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Barcelona dejó en la cuerda floja a Pellegrini tras vencer al Manchester City

Barcelona dejó en la cuerda floja a Pellegrini tras vencer al Manchester City

Julio Salviat
Por : Julio Salviat Profesor de Redacción Periodística de la U. Andrés Bello y Premio Nacional de Periodismo deportivo.
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Un partido de lujo, el mejor de este año, cumplió el equipo catalán para vencer 2-1 al conjunto inglés. Luis Suárez anotó los dos goles y Lionel Messi volvió a los niveles superiores de su fútbol, pese a que perdió un penal. El estratego chileno dejó tres tareas pendientes.


Con un primer tiempo deslumbrante y un segundo período de mantención, el Barcelona de España dio un paso importantísimo para avanzar a cuartos de final de la Copa de Campeones al superar 2-1 en calidad de visita al Manchester City. Como consecuencia, el técnico chileno Manuel Pellegrini ve nuevamente en peligro la permanencia de su equipo en las fases decisivas del más importante torneo europeo y siente decaer el apoyo que ha tenido en la banca del conjunto inglés.

El uruguayo Luis Suárez anotó en el primer tiempo las dos conquistas del conjunto visitante, mientras Sergio Agüero acortó las cifras al promediar la segunda etapa. El descuento, sin embargo, no alcanzó a provocar algún suspenso porque casi inmediatamente fue expulsado el lateral Gaël Clichy y el “Citizen” quedó en inferioridad numérica. Barcelona estuvo cerca de aumentar las cifras en el último minuto, pero Lionel Messi desperdició un penal.

FINO Y CERTERO

Lo que parecía respeto en la actitud inicial del Barcelona era solamente táctica: no comenzó como el equipo avasallador que acostumbra ser, sino que plantó sus líneas en terreno propio. Desde allí inició sus réplicas con un fútbol asociado y preciso, que tuvo en Lionel Messi a un director de juego extraordinario.

El argentino fue imparable para quien se le pusiera por delante y supo culminar sus maniobras con entregas inteligentes que desarmaron continuamente al bloque defensivo inglés.

El Manchester City se vio disminuido y desconcertado. Sus centrales tardaron en afirmarse, sus laterales jugaron contenidos, sus volantes no tuvieron imaginación y los delanteros permanecieron desconectados. Las diferencias individuales jugaron un papel preponderante para que el cuadro español manejara el balón con exquisita elegancia y notable certeza. A Messi, Iniesta, Neymar y Rakityic era imposible quitarles la pelota. Y pasaban siempre que intentaban la maniobra individual. En el lado celeste, solamente Silva tenía algún éxito en los mano a mano.

Ya había tenido un par de aproximaciones peligrosa el Barca, cuando Luis Suárez abrió la cuenta, a los 15’, aprovechando un centro de Messi que complicó a Vincent Kompany.

El 2-0 lo salvó Hart en un solitario duelo con Suárez, pero fue el mismo uruguayo el que lo concretó a los 30’, empalmando un centro de Jordi Alba, otra buena figura en el conjunto ganador. En ese aspecto, las diferencias fueron abismantes: los centros de los catalanes tenían cálculo y precisión; los de los ingleses, nada. Y en el mismo sentido, los laterales visitantes contribuían en ataque, mientras los locales sólo se dedicaban a defender. Dani Alves, por ejemplo, tuvo el tercero con un remate que hizo estrellar la pelota en el travesaño.

La única llegada con peligro del Manchester se produjo un minuto antes del descanso cuando un remate de Nasri provocó la única intervención de Ter Stegen, el germano que secunda Claudio Bravo en el pórtico catalán.

MEZQUINO Y FUERTE

En la segunda fracción se produjo la lógica reacción del cuadro dueño de casa, manifestada principalmente por el adelantamiento de líneas y la mayor actividad de jugadores que habían estado muy apagados, entre ellos Agüero. Sin embargo, sus mejores jugadas terminaron siempre con remates defectuosos y cabezazos blandos o al cuerpo del arquero.

Los dos equipos agotaron sus cambios en procura de cambiar la suerte o mantener el resultado. Al Manchester le fue mejor con estas movidas, fundamentalmente porque Luis Enrique, el DT de Barcelona, se equivocó al sacar a Rakitic, uno de sus mejores elementos.

A los 68’, el incansable Agüero encontró premio a su esfuerzo y puso el 1-2 con un disparo fulminante después de ver despejado su camino por un valioso amague de David Silva.

Se encendieron las ilusiones manchesterianas: con 15 minutos por delante, con el fervor con que jugaba el equipo, el vuelco no parecía imposible. Pero dos factores apagaron los ánimos: por doble amonestación se fue a las duchas Clichy y, además, Messi volvió a ponerse serio. Y con él dirigiendo el juego, Barcelona controló todo desde ahí desde ahí hasta el final.

Messi pudo alargar las cifras y sentenciar la llave, pero Hart bloqueó el tiro con que sirvió un penal en el tercer minuto de recuperación y no pudo darle dirección a la palomita con que empalmó el rebote.

Como ha sido la característica, el péndulo de Pellegrini volvió a bajar. Se mantiene su imposibilidad de vencer al Barcelona desde que dejó la dirección técnica del Villarreal, hace siete años, está a punto de quedar fuera de la Champions y las esperanzas de coronarse campeón en la Premier League son escasas.
Lo más probable es que a mitad de año esté respirando otros aires

PORMENORES
Octavos de final de la Champions League.
Estadio Ettihad, de Manchester.
Árbitro: Felix Brich, de Alemania.

MANCHESTER CITY (1): J. Hart; P. Zabaleta, V. Kompany, M. Demichelis, G. Clichy; Fernando, J. Milner, S. Nasri (61’ Fernandinho), D. Silva (77’ Baccari Sagna); Dzeko (68’ Wilfried Bony)y S. Agüero. DT: Manuel Pellegrini.

BARCELONA (2): Ter Stegen; D. Alves (74’ Adriano), G. Piqué, J. Mascherano, J. Alba; I. Rakitic (74´ J.Matthew), S. Busquets, A. Iniesta; L. Messi, L. Suárez y Neymar. DT: Luis Enrique.

GOLES: 15’, Suárez (B); 30’, Suárez (B); 68’, Agüero (MC).

Tarjetas Amarillas: 44’, Alves (B); 58, Clichy (MC): 75’, Adriano (B); 76’, Fernando (MC); 90+2, Zabaleta (MC).

Expulsado: 73’, Clichy (MC).

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