Al respecto, el secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y arzobispo de Malta, Charles Scicluna, sostuvo que se trata de una «hoja de ruta», mientras que el papa aclaró que no es más que un «punto de partida» para arribar a algún tipo de solución.
Este jueves comenzó en el Vaticano la denominada reunión sobre protecciones de menores, una cumbre que ha sido catalogada como «histórica» y en la que participan 190 personas, entre ellas, 114 presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo.
El inicio de este encuentro contó con unas palabras del papa Francisco, quien señaló que espera más que una condena verbal de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia, y en ese sentido, se hizo entrega a los participantes de un listado con 21 propuestas de los diferentes comités y conferencias episcopales.
Al respecto, el secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y arzobispo de Malta, Charles Scicluna, sostuvo que se trata de una «hoja de ruta», mientras que el papa aclaró que no es más que un «punto de partida» para arribar a algún tipo de solución.
La primera propuesta es la creación de un «vademécum práctico», una obra de referencia que contenga nociones fundamentales de la materia y que establezca los pasos a seguir ante una denuncia por abuso sexual.
Otra de las propuestas es establecer «estructuras de escucha», formadas por expertos para analizar los casos, crear criterios para la implicación directa del obispo o superior, así como la implementación de procedimientos compartidos para el análisis de las acusaciones, protección de víctimas y el derecho a la defensa de los acusados.
Algunas otras ideas establecidas en el listado, tienen que ver con seguir las normas civiles y canónicas al momento de las denuncias, así como establecer protocolos específicos para la gestión de las acusaciones.
Otra de las propuestas tiene que ver con la colaboración de los medios de comunicación con el fin de «distinguir y reconocer los casos verdaderos de los falsos», elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años en el derecho canónico, así como proteger la presunción de inocencia en los juicios por abusos sexuales, evitando la publicación de listas de imputados antes de la investigación previa y la condena.