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Crédito: ATON (Contexto)
«Se hace aconsejable que autoridades y medios realicen un análisis de datos acucioso antes de pasar a conclusiones confirmatorias respecto de los efectos que está teniendo el proceso de vacunación, porque podría tener consecuencias graves para los grupos que están en proceso de inmunización. Al menos en los datos que se ponen a disposición del público, creemos que los efectos a nivel de población comenzarán a verse más adelante y para detectarlos será necesario seguir analizando las series de contagios, hospitalizaciones, pacientes UCI y muertes según rango etario, tomando en cuenta los tiempos y alcance del proceso de vacunación», indican.
El último informe de Espacio Público hace un llamado a las autoridades y a los medios de comunicación a que «realicen un análisis de datos acucioso antes de pasar a conclusiones confirmatorias respecto de los efectos que está teniendo el proceso de vacunación». Esto, porque «podría tener consecuencias graves para los grupos que están en proceso de inmunización».
Según detalla su informe, publicado este miércoles, se pone en contexto que «la ocupación de camas UCI por casos covid-19 viene creciendo desde mediados de diciembre, pasando de 627 el 17 de diciembre a 1881 hoy. La tasa de ocupación total de camas UCI (covid y no covid) es de 93 % y hace pocos días la autoridad suspendió las cirugías electivas, al igual que en los momentos más álgidos del año pasado. A lo anterior se agrega que luego de haberse estabilizado a comienzos de febrero, los nuevos casos a nivel nacional están creciendo a tasas semanales de dos dígitos».
En paralelo, detallan que en Chile ha ocurrido «un exitoso programa de vacunación, en el que ya ha recibido la primera dosis un 22 % de la población y la cobertura de mayores de 60 años es del 65 %». Este hecho «debiera reducir la carga hospitalaria, aunque no sabemos exactamente a partir de cuándo comenzaremos a ver dicho efecto a nivel de población, ni cuál será su magnitud».
«La eficacia estimada para la Vacuna Sinovac a partir de estudios de fase III toma valores que van de 50 % a más de 84 % (ver enlace), la reducción de casos más graves probablemente es mayor aun cuando no hay estimaciones precisas acerca de cuánto. Tampoco conocemos la protección que otorga la primera dosis, ni la prevalencia que tienen las nuevas variantes (más contagiosas y eventualmente más letales) entre los nuevos casos, ni si hay cambios relevantes en la efectividad de las vacunas frente a las infecciones con estas variantes», añaden.
«En ciertas circunstancias, el cansancio, la negación, y el sesgo de confirmación pueden llevar a la población a sobreestimar la efectividad de la vacuna, lo que podría redundar en que la gente tome decisiones arriesgadas, con potenciales consecuencias de gravedad. También debe tenerse presente una muy natural tendencia a encontrar patrones esperanzadores cuando en realidad se están observando fluctuaciones producto del azar o que no guardan relación con el proceso de vacunación», advierten.
Por ejemplo, especifican lo ocurrido en un hogar de Ancud, donde se contagiaron 51 de los 52 adultos mayores que viven allí, los que habían recibido la primera dosis de la vacuna y que «hasta el momento, no ha habido cuadros severos, aunque tres casos están con neumonía. Sin embargo, las cifras anteriores —51 contagiados entre 52 expuestos al virus— sugieren que la efectividad de una dosis de la vacuna para prevenir contagios sería prácticamente nula».
«Al mismo tiempo, si se compara este caso con reportajes de prensa pasados sobre brotes en hogares para adultos mayores, las cifras del brote en Ancud hasta el momento serían alentadoras. Nada indican los reportajes, sin embargo, respecto de cuándo se les administró la vacuna, tampoco se conocen estadísticas sistemáticas sobre el impacto sanitario de brotes en los ELEAM, de modo que no es obvio si la extrapolación a partir de casos como el de Ancud sea de alguna utilidad», añaden.
«Dada esta evidencia, se hace aconsejable que autoridades y medios realicen un análisis de datos acucioso antes de pasar a conclusiones confirmatorias respecto de los efectos que está teniendo el proceso de vacunación, porque podría tener consecuencias graves para los grupos que están en proceso de inmunización. Al menos en los datos que se ponen a disposición del público, creemos que los efectos a nivel de población comenzarán a verse más adelante y para detectarlos será necesario seguir analizando las series de contagios, hospitalizaciones, pacientes UCI y muertes según rango etario, tomando en cuenta los tiempos y alcance del proceso de vacunación», cierran.
