CULTURA
Créditos imagen: @nelos_mp
La polémica se inició el martes a raíz de una publicación que hizo el municipio a través de redes sociales, donde recibieron fuertes críticas. Luego, aseguraron que la decisión se tomó después de que recibieran una carta firmada por miembros de la comunidad ucraniana, solicitando la suspensión de la obra «Moscú», una adaptación de «Las tres hermanas», pieza del narrador y dramaturgo ruso Antón Chéjov. Esta no es la única expresión artística rusa cancelada en el mundo, es más, se ha generado un debate en torno al límite del boicot a Rusia a través de la cultura.
La tarde del martes 5 de abril, la Corporación Cultural de Las Condes publicó en redes sociales que las funciones de la obra «Moscú», basada en «Las tres hermanas», pieza del narrador y dramaturgo ruso Antón Chéjov, serían reprogramadas. La razón que dio el municipio fue que sería por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
«Debido al lamentable y triste conflicto que hoy se desarrolla en Ucrania y conscientes de no herir ningún tipo se sensibilidad que pudiera ocasionar la presentación de esta obra de teatro, hemos considerado suspender las funciones que estaban programadas desde el año pasado», expresaron en la cuenta de Instagram de la Corporación Cultural.
Frente a esto surgió un sinfín de críticas en redes sociales, sin embargo, esta situación ha sucedido en varios países del mundo. La guerra entre Rusia y Ucrania ha generado un debate en todo el orbe acerca de las consecuencias que ha tenido en la cultura rusa. Grandes festivales e instituciones culturales han optado por cancelar la presencia de artistas rusos en los escenarios y pantallas, principalmente en Europa.
La publicación de la Corporación Cultural de Las Condes. Imagen vía Twitter: @vagoilustrado
La Academia de Cine de Ucrania lanzó una petición a la industria fílmica mundial para boicotear la cinematografía rusa. Por otro lado, el alcalde de Florencia, Dario Nardella, se negó a derribar una estatua de Dostoievski luego de que se lo solicitara un ciudadano. Igualmente Disney, Warner y Sony no estrenarán sus próximas películas en Rusia, Netflix canceló todos sus servicios en el país y lo mismo pasó con Spotify. El deporte fue una de las primeras expresiones en ser boicoteadas, cuando la final de la Champions’ League y la Fórmula 1 se cambiaron de lugar. Igualmente, el Teatro Real de Madrid suspendió las actuaciones previstas del Ballet Bolshoi y la Filmoteca de Andalucía canceló la proyección de «Solaris», del director Andréi Tarkovsky, y los ejemplos continúan.
A raíz de la polémica que afecta al montaje de «Moscú», la adaptación de la obra de Chéjov escrita por el dramaturgo argentino Mario Diament y bajo la dirección de Christian Villarreal y las actuaciones de Shlomit Baytelman, Verónica González y Carolina Carrasco, la Corporación Cultural de Las Condes emitió un comunicado donde reiteran la decisión, tomando en cuenta «una carta firmada por miembros de la comunidad ucraniana y tras reuniones con miembros de esta misma, quienes solicitaron aplazar la exhibición de la obra», afirmaron.
«Al momento en que la Municipalidad de Las Condes se entera de la decisión, nos solicita contactarnos con la compañía encargada de la obra y reprogramar las funciones para lo antes posible, hecho que ya se está llevando a cabo», expresa el comunicado de la Corporación Cultural de Las Condes.
Por otro lado, el director de la obra, Christian Villarreal, comentó a El Mostrador que ya la habían presentado en otros teatros y municipios con anterioridad y que había tenido una buena recepción del público.
«Se están mezclando peras con manzanas porque Chéjov habla de estas hermanas que viven en este pueblo perdido en el sur y que están siendo testigos de un fin del zarismo, y uno como artista por supuesto que está en contra de la guerra que es tan injusta y empatizo con el dolor de los ucranianos y creo que el arte es una forma linda de poder salir con esto adelante. Lo que más me importa es que se haga porque es un texto tan bello», comentó el director.
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Una de las actrices de la obra, Verónica González, comentó que antes de que la Corporación Cultural de Las Condes publicará la reprogramación de la obra, recibió comentarios de odio en las redes sociales refiriéndose justamente al conflicto entre Rusia y Ucrania.
«Nosotras fuimos ofendidas o maltratadas a través de las redes sociales casi como si nosotros estuviéramos apoyando la invasión de Putin y la obra no tiene nada que ver con eso», comentó la actriz.
Además, agregó que «la obra de Diament se podría haber llamado Nueva York, Kiev o Berlín o Santiago de Chile, es muy insólito lo que está pasando, soy una mujer antiguerra y a favor de los derechos humanos. Estamos en tiempos de debatir, de dialogar y no de censurar, no podemos darles la mano a personas que llaman a funa y a la censura por el simple hecho de que la obra está basada en una gran dramaturgia de Chéjov”.
La polémica hace que se cuestione hasta qué límite un boicot a la cultura y artistas rusos es relevante en Chile frente a la invasión de Rusia a Ucrania. Frente a esta disyuntiva que se ha generado en distintos países del mundo, Cristian Keim, director del Teatro Nacional Chileno (TNCH), comentó que no se está tomando el valor de la obra original.
«Creo que es una acción tomada a la ligera, me da la impresión que no se sopesa el valor de la obra ni de la adaptación ni el momento que está viviendo la cultura chilena. Creo que es un error, uno no puede desconocer a determinados autores o la historia de la cultura universal por una coyuntura política específica que está ocurriendo. Encuentro que es absolutamente un despropósito», afirmó.
