Sacerdote Tito Rivera se victimiza y niega denuncias en su contra: es «un montaje con el fin de sacar dinero»

«Esta historia es inventada, un montaje con el fin de sacar dinero». Esta fue una de las declaraciones del sacerdote Tito Rivera, quien rompió el silencio tras las graves acusaciones en su contra, que incluyen una violación en plena Catedral de Santiago.

En entrevista con el programa Mentiras Verdaderas de La Red, el religioso negó la denuncia de Daniel Rojas, el hombre que lo acusa de los abusos y que interpuso una querella en su contra.

Sobre la denuncia de Rojas, Rivera fue enfático y señaló que le impacta «la manera morbosa y grosera en que se relatan los supuestos hechos. La historia que él relata, para mí es una historia de ilusión. Él inventa esto, porque parece que goza con los relatos tan íntimos que hace y que yo niego totalmente (…) es una invención que está hecha con una especie de morbosidad”.

“Han sido muy lapidarios conmigo y han tomado posturas que no son verdaderas y han embarrado mi fama, mi honra,  incluso diciendo que soy un depredador sexual”, añadió el sacerdote.

Tito Rivera está en la mira de la justicia, porque el fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias, pidió una audiencia para formalizarlo por este hecho que además salpica al arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

De acuerdo al denunciante, Ezzati le bajó el perfil a su relato y solamente le dijo que «orara», además de ordenar que le entregaran 30 mil pesos. Esta nueva arista podría ser el detonante para una eventual arista de investigación contra el cardenal por un nuevo caso de encubrimiento. En todo caso, el arzobispo negó haber conocido la denuncia.

Rivera agradeció esta postura del arzobispo. “La Iglesia me dio la espalda. Creo que el cardenal Ezzati ha sido prudente, pero de mis compañeros ninguno se ha tomado la molestia de visitarme”, añadió.

 “He tenido algunas conductas homosexuales”

Rivera se autodenomina como un “tradicionalista” en la Iglesia Católica. Asegura que otros curas le tienen envidia por su buena relación con los acólitos, pero es enfático en señalar que “niego absolutamente haber tenido relaciones con un menor de edad”.

Sin embargo, no negó otros comportamientos que le fueron atribuidos. En esta plano, reconoció que tuvo relaciones con mujeres después de haber sido ordenado sacerdote. También asumió que «he tenido algunas conductas homosexuales, sí, pero no me reconozco como homosexual”.

A su juicio, en la Iglesia católica se da el «»ambiente para estas conductas de relaciones homosexuales. «Había una suerte de consenso en que algunas maneras de relacionarse son naturales, vivir en comunidad entre hombres y una suerte de desprecio por la mujer (…) Me atrevería a decir que el 50% de los sacerdotes chilenos son homosexuales», planteó.

Tampoco negó que mantuviera su celibato, excusándose en que esto «es como el matrimonio, uno promete y al andar en el camino cae».

Rivera reconoció que estas denuncias «constituyen pecado, pero ahí llegamos a un círculo vicioso. Se peca y se confiesa, se peca y se confiesa, entonces esa especie de libertad para caer en el pecado y sentirse perdonado da la posibilidad de repetirlo», sentenció el suspendido religioso, que además informó que solicitó su retiro del sacerdocio.