevo Aporte Fiscal del primer año de la propuesta (2022) equivale a un 78,6 % del Aporte
Fiscal Directo asignado para 2021. Ambos aportes coexistirían en los años siguientes».

“En el contexto de actual debate de reforma constitucional, el lugar que ocupe el derecho a la educación será una oportunidad de gran relevancia para relevar el lugar que ocupan las Universidades del Estado en el sistema. Para ello, como demuestra la experiencia comparada, el cambio en la lógica de financiamiento, de un financiamiento a la demanda a un financiamiento de la oferta, es un aspecto clave”, señala el estudio.

De acuerdo al documento, “esto implica un giro de timón significativo en un presupuesto de Educación que, como se discutió en la segunda sección, se ha enfocado mayoritariamente en los componentes de la Gratuidad y el CAE. Un mayor financiamiento directo, con un aumento progresivo, permitiría reducir el estrés financiero de los últimos años y avanzar en una integración mayor de las Universidades del Estado en términos de lo que son las carreras funcionarias, el costo de los aranceles, el rol de las ventas de servicios e  instituciones relacionadas con este aspecto, entre otros elementos clave”.

Realidad presupuestaria de las universidades del Estado

Sáez explicó que «si vamos a ver la realidad presupuestaria de las universidades del Estado, una universidad como la de Chile, tiene un presupuesto que supera los 738 mil millones de pesos, por lo tanto es un monto que está muy lejos de lo que se está entregando por concepto de Aporte Fiscal Directo».

En esa línea, sostuvo que «si consideras lo que es el gasto en educación superior para el año 2021, el Aporte Fiscal Directo equivale a un 10,5% de todo el presupuesto de la educación superior, y dentro de ese AFD hay un porcentaje que va a universidades privadas».

«Las universidades estatales, hace muchos años, tienen que recurrir a otras formas de financiamiento, que son formas de financiamiento a la demanda de la educación y no al financiamiento de la oferta de la educación. La mayor parte de los ingresos de las universidades hoy provienen de dos grandes conceptos: uno que es la matrícula. Y la otra forma de financiamiento es la venta de servicios, que en muchas universidades no es tan fuerte», agregó.

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