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Simón Ergas, director de la Furia del Libro: «Las editoriales pequeñas tienen la libertad de una definición política que no poseen las multinacionales» CULTURA

Simón Ergas, director de la Furia del Libro: «Las editoriales pequeñas tienen la libertad de una definición política que no poseen las multinacionales»

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Como es tradición desde el 2009, la feria de editoriales independientes se instaló en la explanada del GAM. Este año estuvieron presentes más de 170 editoriales, además de conversatorios, presentaciones de libros y lecturas de poesía centras en el eje central del evento que fue migración. El director del evento conversó con El Mostrador sobre la elección política de la temática de la versión de este año y de la evolución que han tenido las editoriales independientes en los circuitos de lectura en los últimos diez años. “La Furia no es un congreso, no vamos a encontrar una solución política ahí, pero sí somos un espacio cultural, somos un festival de arte y en ese sentido la literatura, que es un mecanismo de ponerse en el lugar del otro, vamos a encontrarnos y vamos a tratar de entendernos y esa es la principal intención”, expresó.


Uno de los eventos más esperados de diciembre para los lectores fue la Furia del Libro, que este año se celebró desde el jueves 9 al domingo 12 en el GAM, donde reunió a más de 170 editoriales independientes.

El director del evento, Simón Ergas, comentó que el objetivo de la Furia del Libro ya no es sólo darle visibilidad a las editoriales independientes, dado que ha cambiado la “instalación simbólica” de estas en las librerías, la prensa y los espacios de circulación de los libros.

“En un principio la Furia existía para darle visibilidad, ayudar y promocionar a las editoriales independientes todas juntas y hoy en día la editorial independiente ya no necesita tantas ayudas porque ha sido aceptada dentro del circuito del libro, las librerías reciben los libros y ya no les parece una rareza como antiguamente”, expresó.

Experiencia

Ergas ha estado en la dirección de la feria hace seis años. Además es escritor y editor de La Pollera, editorial que participa en la Furia del Libro. En ese sentido, Ergas entiende el funcionamiento de la industria del libro en el país.

Para él las editoriales pequeñas tienen la ventaja de que tienen un catálogo más reducido y por lo mismo estos tienen la posibilidad de escoger libros de “una manera mucho más clara y personal”. “Quizás se vuelve un acto se podría decir que es un poco más artístico porque se le traspasa un espíritu personal de creación”.

“Las editoriales independientes, en su origen, son empresas muy pequeñas. Creo que tanto en la conformación de su catálogo como en la formación de su carácter de la editorial, las editoriales pequeñas tienen la libertad de adquirir un carácter y una definición política que las editoriales grandes no tienen, porque son empresas multinacionales”, dijo el director de la feria.

“Hannah Arendt llama a la burocracia ‘la dictadura de la nada’, es decir quien es él que toma la ultima decisión y a quién podemos desafiar para cambiar esta organización, y yo creo que las empresas muy grandes terminan esclavas de sus propias logísticas”, agregó.

Lectores

También indicó que espacios como la Furia del Libro le permite a las editoriales conocer quienes son las personas que las leen.

“Las ferias son importantes, porque los que hacemos libros muchas veces no tenemos contacto con los que leen los libros. En las ferias nosotros tenemos esa oportunidad de conocer a las personas que nos leen y a las personas a las que les hacemos los libros”, sostuvo.

Otro punto interesante que define a la Furia del Libro es su compromiso político, según explicó Ergas. Hace tres años eligen una temática central que se discute en los días que dura la feria, porque además de darle un espacio a las editoriales independientes, realizan conversatorios, presentaciones de libros y lecturas de poesía.  Este año el eje central de la feria fue la migración, los años anteriores fue el Estallido Social y el proceso constituyente.

“Los últimos tres años, en consecuencia de que las editoriales independientes necesitan otras cosas más que visibilización, la Furia ha adoptado temas políticos con la intención de irse transformando de a poco en un festival literario y que tenga incidencia en la cultura”, indicó.

El foco en migración

A raíz de la crisis migratoria de Colchane, las manifestaciones y la quema de pertenencias de familias migrantes en septiembre de este año en Iquique, el equipo de programación decidió que la migración fuera el eje central de la Feria. Ergas explicó que otro antecedente que le llamaron la atención fue que Chile se retiró del Pacto Mundial de la Migración Segura, Ordenada y Regular, conocido como el Pacto de Marrakech, que se firmó en diciembre de 2018 por 150 gobiernos.

“Chile se baja del Pacto de Marrakech, de Escazú y de todos los tratados de los derechos humanos, pero siguen arriba del TPP-11, que es un tratado que permite a las multinacionales pisotear a los Estados, y dos meses después Piñera va a Cúcuta. Entonces lo que sentimos nosotros después de ver estos temas es que en Chile no es un accidente lo que está pasando, como que se dejó que sucediera algo, no es menor que los migrantes entre Bachelet y Piñera aumentaran de 8 mil a 60 mil”, expresó Ergas.

En ese sentido el director explica que la posición de la Furia del Libro es que se debería firmar el Pacto de Marrakech y qué eso mismo se debe ver reflejado en las elecciones presidenciales.

“Frente a la realidad electoral que tenemos ahora, el programa de Gabriel Boric, en su primer punto, dice que va firmar el Pacto de Marrakech, mientras que el otro candidato dice que va ser un hoyo en el piso. Como feria creemos que, más que una elección política, aquí se le está abriendo futuro a una mentalidad y nosotros estamos del lado de la mentalidad que protege los derechos humanos”, sostuvo.

Finalmente, Ergas sostuvo que la Furia del Libro no es un espacio que busque encontrar una solución política, sino que un lugar de desarrollo cultural.

“La Furia no es un congreso, no vamos a encontrar una solución política ahí, pero sí somos un espacio cultural, somos un festival de arte y en ese sentido la literatura, que es un mecanismo de ponerse en el lugar del otro, vamos a encontrarnos y vamos a tratar de entendernos y esa es la principal intención”, finalizó.

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