Una investigación de la revista Caijing, citada por el diario El País, señala que salieron a la luz denuncias sobre la Cruz Roja china, que centralizó la recepción de máscaras, que fueron desviados hacia centros médicos “dudosos”. A ello se suman otras denuncias, como la poca transparencia de las listas oficiales de fallecidos y una serie de irregularidades en las condiciones de trabajo de los médicos y en la atención de los pacientes.
En una reunión del comité permanente del Politburó del Partido Comunista chino, el presidente Xi Jinping instó a «fortalecer el control de los medios e Internet» como una de las fórmulas para contener rápidamente la epidemia del coronavirus.
Así lo revela un reportaje del diario español El País, luego que el fin de semana pasado, los medios locales y las redes sociales destaparon una serie de irregularidades.
La publicación señala que salieron a la luz denuncias sobre la Cruz Roja china, un organismo que no está afiliado a la Cruz Roja Internacional, y que centralizó la recepción de donativos de máscaras y que fueron desviados hacia centros médicos “dudosos”.
A ello, se suma la denuncia de la revista Caijing, en un artículo llamado “Fuera de las estadísticas” y que desapareció de su página web. El reporte señala que las cifras de los afectados con el coronavirus podrían ser más altas que lo anunciado por la Comisión Nacional de Salud.
En concreto, El País señala -usando como referencia el artículo de la revista Caijing– que «no todos los que fallecen en Wuhan por el coronavirus aparecen en las listas oficiales. El desbordamiento es tal que solo un pequeño número, los más graves, son admitidos finalmente en los hospitales. El resto debe volver a sus domicilios con la orden de someterse a una cuarentena estricta, y esperar. Los que mueren esperando no se incluyen en el recuento de víctimas, por lo que la cifra real puede ser mucho más alta de la que cada mañana anuncia la Comisión Nacional de Salud».
Tras la denuncia, el gobierno chino prometió transparencia y ha habido cierta apertura en redes sociales. «Una oleada de videos que denunciaban la precaria situación de los hospitales en el foco de la infección, que ya ha contagiado a más de 24.000 personas y ha matado a 492. Las imágenes de médicos exhaustos, con la cara deformada por las horas ininterrumpidas de trabajo con la mascarilla puesta, han dado la vuelta al mundo», sostiene la publicación del diario español.
Mientras todo eso ocurría, médicos tenían que protegerse con mantas para la lluvia en lugar de trajes especiales, e incluso se han visto obligados a confeccionar sus propias mascarillas, imágenes que se compartieron en las redes sociales, de acuerdo al citado medio.
Sin embargo, ante la molestia ciudadana que han provocado estas informaciones, el gobierno chino optó por fortalecer los controles a internet con el fin de mantener la estabilidad social.
Además, el Departamento Central de Propaganda envió el martes a 300 periodistas a Hubei para realizar una cobertura «en la línea de frente», informó el canal estatal CCTV.